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Mensajes de la santísima Virgen María Reina de la Paz, Medjugorje, Bosnia & Herzegovina


Mensajes de la santísima Virgen María Reina de la Paz, Medjugorje, Bosnia & Herzegovina dados el día 25 de cada mes a la vidente
MARIJA PAVLOVIC - LUNETTI

Año 1996

MARIJA PAVLOVIC - LUNETTI

25 de enero de 1996
“¡Queridos hijos! Hoy los invito a decidirse por la paz. Oren a Dios para que les dé la paz verdadera. Vivan la paz en sus corazones y comprenderán, queridos hijos, que la paz es un don de Dios. Queridos hijos, sin amor no pueden vivir la paz. El fruto de la paz es el amor y el fruto del amor es el perdón. Estoy con ustedes y los invito a todos, hijitos, a que primeramente perdonen en la familia, y entonces podrán perdonar a los demás. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

25 de febrero de 1996
“¡Queridos hijos! Hoy los invito a la conversión. Este es el mensaje más importante que les he dado aquí. Hijitos, deseo que cada uno de ustedes sea portador de mis mensajes. Hijitos, los invito a vivir los mensajes que les he dado durante estos años. Este tiempo es un tiempo de gracia. Especialmente ahora en que también la Iglesia los invita a la oración y a la conversión. También yo, hijitos, los invito a vivir mis mensajes que les he dado durante este tiempo desde que me aparezco aquí. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

25 de marzo de 1996
“¡Queridos hijos! Los invito a que nuevamente se decidan a amar a Dios sobre todas las cosas. En este tiempo en que, por causa del espíritu de consumismo, se olvida lo que significa amar y apreciar los valores verdaderos, los invito nuevamente, hijitos, a poner a Dios en el primer lugar en vuestra vida. No permitan que Satanás los atraiga por medio de las cosas materiales, sino que decídanse, hijitos, por Dios que es libertad, que es amor. Elijan la vida, y no la muerte del alma. Hijitos, en este tiempo en que meditan la Pasión y la Muerte de Jesús, los invito a decidirse por la vida que volvió a florecer por medio de la Resurrección. Que vuestra vida se renueve hoy a través de la conversión, que los conducirá a la vida eterna. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

25 de abril de 1996
“¡Queridos hijos! hoy nuevamente los invito a poner la oración en primer lugar en sus familias. Hijitos, si Dios está en el primer lugar, buscarán la voluntad de Dios en todo lo que hagan. De este modo, su conversión cotidiana será más fácil. Hijitos, busquen con humildad lo que no está en orden en sus corazones, y así comprenderán lo que tienen que hacer. La conversión será para ustedes un deber cotidiano que realizarán con gozo. Hijitos, yo estoy con ustedes y los bendigo a todos y los invito a convertirse en mis testigos a través de la oración y la conversión personal. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

25 de mayo de 1996
“¡Queridos hijos! Hoy deseo darles gracias por todas sus oraciones y sacrificios que han ofrecido en este mes consagrado a mí. Hijitos, deseo que todos ustedes también sean activos en este tiempo que, a través de mí, está unido al Cielo de manera especial. Oren para poder comprender que es necesario que todos ustedes colaboren con su vida y con su ejemplo a la obra de salvación. Hijitos, deseo que los hombres se conviertan y que en ustedes me vean a mí y a mi Hijo Jesús. Intercederé por ustedes y los ayudaré a ser luz. Ayuden a los demás, porque ayudándolos también vuestra alma encontrará la salvación. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

25 de junio de 1996
“¡Queridos hijos! Hoy les doy gracias por todos los sacrificios que me han ofrecido en estos días. Hijitos, los invito a abrirse a mí y a decidirse por la conversión. Sus corazones, hijitos, no están completamente abiertos a mí, y por eso, nuevamente los invito a abrirse a la oración, a fin de que en la oración el Espíritu Santo los ayude a que sus corazones se vuelvan de carne y no de piedra. ¡Hijitos, gracias por haber respondido a mi llamado y por haber decidido caminar conmigo hacia la santidad!”

25 de julio de 1996
“¡Queridos hijos! Hoy los invito a que se decidan por Dios cada día. Hijitos, ustedes hablan mucho de Dios y dan poco testimonio con su vida. Por eso, hijitos, decídanse por la conversión, a fin de que su vida sea verdadera ante Dios, de modo que en la verdad de vuestra vida, den testimonio de la belleza que Dios les ha dado. Hijitos, nuevamente los invito a que se decidan por la oración, porque en la oración podrán vivir la conversión. Cada uno de ustedes se volverá, en la simplicidad, similar a un niño que está abierto al amor del Padre. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

25 de agosto de 1996
“¡Queridos hijos! Escuchen, porque deseo hablarles e invitarlos a tener más fe y confianza en Dios que los ama inmensamente. Hijitos, ustedes no saben vivir en la gracia de Dios, por eso los llamo nuevamente a todos a llevar la palabra de Dios en sus corazones y en sus pensamientos. Hijitos, pongan la Sagrada Escritura en un lugar visible en sus familias, léanla y vívanla. Enseñen a sus hijos, porque si ustedes no son un ejemplo para ellos, los hijos se irán por el camino de la impiedad. Reflexionen y oren, así Dios nacerá en sus corazones y sus corazones estarán gozosos. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

25 de septiembre de 1996
“¡Queridos hijos! Hoy los invito a ofrecer sus cruces y sus sufrimientos por mis intenciones. Hijitos, soy su Madre y deseo ayudarlos pidiendo la gracia para ustedes ante Dios. Hijitos, ofrezcan sus sufrimientos como un regalo a Dios, para que se conviertan en una hermosísima flor de alegría. Por eso, hijitos, oren para que puedan comprender que el sufrimiento puede convertirse en alegría y la cruz en camino de alegría. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

25 de octubre de 1996
“¡Queridos hijos! Hoy los invito a abrirse a Dios Creador, a fin de que Él pueda transformarlos. Hijitos, ustedes me son muy queridos. Los amo a todos y los llamo a estar más cerca de mí y a que su amor por mi Inmaculado Corazón sea más ferviente. Deseo renovarlos y guiarlos con mi Corazón al Corazón de Jesús, que aún hoy sufre por ustedes y los llama a la conversión y la renovación. A través de ustedes deseo renovar el mundo. Comprendan, hijitos, que ustedes son la sal de la tierra y la luz del mundo. Hijitos, los invito y los amo, y de una manera especial, les ruego: ¡conviértanse! ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

25 de noviembre de 1996
“¡Queridos hijos! Hoy de nuevo los invito a la oración, para que, a través de la oración, del ayuno y de los pequeños sacrificios, se preparen para la venida de Jesús. Que este tiempo, hijitos, sea un tiempo de gracia para ustedes. Aprovechen cada momento y hagan el bien, porque solo así podrán sentir el nacimiento de Jesús en sus corazones. Si ustedes dan ejemplo con su vida y se convierten en signo del amor de Dios, entonces la alegría prevalecerá en los corazones de los hombres. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

25 de diciembre de 1996
“¡Queridos hijos! Hoy estoy con ustedes de una manera especial, teniendo al Niño Jesús en mis brazos, y los invito, hijitos, a que se abran a su llamado. Él los invita a la alegría. Hijitos, vivan con alegría los mensajes del Evangelio, que les estoy repitiendo desde que estoy con ustedes. Hijitos, soy su Madre y deseo revelarles al Dios del amor y de la paz. No quiero que vuestra vida permanezca en la tristeza, sino que se realice en el gozo, conforme al Evangelio, para la eternidad. Solamente así, vuestra vida tendrá sentido. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

Mensajes de años anteriores del día 25 de cada mes a la vidente María