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del padre Jozo Zovko

 




Comentario del padre Jozo Zovko sobre el mensaje del dia 25 octubre 2011, de la Reina de la Paz dado a la vidente Maria Pavlovic Lunetti

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El Mensaje de la Virgen María Reina de la Paz del 25 de abril de 2010 y reflexión del padre Jozo

Mensaje del 25 de abril de 2010
“¡Queridos hijos! En este tiempo, cuando de manera especial oran y buscan mi intercesión, los invito hijitos a orar para que a través de sus oraciones, yo pueda ayudarles a que muchos corazones más se abran a mis mensajes. Oren por mis intenciones. Yo estoy con ustedes e intercedo ante Mi Hijo por cada uno de ustedes. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

Queridos adoradores de la Reina de la Paz, este es el tiempo en el cuál en nuestras oraciones deberíamos recordar de una manera especial a la nueva comisión que ha asumido la responsabilidad de Medjugorje. Esta tarea delicada y tan responsable requiere oración especial y guía del Espíritu Santo. Nuestra familia de oración ha crecido en la escuela de oración de Nuestra Señora. Por nuestra experiencia conocemos el poder y la fuerza que la oración posee. Constantemente vemos y encontramos sus frutos milagrosos. Medjugorje solamente ha confirmado las maravillas que la oración confiada y persistente puede hacer.

Con sus Mensajes la Reina de la Paz nos ha ido educando persistentemente y nos ha ido instruyendo de una manera maternal, y también lo hace de esta manera en este mensaje, en el que Ella nos dice: “Oren para que mediante sus oraciones yo pueda ayudarlos a que la mayor cantidad de corazones posibles se abran a mis mensajes.”

Esto es importante porque los mensajes son una nueva manera de vida. Los mensajes por los que uno decide vivir y ponerlos en práctica, nos cambian a nosotros y a nuestro entorno. Aquel que ha decidido aceptar los mensajes de oración comienza una nueva vida con Dios. Esto significa que cada día él tiene tiempo para un encuentro con Dios. Como consecuencia de tal encuentro uno se vuelve más alegre y rico en todas las gracias.

El hombre que acepta los mensajes de Nuestra Señora, deja de ser egoísta, cerrado. El reconoce las necesidades de los otros. Todas las personas son para él sus hermanos para los cuáles el tiene algo que darles. Y actualmente hay tanta gente sola, rechazada y desilusionada. A veces no sabemos como ayudarlos. Nuestra Señora nos da la respuesta: “Yo los ayudaré mediante vuestra oración”.

Los mensajes de Nuestra Señora no son algo sin importancia, noticias cortas, anécdotas, intimidaciones o algo que se le parezca. No son material de propaganda que difundimos con entusiasmo. Los mensajes siempre son una fuerza nueva para nuestra vida que continúa. Si deseamos continuar alegremente en nuestro camino de vida, entonces estamos a salvo con Nuestra Señora. No tenemos miedo de cómo deberíamos seguir.

Nunca pensemos que es más fácil para aquellos que nunca han aceptado sus mensajes. Nosotros nos parecemos a un andinista que ha decidido escalar el pico de una montaña. El ascenso generalmente es empinado, pero el tiene el equipo y el instrumental necesario. El hace lo que todos hacen, y especialmente los líderes de la expedición. El camino está visiblemente marcado y el andinista se aferra a las instrucciones y a la huella del sendero. Finalmente, con perseverancia, el experimentará la satisfacción y la alegría del conquistador de la cima.

Los mensajes de Nuestra Señora no necesitan discusiones o teorías, más bien necesitan llevarse a cabo con dedicación y humildad y ponerlos en práctica. Por esta razón, cada fiesta en Medjugorje y cada peregrinación es para nosotros un ascenso gozoso a la cima señalada por un mensaje en particular. No nos molestan las multitudes de peregrinos, al contrario, nos llenan de placer y alegría. Sentimos como si todos hubiéramos escalado a la cima – y el nombre de esta cima es Paz, Bendición.

El llamado a la oración por las intenciones de Nuestra Señora, es la intención que ha estado presente desde el comienzo. Recordemos cuán presente es la intención en el rezo del rosario por las intenciones de Nuestra Señora. Esta intención incluye todas las intenciones que posiblemente pudiéramos olvidarnos o las que nunca pensaríamos o abarcaríamos. De hecho esto significa que debemos volver una y otra vez a los mensajes y a su sabiduría. Leer los mensajes regularmente todos los días significa entrar en el espíritu del movimiento de Medjugorje y a decidirse perseverar diariamente hasta las cimas milagrosas de la conversión del corazón.

Y finalmente nuestra buena y persistente Madre y Reina de la Paz nos anima con sus palabras: “ Yo estoy con Ustedes he intercedo por cada uno de Ustedes”.

Necesitamos tanto de esta gran intercesión. Esta es, siempre sorprendente como la intervención en Cana de Galilea. “¡Hijo no tienen más vino!” ¿Y que es a lo que a nosotros, Sus hijos, nos falta? ¿Qué es lo que nos agobia hoy en día, para que no podamos tener alegría y paz? Hay tanta gente que esta tratando de resolver los problemas sociales y económicos de cada día, de los cuáles no somos culpables y ellos son como un pequeño pajarito incapaz de desenredarse del nudo en que se encuentra apresado. Cuanto más quiere desatarse y trata de liberarse, más enredado está. ¿Dónde esta la salida? Ella, Nuestra segunda Madre, nos la está mostrando y ofreciendo. Debemos creerle a Ella y a cualquier cosa que Ella nos diga. Mayo es el mes de María y nuestro mes. Renovemos con nuestro corazón las devociones y oraciones a la Reina de la Paz. Demos un buen ejemplo a los demás con nuestro actuar y oración diaria. Que Su intercesión y la bendición de Dios nos acompañen en este camino.

Este mes vamos a orar por las siguientes intenciones:

1 . Por las intenciones de Nuestra Señora. Especialmente para que la mayor cantidad posible de corazones se abran a Sus mensajes. Oremos para que las personas vuelvan diariamente a la oración en familia, a los sacramentos, al ayuno y a la lectura de la Biblia.

2 . Oremos por todos los peregrinos que vienen a Medjugorje, para que encuentren las gracias y cumplan su misión como cristianos, como apóstoles en este mundo.

3 . Oremos por todos aquellos responsables de Medjugorje, para que el Espíritu Santo los ilumine los guíe para que con su tarea responsable ellos puedan ayudar a todos los peregrinos y que la Iglesia revele la voluntad de Dios y la acepte.



El Mensaje de la Virgen María Reina de la Paz del 25 de enero de 2010 y reflexión del padre Jozo

Mensaje del 25 de enero de 2010
"Queridos Hijos: que este tiempo sea para ustedes tiempo de oración personal, para que en sus corazones crezca la semilla de la fe, y pueda crecer en testimonio alegre para los demás. Yo estoy con ustedes y deseo exhortarlos a todos: crezcan y alégrense en el Señor que los ha creado. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

Este llamado está dirigido de manera especial a nosotros, miembros de la fraternidad de oración “Visitación”; porque nosotros hemos prometido hacer todo lo que Ella nos diga. Necesitamos la oración personal para que la semilla de la fe crezca en nuestros corazones. Porque cada uno de nosotros se decide personalmente, por la fe y el amor, en la profundidad de su corazón.
 
Cada persona debe comenzar una escuela personal de oración con el corazón. ¡Cuántas veces hemos tenido una actitud equivocada hacia la oración! Usualmente pensamos que orar es enumerarle y decirle a Dios nuestras necesidades, nuestros votos o algo así. San Pablo en su carta a los Romanos escribe: “Porque no sabemos orar como debemos, pero el Espíritu Santo intercede por nosotros con gemidos inenarrables.”(8-26)
 
San Agustín nos enseña: “Dios apoya su oído sobre nuestro corazón.”

La oración nace en nuestro corazón. Desde aquí se deposita en el corazón de Dios. Sin este don, el hombre no puede orar. Una oración no es una oración, a menos que salga del corazón. Durante veintiocho años y siete meses hasta la actualidad, la Reina de la Paz nos ha estado enseñando como orar.  Muchas personas con un corazón de piedra, con un corazón herido, han descubierto la oración en Medjugorje. Han reconocido la belleza de la oración, que es un don que siempre es escuchado amablemente, porque está en armonía con la voluntad de Dios. Por eso, es importante enfatizar una vez más, la necesidad de aprender, constantemente, como orar.  

La oración no es un monólogo o un torrente de palabras u oraciones que simplemente se enumeran. Jesús compara dicha oración con la oración de los Gentiles (Mt. 6: 7). La oración debe ser nuestra permanencia con Dios. Esta significa estar en Su cercanía. Esto no resulta siempre simple y fácil. Por eso es que los discípulos dijeron a Su Maestro: “ Señor, enséñanos a orar” (Lucas 11: 1)
Finalmente, cada día, yo debo decidirme y tomarme un tiempo para la familia y la oración, así también como para la oración personal en el silencio de mi corazón, mi pequeño espacio, capilla o iglesia. Solamente el hombre de oración conoce a Dios. Solamente el hombre de oración conoce a las personas. Un hombre sin oración crea conflictos en su vida diaria y en su trabajo.

El famoso cardinal y teólogo, W. Kasper, dijo: “Ciertamente, la oración es un acto de fe, el cual nosotros ponemos de manifiesto orando. El hombre creyente se decide por la oración.”

Por ésta razón, comprendemos completamente a Nuestra Señora, quien nos llama a dar testimonio de nuestra fe, dado que esto es algo que surge espontáneamente al hombre que ora. La familia que renueva su oración y persevera en ella, está al mismo tiempo, creciendo en la fe que testimonia y en el amor que vive. El hombre que ora con el corazón es un hombre alegre. Él está bendecido y siempre tiene algo para dar. A él le agradan los demás, y él es agradable a todos y todos lo necesitan.

Por eso, volvamos a la oración con una enorme gratitud. No hay otro camino para nosotros, para la iglesia, para el mundo entero.

Este mes oraremos por las siguientes intenciones:

1. Por los obispos, los sacerdotes, los hermanos y las religiosas, para que ellos sean un signo de oración y de la fe vivida mediante la oración, para todos las demás personas. Para que haya más vocaciones espirituales y para la renovación espiritual de la iglesia.

2. Por nuestra comunidad orante, para que cumplamos con nuestros votos respondiendo con nuestras vidas al llamado de la Reina de la Paz. Para que aquellos que han abandonado el camino vuelvan, para que los que están adormecidos se despierten, y para que todos los que han respondido, perseveren. Para que nuestra Convención de este año sea fértil.

3. Por todos los que se han encomendado a nuestras oraciones. Especialmente por los enfermos y los que sufren, para que la Reina de la Paz pueda reconfortarlos, fortalecerlos y sanarlos. Para que el mundo entero pueda saber que la Reina de la Paz está entre nosotros, y para que todos nosotros aceptemos y vivamos sus mensajes.



El Mensaje de la Virgen María Reina de la Paz del 25 de octubre de 2009 y reflexión del padre Jozo

Mensaje del 25 de octubre de 2009
¡Queridos hijos, También hoy les traigo mi bendición y los bendigo a todos, y los invito a crecer en este camino que Dios comenzó, a través mío, para vuestra salvación. Oren, ayunen y testimonien alegremente vuestra fe, hijitos, y que vuestro corazón esté siempre colmado con la oración. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

En estos días, en que nos sentimos tan indefensos ante la aterradora crisis, la violencia, los robos y la falta de moral - nos ha llegado un mensaje diciendo: "Queridos hijos, les traigo mi bendición!". Este es un mensaje como el que dá el capitán de un barco o de un avión, quién en el momento del peligro se dirige a sus aterrados pasajeros con estas palabras: ¡ No tengan miedo, hemos sido rescatados!

Al darnos Su bendición, Nuestra Señora nos llama a crecer en el camino que ya hemos comenzado. Este camino no es una teoría acerca de la fe, acerca de Dios, acerca de los sacramentos, acerca de la oración o del ayuno; es más bien la vida de cada día, la práctica diaria que nos conduce a la salvación. Un camino sin una meta, un camino hacia lo desconocido crea inseguridad en el corazón humano. Es por eso que necesitamos seguridad, necesitamos ayuda, específicamente ayuda maternal, consuelo e instrucción maternal.

Una vez más, Nuestra Señora enfatiza lo que nosotros podemos y debemos hacer por nuestra parte: dar testimonio alegremente de nuestra fe. Sólo aquel que vive de la fe puede hacer esto. Esto incluye la oración y el ayuno y cualquier clase de sacrificio. Los programas lanzados hoy en día, através de los medios de comunicación por determinados grupos políticos o económicos, promueven una libertad falsa mediante la violencia, el placer o el egoísmo ciego. De este modo, nuestra generación exalta a personajes negativos como sus modelos ideales.

Los programas mencionados y sus contenidos están en conflicto con la naturaleza humana y con la fe que nos ha sido dada, que nos ha sido revelada, y la cuál es predicada por la iglesia para nosotros. En estas circunstancias tan desesperanzadoras, la fe y los creyentes tienen mucho para dar como regalo a su generación. Un creyente no permanece ajeno a lo que pasa, sino que brilla alegremente en la oscuridad de su tiempo. El no critica o maldice sino que esparce la esperanza que vive en su corazón. Un creyente es el que conoce el camino, y el que tiene la tarea privilegiada de dar testimonio del camino correcto a través de su vida.

Esto no se hace por dinero, ni con el propósito de su propia carrera o de cierto prestigio, sino surge solamente del amor alegre y de la fe responsable. Esto es exactamente como actuaban los santos en su época y en su generación. Esto es como actuó San Francisco 800 años atrás, cuando las guerras, el fuego, la agitación y la desilusión destruían el mundo. Todos estos horrores perdían poder ante la voz de un hombre pequeño pero poderoso que abandonó todo porque descubrió a Jesús. Este devoto de Jesús se convirtió en un pacifista y en un constructor de nuevas relaciones dentro de la sociedad y de la iglesia. La época actual se parece tanto a la de San Francisco.

¿Quién puede ayudar hoy?. Sólo aquel que ora. Sólo aquel que imita a Jesús y a Francisco, los santos. Es por eso, que estamos agradecidos por el llamado maternal y Su mensaje: "que sus corazones estén siempre colmados de oración". Nosotros estamos contentos ya que como una comunidad de oración, hemos respondido al llamado de Nuestra Señora, la Reina de la Paz y de que día tras día, tratamos de responder al llamado y a los mensajes con más amor y entusiasmo. Este mes oraremos por las siguientes intenciones:

1 - Por el Santo Padre, el Papa Benedicto XVI, quien se reunirá este mes con las personas responsables, por Medjugorje: para que el Espíritu Santo los ilumine y los guie para que sin presión alguna, puedan reconocer que Medjugorje es un don y un signo para la iglesia de nuestros días.

2 - Por todos los miembros de la fraternidad: para que continuemos dando testimonio con alegría y amor. Por todos aquellos que están cansados y piensan que ya no pueden orar ni ayunar más; para que comprendamos que no existe otra manera; y para que renovemos el ayuno y la oración con un amor entusista.

3 - Por los videntes: para que puedan testificar verdaderamente y con coraje, con palabra y vida, los mensajes y la presencia de Nuestra Señora en Medjugorje. Por todos los peregrinos: para que encuentren lo que han perdido, para que descubran lo que no han vivido y lleguen a amar lo que no han conocido: a Jesús y a Su iglesia.

28 OCT 2009 - Siroki Brijeg



El Mensaje de la Virgen María Reina de la Paz del 25 de mayo de 2009 y reflexión del padre Jozo

Mensaje del 25 de mayo de 2009
“¡Queridos hijos! En este tiempo, los invito a todos a orar por la venida del Espíritu Santo en cada criatura bautizada, para que el Espíritu Santo los renueve a todos y los conduzca por el camino del testimonio de vuestra fe, a ustedes y a todos aquellos que están lejos de Dios y de Su amor. Yo estoy con ustedes e intercedo por ustedes ante el Altísimo. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

ORAD POR LA VENIDA DEL ESPIRITU SANTO

Jesús, antes de la Ascensión, dijo a sus discípulos que no se fueran de Jerusalén, sino que aguardasen la Promesa del Padre, porque recibirán la fuerza del Espíritu Santo y serán sus testigos no solo en Jerusalén, sino hasta los confines de la tierra. Y dicho esto, Jesús fue levantado al Padre (Hch 1,4-9). Los discípulos y los apóstoles se preparaban con la oración para esa venida. Ellos no estaban solos, con ellos estaba María, la madre de Jesús. De todos los presentes, solamente ella tenía la plenitud del Espíritu Santo que la cubrió en la concepción de Jesús, y seguramente alentaba a los discípulos que no tuvieran miedo y los animaba a la oración perseverante. Antes de la venida del Espíritu Santo, los apóstoles y los discípulos eran temerosos, estaban llenos de miedo. Cuando el Espíritu Santo bajo sobre ellos, ellos cambiaron y de unos discípulos temerosos se convierten en los testigos valientes de Cristo. Dan testimonio de lo que han visto y oído mientras estaban junto con Jesús. El fuego del amor y de la verdad que se prende en ellos, les anima a empezar inmediatamente el anuncio de la Buena Nueva.
En el mensaje del 25 de mayo de 2009, Nuestra Señora nos invita a nosotros también a orar por la venida del Espíritu Santo sobre cada criatura bautizada. Nosotros, en el bautismo nos hicimos hijos de Dios y entramos en la comunión con Jesús y con su obra redentora. Nuestra Señora nos invita a la oración, porque la oración es el medio con el que se abren nuestros corazones para que en ellos pueda actuar el Espíritu de Dios. Toda apertura al Espíritu Santo nos lleva a una renovación espiritual de la vida y nos empuja a dar testimonio de nuestra fe. Nosotros, los cristianos, estamos llamados a ser portadores del mensaje de Dios, de la palabra de Dios en este mundo, y a proclamar las obras del amor de Dios. En eso nos ayuda María, nuestra madre e intercesora, que es la maestra de la oración al Espíritu Santo. Junto con María oremos para que el Espíritu de la Verdad y del Amor obre en nosotros y en nuestro entorno, que nos enseñe y fortalezca para que podamos vivir una vida nueva según la voluntad de Dios.

Pediremos:

1. Por la Santa Iglesia Católica y sus pastores, para que guiados por el Espíritu Santo lleven la Buena Nueva hasta los confines de la tierra. 

2. Por el p. Jozo, por todos los directores espirituales y por todos los miembros de la hermandad “Visitación”, para que vivamos nuestra fe y los dones del Espíritu, y así seamos testigos del amor de Cristo en el mundo.

3. Por los cristianos apartados, tanto como por los que no están bautizados, para que Dios, con su amor, los lleve a la comunión de la Iglesia.



El padre Jozo nos hace llegar esta carta de felicitación de Pascuas

¡Queridos hermanos y hermanas!

¿Quién primero vio y encontró a Jesús vivo y resucitado? Fueron mujeres piadosas que le acompañaron y le sirvieron. Ellas se pusieron de acuerdo en visitar su sepulcro, en ir allí y agradecerle. Sí, ellas, que recibieron tanto bien, no pudieron dormir ni descansar en paz. Muchos obstáculos había ante ellas, pero el amor es más fuerte. Tantas dificultades en los pensamientos y sentimientos. Había una gran piedra en la puerta del sepulcro. ¿Cómo levantarla, cómo abrir el sepulcro? Esas preguntas angustiosas cesan cuando ven que la piedra ya está retirada. ¿Alguien Le llevó? Y fue necesaria solo una palabra que pronuncia Él, que nos ha llamado por nuestro nombre. (Is 43)

Se abrieron los ojos y el alma, el corazón y el conocimiento, que se convierte en la seguridad. “¡Maestro! - ¡Rabí!”. Ese grito de María Magdalena resuena en cada canto pascual. Esa gracia y seguridad se transfunden del sacramento de la confesión y la comunión en nuestra vida. Resuena a través de nuestra oración de agradecimiento –¡Rabí! Aquí esta la mujer más feliz que pisa la tierra dura en esa mañana de la resurrección: María Magdalena. La mujer que reconoció al Resucitado. La mujer que llevó la mejor noticia a los discípulos. Qué afortunada eres Magdalena, benditos sean tus pasos que se convirtieron en apostólicos, que difunden la Buena Nueva sobre el Resucitado. Los apóstoles están consternados con esa noticia. María Magdalena no desiste. Inspira a Pedro y a Juan para que vayan personalmente hasta el sepulcro. Y entraron, pero no encontraron al cuerpo. ¡Cuanta paciencia debe de tener esa mujer feliz, Magdalena! Su experiencia lo movió todo. Ya el problema no es la piedra en el sepulcro, ni los sudarios, ni los lienzos, sino quién se llevó al Maestro. Pacientemente, Magdalena repite su experiencia, que de la noticia se convierte al anuncio, de la  incertidumbre a la noticia alegre de la Resurrección.

Jesús confirma con las señales su evangelización de los apóstoles espantados. Entra por la puerta cerrada y se pone en medio de ellos. Todos le vieron, pero no le reconocieron… Cuando les dio la paz y les enseñó las llagas en sus manos y pies, creyeron. Y todo se hizo nuevo y diferente.

Nuestro grupo de oración tiene la misión de María magdalena. Os habéis animado a ir a las fuentes, a la Madre. Ella se dirige a vosotros y os da siempre y de nuevo unas nuevas gracias que hay que testimoniar a los demás. No se trata de difundir el material de propaganda, sino de la experiencia personal de Medjugorje. Si amas a la Reina de la Paz, tú no puedes estar callado. Si has recibido la gracia, no puedes estar callado. Tu estás llamado a dar testimonio. Todos los discípulos supieron qué vida había detrás de María Magdalena. A ella eso no le molesta. Su apostolado empieza primero entre los discípulos, y luego entre todos los demás.

Hoy, en nuestro mundo, en la época de la técnica y medios, la Gospa te llama a ti. Tú has respondido. Te fue dada una grana gracia y hay que dar testimonio de ella.

¡Queridos hermanos y hermanas! En estos días de la Pascua escuchamos los informes de los discípulos sobre el encuentro con el Señor Resucitado. Leemos siempre y de nuevo la incapacidad humana y los límites de cada apóstol. Especialmente tenemos a Tomás en nuestro corazón. Sus características las tiene todo hombre –solo con mi propia experiencia puedo llegar a la fe. Por eso somos importantes en el testimonio. Nosotros no contamos cuentos, ni ofrecemos teorías. No damos testimonio de algo que tal vez hayamos leído, sino de aquello en lo que creemos, lo que vivimos y que protegemos con nuestra vida. Nuestro apostolado es positivo. Nosotros no le ponemos a prueba al Señor, no le ponemos condiciones. Nuestro apostolado simplemente lo vivimos. Nuestra vida es como el árbol que debe crecer, florecer y dar frutos.

Los frutos hablan de nosotros, de Medjugorje, de los mensajes de la Virgen. Estos no son una nueva teoría de la familia, de los sacramentos y de la Iglesia. Los mensajes son la llamada a cada uno de nosotros a que ordenemos nuestra vida y así demos frutos. La levadura no es más abundante que la masa, pero su poder transforma a toda la masa. Nosotros no somos más numerosos que los demás, pero somos enviados a los demás.

Ante nosotros esta nuestro encuentro, en el que veremos a tantos hermanos y hermanas. Compartiremos nuestras experiencias. Oraremos y celebraremos la Eucaristía juntos. Ese encuentro con Jesús Resucitado está justamente en esas fuentes. Mientras le escuchamos, mientras parte el pan de su cuerpo, se nos abren los ojos. Este tiempo es para que todo ciego vea. Este tiempo es en el que todo paralítico tiene la oportunidad de andar y sanar completamente.

Me alegra siempre cuando la Iglesia, a través de sus testigos, quiere examinar y ver los frutos de Medjugorje. En este tiempo de Pascua tenemos la obligación de examinarnos a nosotros mismos, nuestros frutos, nuestro corazón abierto, nuestra humildad y perseverancia. No persiguen a la Virgen los que buscan frutos, sino los que dicen que han aceptado Medjugorje, y no traen ningún fruto. Nuestras palabras vacías son el humo que disipa el viento. A lo largo de veintiocho años la Virgen nos enseña cómo vivir los mensajes. No tomemos de manera superficial aquello a lo que estamos llamados. Aceptemos con amor el camino al que estamos llamados.

Que esta Pascua sea un nuevo comienzo nuestro. Igual que en la naturaleza. Todo lo vivo brota, reverdece, crece, florece y da frutos. Esta es nuestra primavera. Si cada árbol reverdece, y tú permaneces dormido, ¿de qué te sirve? Este tiempo es el tiempo de nuestro gran despertar, de nuestro crecimiento, de nuestra responsabilidad.

Mientras estoy pensando en todo lo que podemos hacer por la Virgen y sus planes, con amor pienso en vosotros a los que ha escogido. Oro por vosotros para que perseveréis. Oro por vosotros para que vuestros sufrimientos, sacrificios y oraciones pongáis en sus planes e intenciones.

Que os aliente y os colme con su gracia el Salvador Resucitado, que nos dice:

“¡No tengáis miedo, yo soy!  Mi paz os dejo, mi paz os doy!”.

Salvador Resucitado, igual que alentaste y confirmaste en la fe a tus apóstoles, ¡sé misericordioso con nosotros para que seamos unos testigos fieles!

Os saludo a todos cordialmente y orando, y os deseo a todos una Feliz Pascua.

Fray Jozo



Mensaje del 25 de marzo de 2009

“¡Queridos hijos! En este tiempo de primavera, cuando todo se despierta del sueño invernal, despierten también ustedes sus almas con la oración para que estén dispuestos a recibir la luz de Jesús resucitado. Que El, hijitos, los acerque a su Corazón para que puedan estar abiertos a la vida eterna. Oro por ustedes e intercedo ante el Altísimo por vuestra sincera conversión. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”



¡Mis queridos hermanos y hermanas!

Queridos miembros de nuestra gran familia de oración. Estamos muy profundamente en la cuaresma. El programa de la cuaresma es el deseo de la Iglesia que intenta interpretar la llamada de Cristo y la voluntad de conversión, un cambio radical de vida. Hay que morir a sí mismo, hay que salir del hombre viejo. Es la mortificación que día tras día nos dirige hacia el Señor resucitado, para que podamos caminar en la luz y la esperanza que le vamos a reconocer vivo, como los apóstoles, en su Palabra, en los sacramentos, a través de nuestra oración humilde.

La Reina de la Paz, sin miedo, toma la imagen de la naturaleza: la imagen de la primavera. El invierno en la naturaleza ha ahogado el aspecto externo de la vida. El invierno no permite ningún tipo de vegetación. A primera vista, todo esta negro y muerto en invierno. Los árboles deshojados no dan señales de vida. Por fuera no se nota la diferencia entre el árbol vivo y el muerto. Todos son parecidos, casi iguales. Y no es así realmente. Los árboles vivos están vivos también en las condiciones invernales. Esa vida esta escondida a la vista, pero es real. Y eso lo descubre mejor la primavera. Después de los meses de invierno aparece el sol y cada día se queda más en nuestro cielo. Sus rayos, con su calor, despiertan la vida adormecida en cada árbol, en cada semilla. Esa tendencia de girar hacia el sol es una característica de cada semilla viva, incluso de la más pequeña, y de su tierno germen, que lo despierta y dirige para que crezca hacia el sol. Su raíz se queda en la tierra, y el tallo crece hacia el sol.

En nuestros corazones hay un anhelo escondido hacia Dios. En nuestra alma, un deseo intenso hacia Dios vivo. Y como la naturaleza se despierta del sueño y paz invernal, así la Reina de la Paz quiere que nosotros despertemos para una vida nueva.

Jesús – Señor y Dios resucitado – es nuestro sol al que buscamos y anhelamos irresistiblemente.  Todos le buscamos y necesitamos. ¿Es posible esperar la pascua y permanecer dormido, con sueño? Sí, puede suceder fácilmente. Y ¿Cómo despertar y volverse hacia sí mismo? Eso es imposible sin una conversión sincera. La conversión no puede suceder sin la oración constante y humilde. Para que en este tiempo sagrado de la Pascua podamos despertar, observemos las imágenes de la primavera. Cada yema es una historia de la vida sin contar. Cada germen, cada flor es un signo maravilloso ante nuestros ojos.

El hombre intenta a menudo, imitando la naturaleza, hacer flores, hojas, frutos, etc. Observando desde lejos estas imitaciones hechas por el hombre, tienes la impresión de que están vivas. Pero en cuanto lo toques con los dedos y observes de cerca, te darás cuenta de que es una imitación. Está sin vida. Solo Dios crea y da vida. Solo Él la renueva. Por ello, somos responsables de nuestras vidas. Estamos llamados a dar frutos. Y no podemos sin Dios. Es una gracia de Dios ser un cristiano fructífero. Eso no es una imitación de la santidad, del amor, de la bondad, sino un don de Dios dado a cada uno de nosotros. Aprende de las flores. Aprende de las criaturas más pequeñas y te enseñarán. Todo es milagro y todo habla de Él – su Creador. ¿Cómo es posible despertar en este tiempo de primavera, que escrutan la gracia y la luz pascual? Solo con la actividad interior. Empecemos con oración. Preparémonos con oración para la Pascua y el encuentro con Jesús.

Estos días todas las iglesias están llenas. Cada fiel quiere dejar su pecado, porque piensa: nuestro pecado es la verdadera muerte. Verdaderamente es nuestra muerte. Confesarse arrepentido y, como el hijo pródigo, decidir volver al padre. ¿Quien es el hijo prodigo, y quien el padre?  El pecador es el hijo prodigo, y el padre es Dios misericordioso que nos espera. Él no duerme. Él nos espera velando. Y siempre le conmueven nuestras lágrimas y es sensible a ellas. A nuestro arrepentimiento, a nuestra decisión   de permanecer fiel al Padre.  

A través del sacramento de la reconciliación, el Padre bondadoso y misericordioso nos abraza y nos introduce en su banquete. Ese banquete es la Santa Misa. La comunión pascual, que desde al Concilio de Letrán es un mandamiento de la Iglesia , es nuestro deber: alimentarse con la gracia de Dios, el alimento de la inmortalidad. Es la luz que brilla de las fuentes divinas. El cristiano, liberado de la muerte, saciado con la vida eterna e inmortal, recibe la luz de Jesús resucitado. Jesús se ha hecho hombre, ha muerto y resucitado solo para que todos los hombres se salvaran.

Esa verdad de la salvación y nuestra redención, nos lleva hasta su Corazón traspasado, del que lo hemos recibido todo.  Tomás, ese apóstol afortunado, poniendo su mano en el Corazón traspasado cayó de rodillas y, con arrepentimiento por toda su incredulidad, confesó: “¡Tú eres mi Dios y mi Señor!”.  Y desde ese encuentro empieza su nueva vida.

Eso le sucede a cada uno de nosotros cuando nos arrodillamos en el confesionario y, golpeándonos el pecho, encontramos la gracia y Su salvación. Esa es la luz de la resurrección y Su paz, la verdad que nunca pasa, que nunca pierde valor, porque es divina. Me abro a esa gracia y ella me asegura la vida eterna. Es decir, mi Dios está vivo, resucitó de los muertos y Él es mi paz. Él es mi vida eterna. Ya aquí, Él ha puesto en nuestra alma ese anhelo de la eternidad – de buscar la luz y de que nos giremos hacia ella. Ese no es un vacío deseo nuestro, o una frase de algún predicador poco elocuente, sino la verdad de Su Resurrección.

La Reina de la Paz ora por nosotros y por nuestra conversión, es decir, por la primavera de nuestra fe.  ¡Despertemos y sigamos despertando a los demás, y preparémonos para el encuentro con El! Aquí tenemos a las vírgenes sabias como la moraleja. Ellas guardaron tanto las lámparas como el aceite, esperaron despiertas al Esposo y a los invitados. Y entraron con Él en la boda. Y se cerraron las puertas.

Este es el tiempo cuando podemos despertar a los prójimos y ayudarles a echar el aceite en sus lámparas. Volvámonos en este tiempo santo y de gracias hacia el Resucitado y hacia su Madre, y reconozcámoslo en cada hermano nuestro.   



En este mes de primavera, abril, pediremos por las siguientes intenciones:

1. Por el exitoso y fructífero encuentro de este año. Para que la Reina de la Paz nos enseñe este año también como responder a su llamada y como vivir sus mensajes de una manera mas fructífera.

2. Por todos los miembros de nuestra hermandad, el grupo de oración Visitación, para que nos despertemos en verdad. Para que nuestro grupo crezca no solo en número sino también en santidad.

3. Por los videntes, los parroquianos, por todos los peregrinos, por los sacerdotes en Medjugorje y por los que acompañan a los peregrinos, que no hagan nada por costumbre, sino que vivan como testigos y prediquen la gracia de las apariciones de la Virgen.



¡Mis queridos hermanos y hermanas! Un mensaje y una llamada más, una oportunidad más, como la primavera, está ante nosotros. Demos gracias a la Virgen por todo. Oro a la Reina de la Paz para que nos enseñe todo, que esté cerca de nosotros y que nadie se aparte de ella.

Oro al Señor resucitado para que salga en nuestros senderos de la vida y en nuestros caminos y nos libere de todo miedo y apariencia. Que nos arraigue en su verdad de la resurrección.

Al final, a  todos vosotros os deseo ¡Feliz y bendita Pascua de la Resurrección!.



Mensaje del 25 de enero de 2009

“¡Queridos hijos! También hoy los invito a la oración. Que la oración sea
como la semilla que pondrán en mi Corazón, y que yo entregaré a mi Hijo Jesús por ustedes, por la salvación de sus almas. Deseo, hijitos, que cada uno de ustedes se enamore de la vida eterna, que es su futuro, y que todas las cosas terrenales les sean de ayuda para que se acerquen a Dios Creador. Yo estoy tanto tiempo con ustedes porque están en el camino equivocado. Solamente con mi ayuda, hijitos, podrán abrir los ojos. Hay muchos que al vivir mis mensajes comprenden que están en el camino de la santidad hacia la eternidad. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

¡Mis queridos hermanos y hermanas! Mientras mi corazón escucha con atención este mensaje, afuera está lloviendo. Ha estado lloviendo durante días y la lluvia se está tornando abrumadora, porque los horizontes están cubiertos con nubes plomizas, que firmemente remachadas al cielo helado del invierno, están descargando incansablemente su carga invernal. En medio del gorgoteo de la lluvia puedo escuchar la voz de la Madre y Su continuo llamado a la oración. Como una excelente maestra Ella nos guía a través de la experiencia con la naturaleza. Es decir, cuando esta lluvia cese y brille el sol de la primavera y el suelo se seque un poco, los campesinos y jardineros volverán a sus campos y jardines. Comenzarán a limpiarlos, preparándolos para el sembrado de primavera. Nutridos y cultivados, los suelos se abrirán y recibirán la semilla. Se darán todas las condiciones para que estas broten, crezcan y den frutos.

¿¡Que está pasando con nuestra oración!? Se está derramando como esta lluvia de invierno sobre suelo frío, cansado y saciado de la lluvia, que insoportable no sólo para nosotros, sino también para la tierra que se está inundando. Los ríos y los arroyos reaccionan con las inundaciones y sus cauces se rebalsan.

¡ No! Nuestra oración se está derramando en el MAS PURO CORAZON DE NUESTRA MADRE y mediadora de todas las gracias. Ella le entrega nuestra oración a Jesús con amor. Dicha oración como la semilla pura, dará sus frutos. Un sembrador no desparrama o tira la semilla en vano. El lo hace con responsabilidad y una gran esperanza de que va ha cosechar abundantemente.
Es de estos frutos de los que vivimos. Nuestra salvación y la salvación de nuestras almas es el propósito primordial de nuestra vida en la tierra.
¿!Puede un hombre salvarse si no ora!? ¡¿Puede la tierra dar fruto sino está labrada o si no ha sido sembrada!? La experiencia nos dice que eso no es posible.

Estar enamorados de la vida eterna no es una ilusión, no es un sueño falso, algo imposible, o irreal. Mientras está sembrando, el sembrador ya ve en su corazón las espigas del grano, espigas maduras que son el fruto de su sudor y el fruto de la tierra que él ennoblece entregándole su semilla con amor. De la misma manera un creyente – que junta sus manos en oración, a quién el amor lo llama a derramar sus alabanzas, y su amor al Señor – no está perdiendo el tiempo, no se está engañando a sí mismo como un adicto a las drogas en búsqueda de una sensación falsa, en lugar de eso el disfruta de la cercanía y la belleza de Dios con la mayor esperanza y paz, y desea que esta gracia jamás cese. El es como Pedro en el monte Tabor cuando estaba rezando con Jesús. El derramaba espontáneamente su alegría del corazón pidiendo quedarse en esa cercanía llena de gracia para siempre: ¡es muy bueno que estemos aquí, es tan lindo estar aquí, hagamos algo para vivir aquí …!

De la misma manera un hombre que ora, viviendo cerca de Dios, quiere vivir constantemente unido a El. Todas las cosas del mundo están al servicio de nuestra meta eterna. Todo es para nosotros y nosotros somos para el Señor. Debemos estar vigilantes todo el tiempo para no ser seducidos por el brillo de las cosas, programas, metas o valores terrenales. No debemos ponernos delante de una criatura y no ver al Creador. Todo lo contrario, todo tiene que servirnos para llegar al Señor y para servirlo a El. El es nuestro Dios y nuestro todo. Todo es inferior a El y a Su amor.

¡Piensen en todos los hermanos y hermanas que eligieron el camino equivocado! Nuestra Señora que nos ama, nos dice sin miedo que estamos en el camino equivocado, si hubiere alguna cosa que nos separara de Su amor.
Día tras día con su modo tan maternal Ella me ayudaría a abrir los ojos, amenos que yo elija el camino del error, el camino del pecado, el camino de la ruina. Jesús también nos habla de un camino ancho y fácil, en contraste a uno angosto y empinado que nos conduce a la meta final. ¡Qué importante para mí es tener los ojos bien abiertos!. Si un hombre ciego guía a otro hombre ciego, ambos se caerán al pozo – dice Jesús. Nuestra Reina de la Paz observa y ama; Ella sabe e intercede por todos nosotros para guiarnos al camino único y correcto que es el camino de la santidad, ése es el camino de la paz, ese es el camino que nos lleva a Jesús.

Cuánto necesito de tu ayuda, ¡Oh Reina de la Paz!, para que mis ojos se abran: los ojos de mi corazón, los ojos del espíritu por medio de los cuáles yo reconozco el otro lugar de la vida y de los valores terrenales. ¡Oh, qué perseverante debo ser para vivir diariamente Tus mensajes para que mis ojos se abran!

Cuán duro y escandaloso es escuchar a la gente que Te juzga, y que ni siquiera siguen los principios de Jesús: “Observad los frutos. Conoceréis al árbol por sus frutos, y distinguiréis entre los buenos y los malos.” El hombre que no ora, el que no ayuna, el que no escucha o lee la Palabra de Dios – ¿¡está ese hombre en condiciones para juzgarte a Ti o a Tus mensajes!?

Este mensaje también nos llama y nos instruye de una manera especial para entender qué significa vivir los mensajes de la Reina de la Paz. Meditemos durante todo este mes, este mensaje con el amor y la profundidad de nuestro corazón. Estamos llamados a la oración que fluye de nuestros corazones como la semilla viviente hacia el corazón de la Virgen, y ella se la presenta a Jesús, no en contra nuestro, sino para nuestra salvación.
Sin Su mediación, para nosotros no hay salvación. Jesús incluyó a su Madre en el plan de salvación, y nos dijo: “aquí está tu Madre”.
Necesitamos a la Madre. Sin Ella no podemos vencer a nuestro enemigo, el Dragón con las siete cabezas y los diez cuernos, como lo ve San Juan en el Apocalipsis.

¿¡Porqué Ella ha estado tanto tiempo con nosotros!? ¿¡Porqué estamos en el camino incorrecto!? ¿Cuál es el camino incorrecto? ¿¡Somos nosotros, como miembros de la familia orante, capaces de reconocer y distinguir entre el camino correcto y el camino incorrecto!? Vivimos en un mundo de valores falsos. Imagínense tantos falsos maestros que, desvergonzadamente, a través de las comunicaciones, nos enseñan y llevan a nuestros hijos a un camino de vida inmoral y permisivo. Observemos a estos maestros y a sus llamados hacia las distracciones mediante los cuáles nos despojan a nosotros y a nuestra familia de la dignidad y moral Cristiana y humana.
Observemos los maestros que nos muestran un modo de vida donde todo es permitido. Su camino es un modo de vida en el que no existe el pecado, donde no existe la conciencia. ¿Es posible que un hombre pueda construir su futuro, si crece sin Dios y Sus mandamientos, sin los dogmas o principios de la fé Cristiana?

Continuamente nos cruzamos con gente perdida, con gente que está desesperanzada, humillada y frustrada. ¿Cómo podremos ayudarlos? La Reina de la Paz nos dice: “Solamente con Mi ayuda podrán abrirles sus ojos”. ¡Oh cuántos hombres ciegos tenemos a nuestro alrededor!

Mi querida familia orante, sean las manos extendidas para todos los que están buscando ayuda. Permanezcan en oración y ayunando por todos los que han caído o están perdidos. Sean apóstoles y testigos para todos aquellos que están bajo la influencia de los falsos maestros, sean la esperanza de todos los que están oprimidos por el pecado de la adicción a las drogas, al alcohol, al juego del azar, a la fornicación, y al pecado del odio.
Sean al menos una pequeña luz para aquellos que están sumidos en la oscuridad del mal y están maldecidos. Les imploro que hagan más que antes por sus hermanos y hermanas, para que las siguientes palabras de la Madre puedan referirse a nosotros y a nuestra familia orante: “Gracias por haber respondido a mi llamado.”

Este mes oraremos por las siguientes intensiones:

1. Para que todos nosotros no sólo sepamos sino que sintamos que nuestra ciudadanía está en el Cielo, eso significa que cada uno de nosotros viva y trabaje para la eternidad. Que todos nosotros vivamos y demos testimonio de nuestra fé. Que esta vida terrenal esté al servicio de la vida eterna y celestial.

2. Que todos los peregrinos que están confundidos por declaraciones controvertidas de gente irresponsable, a cerca de Medjugorje y sus mensajes; que ellos puedan perseverar en la búsqueda de la Madre y encontrar las gracias necesarias. Por todos los miembros de la Nueva Comisión para que puedan ser guiados por el Espíritu Santo y encontrar toda la verdad y manifestarla responsablemente a la Iglesia.

3. Por todos los videntes y parroquianos de Medjugorje para que no dejen de ser la comunidad elegida, que tienen la misión de ayudar e inspirar con sus vidas a todos los que vienen a Medjugorje. Por todos los sacerdotes, los oradores y los confesores para que el Señor les dé Su luz, Su paz y el amor paternal para todos los pecadores y peregrinos.

Queridos hermanos y hermanas, mediante el ayuno y la oración abandónense al llamado de la Madre, permitan que Su palabra produzca un gran fruto en todos. Permanezco orando por todos ustedes, para que perseveren en el llamado y comprendan que estamos en el camino hacia la santidad, muy sinceramente su fra. Jozo

29 enero 2009, Siroki Brijeg

traducción: www.vamosamedjugorje.com.ar



Mensaje del 25 de diciembre de 2008

“¡Queridos hijos! Ustedes corren, trabajan y acumulan, pero sin bendición. ¡Ustedes no oran! Hoy los invito a que se detengan ante el Pesebre y mediten sobre Jesús, a quien también hoy les doy, para que El los bendiga y les ayude a comprender que sin El no tienen futuro. Por eso, hijitos, pongan sus vidas en las manos de Jesús para que El los guíe y proteja de todo mal. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

¡Mis queridos hermanos y hermanas, apreciada familia de oración!
Estas palabras las dijo la Reina de la Paz el mismo día de Navidad. ¡Cuanta aflicción,  tristeza y dolor irradian!

Aprendimos a vivir los días y las semanas, los meses y los años, como todos los demás PAGANOS O CRISTIANOS RUTINARIOS, que viven como si Dios no existiera.

Sí, Ella observa mi vida cotidiana, el comienzo de mi nuevo día, sea laboral o festivo. Cada uno de esos días es igual con mi entorno, con los demás, en los que no influyo. Y yo, en todo mi correr, tengo mis fines y mis medios de los que me sirvo para realizarlos. Yo no pienso ni cuento con la bendición. Yo no comienzo mi día con la oración y no pido bendición. Yo estoy seguro solo de mi trabajo, de mis resultados, de mis proyectos. En realidad, el correr que ha cogido mi corazón se parece a la disciplina atlética, a la que está sujeto todo competidor: comienzo, medición del tiempo, cumplimiento de las reglas, etc. Mi vida esta condicionada por las reglas de funcionamiento, por las normas del tráfico, por una normativa laboral; mi vida esta condicionada por la moda y la tendencia de los escaparates, de la pantalla del televisor y de distintas pasarelas. Esa postura hacia mi entorno excluye mi fe y esperanza en Dios, excluye toda bendición. No siento que Dios quiere actuar a través de mí y cambiar a los demás. Porque yo soy uno de ellos. Todos nosotros, cuantos nos conocemos, nos parecemos a los huevos de una misma cesta. Ahí cesa el apostolado y las capacidades de ser la sal, la luz y la levadura a esta generación.

Cuando oí como mujeres hablaban sin vergüenza como hombres, y con el cigarrillo en la mano, me quede mudo. ¡Cómo la mentalidad de éste mundo, de todo tipo de consumo y máscaras, ha llegado a marcar la ley de la comunicación y de la falsa apariencia entre la gente!

Todos nosotros estamos escogidos por esa carrera de la que habla la Reina de la Paz. Pero el creyente no tiene tiempo, el sacerdote no tiene tiempo, la mamá no tiene tiempo, el médico no tiene tiempo… nadie tiene tiempo. Todos corren. De tal manera que ni siquiera la misma persona sabe hacia donde ni por qué. Esa extraña enfermedad ha contagiado todas las clases y edades.

El hombre que ni tiene tiempo para el hombre ni lo encuentra, tampoco lo tiene ni lo encuentra para la oración. Observa y estudia a las personas que viven sin tener tiempo para su familia, para sus hijos, para sus amigos. Al final pierden a su familia y a sus amigos. Esas personas no oran. Constantemente dan pruebas de que no tienen tiempo para la oración. Nunca niegan a Dios, pero les gusta decir: “Yo soy creyente, pero no tengo tiempo para poner en practica la fe - no tengo tiempo para la oración”.

Esas personas no tienen éxito en la familia y se sienten frustrados dentro de su sociedad, fracasados en su vocación, sea cual sea. Son personas que, angustiosamente, repiten que no han llegado a acabar este o aquel trabajo. Sienten de alguna manera cómo han llegado hasta el punto cuando casi pueden alcanzar el fin, pero se les escapa en el último momento. Son personas difíciles que comienzan a buscar a los culpables de sus fracasos y empiezan a culpar a todos, comenzando por los más cercanos, en la familia, en el trabajo, etc. Esa carrera ha aumentado como la peste con la expansión de la técnica moderna y de las comunicaciones. El distanciamiento aumenta. Ahora, el hombre no recibe una carta que fue escrita a mano, y la mano esta ligada al corazón, sino un SMS, un mensaje que es pálido y casi vacío.

La carrera nos aleja a unos de los otros, y despedaza nuestra naturaleza: ser con los demás como un ser sociable, vivir, sacrificarse por el otro. Porque el encuentro con el otro me enriquece. Me acerca al otro y estoy seguro de que no estoy solo, ni olvidado. El hombre que corre, se cansa también, y como tal no quiere a los demás ni estar con ellos.

Trabajáis y acumuláis, y todo sin bendición. Palabra fuerte de la Madre. No puedo ignorarla. Una historia difícil de la vida, tanto como la verdad de muchos, atemoriza: “He trabajado sin parar y toda mi vida he cargado y acumulado, pero hoy estoy abandonado y sin bendición. Mi familia, mis hijos no lo reconocen, no ven, me consideran frustrado, etc.”. ¡Qué duro y doloroso es escuchar tantas lamentaciones como éstas. ¿Y por qué sucedió justamente lo que nadie desea? Pues porque nuestra vida y trabajo fue sin bendición. La bendición viene de Dios. Se derrama por medio de la oración sobre nuestra familia y nuestro trabajo. El hombre que corre y tiene prisa no encuentra tiempo para la oración, porque cuando más seguro se siente es mirando los frutos de sus propias manos, de su propio trabajo, de su habilidad y de su carrera.

¡Vosotros no oráis! Esa verdad es la enfermedad de la que ha enfermado nuestra familia moderna. Es el signo de que todavía no hemos creído ni aceptado vivir los mensajes de la Virgen. Uno de los mensajes al que nos invita la Reina de la Paz a vivir diariamente, es la oración del rosario. Orando aprendemos a orar. Orando atraemos a los demás a la oración, porque la oración trae frutos magníficos. Por medio de ella son bendecidas nuestras obras y nuestro trabajo, nuestro día y nuestra semana, nuestros campos y nuestros estudios, nuestra cruz y nuestro sufrimiento. En ningún lugar como en la oración familiar el hombre se siente tan débil y tentado, así que por el motivo más insignificante la prorroga o evita. Renovar la familia, la parroquia y la Iglesia es imposible sin la oración. Renovar la oración significa renovar la familia y la Iglesia. Igual que nuestros místicos dijeron que la oración es la respiración del alma, Ella también repitió esa verdad, esa experiencia de la Iglesia. Por consiguiente, el cuerpo esta vivo mientras respira. Porque está vivo tiene que respirar. Todo lo envenenado y tóxico, se echa fuera del organismo al respirar. Así a nuestra alma, por medio de la oración, se le otorga la frescura divina y su gracia, y se libera de malas costumbres y pecados. La oración transforma así al hombre. La oración siempre es fructífera. Si la oración no nos cambia nuestros a nosotros, entonces nosotros debemos cambiar la oración. La oración debe brotar de un corazón humilde y arrepentido. La oración comienza después de habernos reconciliado con todos y haber perdonado a todos, en el corazón y el alma. Es decir, es un acto de amor y de abandono total en la voluntad de Dios. La oración nos educa en la humildad y en la profunda fe en Dios.

El hombre que ora tiene tiempo y lo encuentra cada vez más para la oración, porque ama, porque sin la oración no puede vivir.

La llamada de la Madre en la Navidad -Hijitos, entregad vuestras vidas en las manos de Jesús para que El os guíe y proteja de todo el mal- es una llamada poderosa y tierna a la vez. Sin Él, todo es vacío, fracaso, esfuerzo vano y carrera inútil. Con Él, todo es bendecido y lleno de éxito. Simplemente protegido de todo el mal. Sin Él, mi vida no está llena de paz y quietud.

La Navidad es la fiesta que me enseña a abandonarme a Él y servirle. Por eso, la Madre invita a que nos detengamos ante la verdad del pesebre, del establo, de las puertas cerradas. Nos invita a que meditemos sobre Jesús, al que nos ofrece para que nos bendiga. Ella, la portadora de Dios a los hombres, como dijo hermosamente Benedicto XVI, ha dado a luz y ha traído a su Hijo para que nos bendiga e ilumine, para que podamos conocer con el corazón que el mundo, tanto como nuestra vida, sin Él no tienen sentido. Él se hizo hombre para redimirnos y salvarnos de toda maldición, y nos de su paz y bendición. Yo necesito su paz y su bendición. No quiero ser un hombre maldito sino feliz y bendito: padre, madre, sacerdote, hijo, trabajador, etc.

Este mes pediremos por las siguientes intenciones:

1. Para que cada uno de nosotros sepa compaginar el principio vital de los mismos santos: Ora et labora! (San Benito). Para que no cojamos el miedo y la fiebre de la “crisis” que anuncian los hombres que han construido, acumulado y corrido sin Dios. Igual que el trabajo pertenece a la dignidad humana, de misma manera le pertenece la oración.

2. Por nuestra familia de oración, para que renueve el fervor por la oración y el amor por el apostolado de la diaria oración del rosario.

3. Por la bendición y la paz en el Año Nuevo 2009 en el mundo, entre las gentes y los pueblos. Para que aprendamos de San Francisco -cuyo 800 aniversario de la fundación de la orden celebra la Iglesia-, a ser portadores de paz y divulgadores del Evangelio. Que de él aprendamos a orar y a glorificar a Dios.

Queridos hermanos y hermanas, este mensaje es una fuerte llamada y un signo para todos nosotros al comienzo de un año. Responde con amor y entusiasmo a esta llamada. Nosotros sentimos la necesidad  de responder a la llamada de la Reina de la Paz. Por ello, renueva tu voto y promesa. Por ti ora y se arrodilla tu fiel hermano,
Fray Jozo
 
En Siroki Brijeg, al 28 de diciembre de 2008.


¡Mi querida familia orante de la Visitación!
 
Si le debo una tarjeta de Navidad a alguien, entonces, ésos son ustedes, querida familia. ¿Porqué?

Estoy motivado e inspirado por el último mensaje en el que la Madre nos llama a orar incesantemente por la Paz y la Esperanza en nuestros corazones y en los corazones de todas las personas, especialmente los que comparten con nosotros el espacio de nuestra vida, de cada día, las preocupaciones y los problemas de la vida, las pesadas cruces.

Con este tiempo turbulento podemos ver un faro fantástico, más fuerte que la tormenta hacia la cual se dirige nuestro bote. En este tiempo de desesperación, una Estrella está brillando en el cielo.

Mientras todos están proclamando el miedo, y hablando de miedo y de crisis, Nuestra Señora no lo niega, pero una vez más nos llama como a su más confiable tripulación, a ser activos, a despertarnos y comenzar una fervorosa oración para que Jesús nazca en nosotros y en los corazones de todos. También hoy Nuestra Señora nos está invitando a orar más y con más fervor para que todas las personas que son arrastradas por las olas del miedo, de la crisis y de las preocupaciones puedan empezar a buscar a Dios. No en "Santa Claus", no en el "padre Helado" o el "padre de Navidad" (Papá Noel), no en el brillo de las vidrieras de los negocios o en la falsedad de tomar hasta emborracharse o ir a fiestas, pero sí en Jesucristo. Porque en esta crisis la palabra humana no tienen ninguna oportunidad. La palabra humana no tiene valor alguno, en la inflación o en la circulación es como dinero falso. Vemos y sentimos que sólo Jesús, Nuestro querido Redentor y Salvador de todos, puede traer Paz y Esperanza a este mundo.

Ciertamente éste es un momento histórico. En este tiempo el hombre a dado el paso más alejado de Dios, dándole vuelta la casa a Dios, apoyándose en ídolos y creaciones hechas por sus manos. Despertemos y vayamos a nuestras Misas temprano y a nuestros grupos de oración cada día y de esta manera ayudemos a todos a volver a Jesús.

Este es el tiempo de Jesús y de Su Madre. Este es el tiempo de la Navidad, en que se manifestó en el pequeño Niño de Belén. Este es el tiempo de nuestro sincero encuentro con El y con Su Madre. Este es el tiempo.

Entonces, hagamos uso de esto para la conversión de nuestros corazones y de nuestras familias, de nuestra gente y de la Iglesia y del mundo entero.

Como la estrella milagrosa que apareció en el cielo y guió a los astrólogos al lugar adonde estaban la Madre y el Niño; nuestra familia también es un signo de nuestro tiempo para nosotros y para todos los que buscan a Dios. Este es nuestro tiempo y el tiempo de nuestro apostolado.

Somos testigos privilegiados y signos en el camino de la Iglesia y del mundo donde la sal y la levadura, la luz y el sacramento de Ella están presentes.

Estoy feliz porque están derramando sobre el pesebre todas sus promesas y oraciones, todos sus cánticos y cantos, todas sus dificultades en el camino hacia la Madre y el Niño.

Gracias por haber perseverado en el llamado de la Reina de la Paz.

Gracias por no haber permitido que los falsos profetas los hagan vacilar, los Herodes de nuestro tiempo que están buscando al Niño para destruirlo.

Acérquense al pesebre y miren más detenidamente la pobreza y la humildad de nuestro Dios, y el Amor de Su Madre. Regálenles sus corazones y entréguense a ustedes mismos. Sean fieles a los mensajes y sean responsables ante los llamados de la Reina de la Paz que nos está acompañando en nuestro camino.

Mis queridos, les deseo a todos una feliz, alegre y bendecida Navidad, ¡la Santa Natividad de Jesús!. Que el nuevo Año 2009 sea rico y abundante en gracia para todos ustedes.

Demostremos que el timón de un futuro mejor y más alegre está en manos de los que oran y no en manos de los falsos profetas.
 
Mis felicidades y fraternales deseo de todo corazón para que ustedes y sus familias de su

Fra. Jozo
Siroki Brijeg, diciembre 2008.



Meditación del Padre Jozo sobre el mensaje del 25 de Agosto de 2008


¡Queridos hijos! También hoy los invito a la conversión personal. Sean ustedes quienes se conviertan y con su vida testimonien, amen, perdonen y lleven la alegría del Resucitado a este mundo en que mi Hijo murió y en que la gente no siente la necesidad de buscarlo ni descubrirlo en su vida. Adórenlo y que vuestra esperanza sea la esperanza de aquellos corazones que no tienen a Jesús. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!
 
  
¡Queridos hermanos y hermanas!

Después de la Novena por la Asunción de la Virgen María y de la celebración de su Fiesta – cuando verdaderamente se puede reconocer al pueblo de Dios, las personas íntimamente conectadas, tan unidas a través de las devociones y promesas a la Madre, cuando nuestros corazones rebozan de felicidad y agradecimiento por las gracias recibidas – la Reina de la Paz se dirige ahora a nosotros con un semblante serio y con mensajes profundos y significativos. Luego del Festival de la Juventud, después del retiro para sacerdotes, después de toda esa multitud de personas reunidas alrededor de la Madre, nuestros corazones quedaron asombrados  al escuchar las palabras: "También hoy los invito a la conversión personal." Esto significa que todos están llamados a la conversión personal. La conversión pertenece al pueblo de Dios – la Iglesia, como único camino al Señor. Es una máxima angelical para todos, que el hombre en su libertad puede ofrecer al Señor. Es decir, nunca podré amar ni imitar al Señor suficientemente. Nunca podré armonizar mi voluntad a la voluntad de Dios. Siempre tenemos dificultades y caídas que tienen su raíz en nuestro egoísmo, nuestra soberbia, y nuestra desobediencia a las inspiraciones del Espíritu Santo. Es por eso que la parábola del sembrador y la semilla es siempre aplicable. Todas las semillas que cayeron en tierra buena produjeron su fruto: el cien, el sesenta o el treinta por ciento. El treinta y el cien por ciento no son lo mismo. Si hacemos un esfuerzo, es decir, si cultivamos nuestros corazones y los alimentamos con la gracias a través de la oración y los sacramentos, nuestros frutos aumentarán. Por lo tanto, yo soy responsable por mi falta de frutos. Siempre podemos vivir con mayor gracia y por lo tanto con mayores frutos. Es por ello que agradecemos a los santos quienes en su humildad y con su sacrificio nos mostraron como dar mucho fruto.  La conversión personal es la respuesta de cada uno a la vida concreta mediante la cual damos testimonio de los valores evangélicos, cristianos y humanos. Nuestra Madre nos pide que demos testimonio de amor y de perdón. Dios es amor. Este es su nombre y su esencia. El creó todo por amor. El dotó al hombre de sus dones: la libertad y el amor. Aquel que no ama, no puede llamarse cristiano, o hijo de Dios. Aquel que no ama ha negado su propia naturaleza y su misión; ha destruido, aniquilado la imagen de su Dios en su interior. Carece de amor, es malo e infiel. Es un árbol estéril, un árbol muerto. Jesús nos manifiesta la plenitud del amor, la imagen divina del Padre amoroso y misericordioso. Este Padre perdona y nos invita a la reconciliación. El amor de Cristo, mostrado especialmente en la Cruz y en los Sacramentos, nos enseña que debemos perdonar, que una gracia especial habita en los corazones del cristiano cuando perdona: como lo hace Jesús, como lo hace el Padre. En toda la revelación emerge una maravillosa imagen de la misericordia divina. Hoy las personas van a los tribunales buscando justicia porque han sufrido la injusticia. Hoy encontramos familias arruinadas por el egoísmo, carcomidas por el orgullo, almas infelices que se acusan mutuamente porque no saben como perdonar. Es por eso que desde el principio la Reina de la Paz nos lleva delante de la Cruz del Señor para aprender de El. Ella nos asegura que en la oración ante la Cruz vamos a encontrar grandes gracias. "Los he redimido; ustedes me pertenecen. Son preciosos a mis ojos y los amo. Una madre puede olvidarse de sus hijos pero yo no puedo olvidarme de ustedes" – así dice el Señor a través del profeta Isaías.

En la Cruz, el Señor con su oración nos enseña: "Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen".

El mundo de hoy no sabe lo que es perdonar, por el contrario se acusan y odian mutuamente. La Iglesia está en crisis, porque no sabe como perdonar, porque no aprecia el amor y la paz. Nuestra Madre nos invita a contemplar la Pasión y la Muerte de su Hijo y su gloriosa Resurrección, que el hombre de hoy ha olvidado. De hecho, el hombre hoy vive como si Dios no existiera. Muchos cristianos no se diferencian de aquellos que viven sin fe y sin oración. Entonces, ¿dónde está el problema? ¿Acaso radica en Dios y sus mandamientos, revelación o sacramentos? No, el problema está en nosotros. Existen cristianos y sacerdotes como pastores que han leído, han estudiado y que conocen, pero que no dan testimonio con sus vidas. En sus homilías solamente polemizan y predican lo que ellos mismos no viven.

En nuestra comunidad de oración, reconocemos una disposición, que también es un punto de vista: "Yo hago oración pero no me preocupo por los demás." Recordemos esto: el conocimiento no implica una virtud. Conocer no es lo mismo que creer, es decir, vivir. Nos hemos comprometido a vivir los mensajes de Nuestra Madre. En la festividad de la Asunción de la Virgen María, nuestra Madre dijo al vidente Iván: "Los invito a vivir responsablemente los mensaje. Renueven la oración en la familia, y de esta manera ayudarán a los que están alejados de Dios"

La Reina de la Paz ve tantas personas indiferentes que no han hecho nada por sus vecinos, por aquellos que no conocen a Jesús, por aquellos que no han tenido la gracia de haber nacido en una familia cristiana y haber crecido en un ambiente cristiano. Hoy también, la única prueba de la fe es vivir en la fe y morir por la fe. Medjugorje es un lugar de encuentro de aquellos que están buscando a Dios y que dan testimonio de El con sus vidas... Medjugorje es una escuela viva y práctica de fe. Es por ello que produce los frutos de la conversión. El llamado a la adoración y honor del Santísimo Sacramento es muy importante. Esta oración y adoración de Dios humilde y bueno en el Santísimo Sacramento nos llena de paz y esperanza, de la que carecen aquellos que no lo conocen. La alegría, la fe, la esperanza y la paz, no se compra. No son el resultado de una propaganda sino el fruto de una oración profunda y en unión con Jesús.

Es tiempo de preguntarse uno mismo: ¿a cuántas personas he acercado a la Eucaristía, a la oración, a la vida sacramental con mi apostolado? Recordemos que ninguno de nosotros vive para si solamente. Es tiempo de despertarnos y reconocer que Medjugorje incluye el llamado a la conversión personal, que quiere decir morir a nosotros mismos y a nuestro egoísmo. Medjugorje es exigente y es por ello que muchos lo rechazan eligiendo un camino más fácil y confortable, escondiendo lo que dice la Iglesia.

Hermanos y hermanas, la Reina de la Paz nos habla de aquellos que no tienen a Jesús en sus vidas, en sus corazones, en sus matrimonios…
 
¿Quién me va  a ayudar?

Tomen la imagen del manantial. Todas la las casas obtiene su agua del manantial. El manantial no viene a la casa, sino que el agua del manantial es conducido a las casas, a las familias. Dios es nuestro manantial, y necesita de aquellos que lo lleven a todos los corazones. Dios nos necesita. Nuestra Madre nos necesita y necesita de los peregrinos. Con simplemente venir, nos estamos comprometiendo a llevar al Señor a aquellos que no lo tienen, y que no lo conocen. No existe un llamado mas sublime que éste.

Mis queridos hermanos y hermanas, todo comienza de rodillas con la oración. Vuelvan al llamado y a su compromiso.
 
Este mes vamos a orar por las siguientes intenciones:

Por nuestro grupo de oración, para que despierte y comience la conversión personal. Medjugorje no es una teoría, o un cuento de niños para niños, sino que es una lucha fuerte mediante la oración y la penitencia por cada alma.

Por los videntes que sufren tantas injusticias, para que sigan dando testimonio de Nuestra Madre con humildad, perdonando y amando a todos. Su llamado es el llamado de un profeta, para que puedan cumplirlo por la voluntad de Dios. Oremos por todos los miembros de la Comisión para que puedan reconocer las gracias que se han manifestado en Medjugorje de manera especial durante veintisiete años y dos meses, y para que puedan protegerlo con la intercesión las la Reina de la Paz.

Por todos los sacerdotes, obispos, peregrinos, para que no hagan de Medjugorje un lugar de turismo sino que preserven cuidadosamente la misión del testimonio. Oremos por todos los enfermos que buscan ayuda y consuelo, para que el Señor derrame generosamente sobre ellos todas las gracias a través de la Reina de la Paz.
 
Queridos hermanos y hermanas, mientras escribo esto para ustedes, estoy orando desde lo más profundo de mi corazón por cada uno de ustedes, para que perseveren en este llamado tan sublime: dar testimonio de amor y de perdón, llevar la paz y la esperanza a todos aquellos que no la tienen.
 
Con amor,
 
Fra Jozo
27.08.2008., Široki Brijeg



Meditación del Padre Jozo sobre el mensaje del 25 de Junio de 2008

“¡Queridos hijos! También hoy, con gran gozo en mi corazón, los llamo a seguirme y a escuchar mis mensajes.  Sean alegres portadores de paz y de amor en este mundo sin paz.  Yo estoy con ustedes y los bendigo a todos con mi Hijo Jesús, el Rey de la Paz.  Gracias por haber respondido a mi llamado.”

La alegría en el corazón de la Madre es fruto de la obediencia y respuesta filial a Su llamado.  Si miramos la Novena que hemos rezado en agradecimiento por los 27 años de Sus apariciones, y los innumerables dones que nuestra generación ha recibido, podemos ver que esta Novena fue una acción de gracias del corazón.  Pensemos en la gran cantidad de peregrinos que se preparaban con oraciones y ayunos para su reunión en Medjugorje. Era como un río de peregrinos descalzos que tenían una sola meta: responder al llamado de la Reina de la Paz y orar por Sus intenciones, por las necesidades de la Iglesia y por cada uno de los peregrinos. El corazón de la Virgen está lleno de alegría porque se han dado respuestas firmes y llenas de gracia.  Hay una multitud de grupos de oración que se reúnen y basan sus apostolados en los mensajes.  Hay variedad de revistas que llevan a cabo sus apostolados con palabras y fotos.  La Virgen nos llama a todos con alegría especialmente aquellos que han hecho la promesa y la han repetido en la Asamblea: Vivir los mensajes de la Reina de la Paz y dar fe de ellos con nuestras vidas.
 Desde el corazón gozoso de Nuestra Madre ha salido el llamado: “¡Síganme!”Pero, ¿Cómo?
¿Qué significa seguirla? ¡¿Qué más que imitarla, y perseverar en el camino con la Madre?!

Recuerdo a los videntes cuando eran niños.  Recuerdo cuando temblaban como ovejas ante la policía, los numerosos espías, las hostilidades directas. Ellos han crecido, pero las persecuciones persisten.  Satanás está constantemente tratando de conseguir la atención de sus seguidores, especialmente antes de los días grandes de gracias -para destruirlos, para mancharlos con sandeces y calumnias.
  
La Virgen simplemente cubre con su manto de amor maternal a todos sus admiradores y seguidores sinceros, para protegerlos.  Esto también sucedió así este año.
  
Nuestra Asamblea fue una reunión ante la cual las fuerzas del maligno han temblado.  Fue con gran poder y gracia que nos presentaron la Novena de las apariciones y esto nos llenó de más empeño y apostolado.
  
Pero, ¿Cómo es posible seguir  a Nuestra Madre si no recordamos lo que sucedió en Belén?  Todas las puertas [de los hospedajes y de las casas] de las familias estaban cerradas.  No había ni un lugar [donde quedarse]. Ella se pudo haber quedado toda la noche bajo un árbol al borde del camino, pero ¿qué hubiera hecho con el Hijo que iba a nacer?!  Ella no estaba desilusionada ni desanimada.  San José consiguió lo que ellos necesitaban, [un lugar donde pasar la noche], un establo.  Poco después de haber dejado el establo, comenzó Herodes a buscarlos para matar al Niño.  La huida era necesaria, a un mundo Árabe, a Egipto.  ¡Qué mucha humillación, qué mucha tribulación, qué mucha negación!
  
El Gólgota y la cruz.  Las palabras:  “¡He ahí a tu hijo!” y también, “He ahí a tu Madre.”  Desde ese momento el discípulo se la llevó a su hogar.  ¿No serán las apariciones una repetición de esta manera de actuar del corazón humano?  

Negaciones, desprecios, aseveraciones de sacerdotes que han dicho lo contrario -sin ver los frutos que nosotros vemos- haciendo pronunciamientos y juicios negativos.
  
Cuando pensamos en el futuro [de las apariciones] de la Madre, Reina de la Paz, pienso y siento que Su vida fue muy difícil y despreciada por muchos.  Así fue antes, y así también es hoy. Me pregunto con humildad en mi corazón: “ ¿Estaré listo para seguir a la Madre en Su camino?”  Tal vez he entendido superficialmente su llamado: “Sígueme,” o, “Ven conmigo.”  En la respuesta a este llamado se encuentra la gran sabiduría y grandeza de Medjugorje.  No en la cantidad de peregrinos y autobuses, el número de hoteles y de visitantes, sino en la cantidad de personas que quieren seguir a nuestra Madre y Reina de la Paz. Para muchos, el principio de este camino no fue arduo y lleno de espinas, sino tal vez fue algo más notorio.  Pero esto no es así hoy en día.  Hoy estamos concientes de que este camino por el cual seguimos a La Virgen de Medjugorje significa recibir sobre nuestros hombros un gran número de burlas, castigos, mofas y negaciones.  Esta es la razón para incluir en nuestras oraciones y sacrificios a todos los peregrinos con sus necesidades, sus promesas, y protegerlos con la esperanza y la oración ante Nuestro Señor y nuestra Madre.
  
Nuestro llamado no es solamente seguir a la Virgen, sino también escuchar Sus mensajes.  Si, esto requiere mucho trabajo, no sólo escuchar los mensajes como si fueran algo informativo, sino llevarlos a los demás como un modelo de vida. Medjugorje nos pide sacrificios y negaciones de todas clases, inclusive dejar a un lado nuestros deseos, ambiciones, carreras y demás.  Escuchar los mensajes implica que debemos ser un signo vivo de la Virgen.  Al igual que un huerto, después de la siembra produce frutos, esto no es una teoría ni un sueño deseado, sino una realidad. Un huerto necesita obreros que se sacrifiquen en el mantenimiento, cultivo y cuidado de la siembra y de esta manera no se dañará.
  
Mis queridos hermanos y hermanas,
Bueno, hemos decidido seguir a la Virgen y escuchar, mas bien, vivir los mensajes de la Reina de la Paz. Por esta razón es que siento más fuertemente la necesidad de recibir respuestas auténticas para vivir sin egoísmo y con dedicación los mensajes.  Los frutos son maravillosos. En estos días han venido sacerdotes de Moscú y de Corea y preguntan llenos de entusiasmo: ¿Qué tenemos que hacer?!
  
Escuchar los mensajes con el corazón, significa para mí vivir y perseverar en este camino sin interpretaciones y deseos arbitrarios, sino con dedicación y humildad.  Muchos escuchan o leen los mensajes pero no hacen nada en sus vidas, en su trabajo, en sus familias ni en la Iglesia.  Aquí es que aplica la parábola del Fariseo, vienen a Medjugorje, simpatizan con ella y la aman, pero tenemos que entender que el ser humano es débil y que tenemos que rezar aún mas fervientemente, para que sucedan milagros y conversiones en nuestras vidas.
  
Oremos por los sacerdotes. ¿Cómo puede alguien que no escucha, que no vive los mensajes, ni nada, escuchar confesiones y dirigir a los peregrinos?
  
Es aquí que surgen los grandes problemas en el corazón y el alma de aquellos que han escuchado el llamado.  Para que una persona caiga, sólo se necesita que un ateo escriba un artículo o diga palabras negativas. Pero nuestro llamado no es meramente que nos hagamos miembros de un grupo o comunidad, sino que empecemos a vivir los mensajes y a producir frutos. En este mundo sin paz en el cual no se acepta a Dios ni a Su gracia, Su Madre, Su Iglesia, ni los sacramentos, por ende, el hombre no encuentra la paz ni el amor. La paz y el amor no son cosas materiales que una compañía pueda importar ni exportar. Son un regalo de Dios.  Solamente aquellos que cooperan con Él y Le sirven, pueden brindar Sus regalos de paz y amor. Sin estos dones, el mundo es un desierto, incluidos America, y Europa y Rusia, y cada familia y cada alma. Nosotros hemos recibido el llamado de brindar y repartir con alegría estos dones. Si nosotros no sentimos simpatía por aquellos que tienen problemas o crisis, y que por esto se han quedado sin paz y sin amor, entonces no hemos entendido el mensaje. Hermanos y hermanas, este mensaje está dirigido a nosotros.  No a los periodistas ni a los medios, sino a nosotros los que vivimos el mensaje en nuestras vidas.
  
Querida Madre, gracias por tu bendición y tu amor.  Los necesitamos grandemente. Los necesitamos para poder ver y reconocer a todos los que Dios nos ha puesto en el camino como regalos para nuestras vidas.  Para que nadie se quede sin consolación y sin gracia.  ¡Gracias por tu estímulo!  Este mes vamos a orar por las siguientes intenciones:

1. Por todos los sacerdotes que van a ser ungidos y consagrados con el más grande de los dones, el sacramento del sacerdocio, para que puedan perseverar en el camino de la santidad y en la devoción al apostolado. Para que puedan abrirse a la Madre, o sea, que sean sacerdotes Marianos.

2. Por todos los niños y niñas que son llamados, o sienten el llamado del sacerdocio o la vida religiosa, para que puedan aceptar con entusiasmo y responder al llamado con sus vidas.

3. Por todos los sacerdotes que en estos días han venido a Medjugorje, a la escuela de la Virgen, para que el Espíritu Santo los ilumine y los llene de entusiasmo por el llamado y el camino de santidad.  Por todos los peregrinos que en este aniversario, y por nuestra familia de oración para que perseveren en vivir y testimoniar los mensajes.

Querida Madre nuestra, gracias por habernos hablado claramente una vez mas con tu mensaje de este mes.  Te hemos escuchado con el corazón y te pedimos que podamos vivirlo. ¡Danos tu bendición!
 

Los saludo y oro por ustedes,
Su hermano en la fe, fra Jozo



Meditación del Padre Jozo sobre el mensaje del 25 de Mayo de 2008

“¡Queridos hijos! En este tiempo de gracia, en que Dios me ha permitido estar con ustedes, nuevamente los invito, hijitos, a la conversión. Trabajen de una manera especial por la salvación del mundo mientras estoy con ustedes. Dios es misericordioso y concede gracias especiales, y por eso, pídanlas por medio de la oración. Yo estoy con ustedes y no los dejo solos. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”


¡Queridos míos!  Una vez más, desde lo más profundo del tierno cuidado y puro amor maternal nos llega este mensaje.

Pero no, no puedo llamarlo mensaje; es mucho más que eso, es algo muy diferente.  No es un mensaje que la Reina de la Paz me está dando, no, Ella me está dando un corazón, por medio del cual abre mis ojos para que yo vea que Su presencia entre nosotros es un regalo de Dios a todos Sus hijos. Ella se hace presente a nosotros con un permiso, o sea, con el poder y la fortaleza del Espíritu Santo, proclamando su Fiat hoy en el [Monte] Podbordo como una vez lo hizo en Nazaret.  No es un mensaje, sino las más gratas noticias.  Es el Evangelio- es el principio de un mundo mejor. Podemos sentir y escuchar las instrucciones del Arcángel Gabriel en Nazaret: “No tengas miedo, María, que gozas del favor de Dios. Mira, concebirás y darás a luz un hijo…” El mismo Dios que envió a Gabriel es el que está enviando a María, Virgen y Madre, y Ella nos llama a la conversión.  Esto es lo que Gabriel dijo: todo es posible para Dios, o sea, nada es imposible para Dios.

Sí, puedo convertirme por el poder del Espíritu Santo, por la misericordia de Dios y por el amor que abre los ojos de los ciegos, cura los enfermos y resucita a los muertos.  Mi Dios me puede convertir por completo, si yo lo dejo, puede cambiar mi corazón de piedra. El puede abrir mis ojos ciegos para que pueda verlo a Él en cada hombre, especialmente en los pobres y los que sufren.  Para verlo y reconocerlo a Él en todas sus criaturas, en todos los dones y gracias que nos da.  Sí, sólo Él puede hacerme escuchar su Palabra y seguirlo. Él puede convertirme y quitarme los vestidos de arrogancia y desobediencia a Dios y a Su voluntad; y puede vestirme con los vestidos de humildad y santidad.  Sí, Él puede hacer que mis palabras y mis obras lleven al camino de la paz y la santidad para todos.

Estas palabras cariñosas de la Madre afirmando que está con nosotros, con Sus hijos queridos, son la fuente de nuestra alegría y de nuestra paz. Por esto debemos escuchar este llamado de nuestra Madre y Reina, no como un mensaje, sino como una verdad para cambiar al mundo. “Los llamo de nuevo, hijitos, a la conversión.” ¿Habrá otro camino que Dios pueda ofrecerle a su hijo pródigo?  ¿Habrá otro puente hacia Dios que no sea por medio de la conversión?  ¡¿Sería prudente, después de todo, quedarse indiferente luego de haber escuchado este llamado hacia el único camino, la única alternativa, la única respuesta a todas nuestras preguntas y problemas?!

Por veintisiete años los videntes, peregrinos, parroquianos y todos los que aman y aceptan a Medjugorje se han dado a la tarea de trabajar para cambiar al mundo, viviendo literalmente Sus mensajes.  Mientras Ella está todavía con nosotros, debemos, con mayor entusiasmo y amor, tratar de cambiar al mundo, de convertir a todo el mundo.

La Salvación es un regalo de Dios, pero solo es posible gracias a aquellos que obedecen a Dios y a Su voluntad. El mundo de hoy parece un cuadro donde no existe Dios.  El hombre, como consumidor, se preocupa por los bienes y los productos, por las cosas materiales, y sólo piensa en cómo puede obtenerlos. El cuadro del mundo se ha quebrado.  La familia está rota y el hombre está perdido.  La gente ha escogido un mundo de placeres, de egoísmo, de la carne; en fin, un mundo sin Dios.

¡¿De dónde puede venir la luz a este abismo de oscuridad?! ¿Cómo puede escuchar la palabra el hombre que ya no quiere escuchar?

El mundo terrible de la tecnología esclaviza a las personas, los despoja de su privacidad, los desfigura, les roba el tiempo que deben tener para sí y para su familia. ¿Quién quiere vivir en un mundo de terror, desorden, egoísmo y alejamiento? ¿Cuál es la salida?

De rodillas, en oración.  Nuestra ayuda viene de Nuestro Señor.  Él necesita que nosotros le digamos que SI.

Dios es misericordioso y su misericordia es ilimitada, no la puede aminorar nuestro pecado.  Él ha venido a mostrar el camino a todos nosotros, aún a los que están alejados. Dios es amor que quiere curar nuestros corazones de la ceguera de nuestro exagerado amor propio. Él es la Paz que se nos ofrece para liberarnos de todas nuestras ansiedades y miedos.  Debemos escuchar nuevamente Su Palabra resonando en todos los corazones como la verdad de todos los tiempos. No temas, porque yo te he rescatado: te he llamado por tu nombre, te amo,  tú me perteneces. Tengo escrito tu nombre en la palma de mi mano.  Siempre estás presente para mí.  Eres valioso para mí y te amo.  Puede suceder que una mamá se olvide de su niño, de su pequeñuelo, pero nunca sucederá que me olvide de ti, que no me acuerde de ti.  Y cuando pases por el río, las aguas no se desbordarán; si caminas sobre el fuego no te quemará.  Porque yo estaré contigo.  Te amo… (Cf. Is 43)

Esta Palabra divina es la verdad. Es el Amor. Debemos responderle a este amor crucificado y entregado por completo. ¡¿Podremos realmente quedarnos de brazos cruzados ante este mundo que se desploma en la oscuridad del pecado y la violencia, la falta de Dios y la falsedad?! Existe un remedio para estas enfermedades, una respuesta para todas estas preguntas, una gracia para todas estas necesidades, existe un pañuelo para todas esas lágrimas.  Hay una llave para esta puerta cerrada donde se encuentra la paz y la felicidad, el amor y las bendiciones; es la oración. Esto es lo que podemos hacer para pedirle a Dios misericordioso por medio de la oración, todas las gracias necesarias. Porque en este mundo sólo puede orar aquel que siente con la Iglesia, con el Dios que murió para que nadie perezca, con Nuestra Señora que dice que Ella nunca nos dejará solos.

Esto es lo que mas nos mueve en nuestro llamado a la conversión y a cambiar el mundo.  Yo me siento responsable por este mundo.  Debo hacer lo que Ella me dice.  En Caná de Galilea María le dijo a los sirvientes que llenaran los jarros de agua y que hicieran lo que Jesús les dijera.  Yo tengo que avivar mi valentía y tomar esta decisión hoy mismo: escuchar literalmente a la Madre y hacer lo que sea que Ella nos pide. Sólo siervos obedientes y humildes podrán obtener las gracias necesarias para el mundo.  Esta clara y bella lección y petición de Nuestra Señora es la enseñanza del Nazareno en la cual debemos crecer.

Sean valientes y háganlo todo.  Comiencen a rezar y ayunar con nuevos brios para que el plan de Dios y de Nuestra Señora- la salvación del mundo- se pueda realizar.



Este mes oraremos por las siguientes intenciones:

Por los frutos que saldrán de nuestra asamblea y reunión en Široki Brijeg y Me?ugorje. Por el avivamiento de todos los miembros que se han unido a la Asociación por costumbre y han dejado de vivir los mensajes. Por todas las comunidades que no tienen un líder espiritual, para que Dios les consiga uno.

Por las vocaciones sacerdotales y religiosas.  Que nuestra Iglesia tenga sacerdotes santos y monjes y monjas santos.  Sí, ellos son los pulmones de la Iglesia.  Ellos son los pastores llamados a la vigilancia.  Son los maestros llamados a la santidad.  Este es nuestro llamado, a orar y a apoyarlos en todo.

Por todos los peregrinos que se están preparando para el aniversario #27 de las apariciones de Me?ugorje, para puedan conocer y encontrar a la Madre, Reina de la Paz.  Oremos para que los peregrinos y la oración de la Iglesia estén acompañados por signos que nos muestren la obra de Dios y Su plan. En primer lugar, la conversión, que es la reconciliación con Dios y el regreso a la oración y a los sacramentos de la Iglesia.

Mis queridos hermanos y hermanas, abran sus corazones a la Madre y adhiéranse a sus mensajes.

De rodillas comiencen a rezar el Rosario con el corazón por todo el mundo y por la conversión de todos.  ¡No tengan miedo!  Nuestra Señora los ha escogido a ustedes y está esperando por ustedes y por su respuesta.  Estoy orando para que esto suceda y les envío mis saludos fraternales,

Quedo de ustedes fielmente,

En Široki Brijeg, el 30 de mayo de 2008,   

Fr. Jozo Zovko, o.f.m.



Meditación del Padre Jozo sobre el mensaje del 25 de Abril de 2008

"¡Queridos hijos! También hoy los invito a todos a crecer en el amor de Dios, como una flor que siente los rayos cálidos de la primavera. Así también ustedes, hijitos, crezcan en el amor de Dios y llévenlo a todos aquellos que están lejos de Dios. Busquen la voluntad de Dios y hagan el bien a aquellos que Dios les ha puesto en su camino; y sean luz y alegría.
¡Gracias por haber respondido a mi llamado!"


Queridos hermanos y hermanas,

Muy respetados miembros de nuestra familia de oración “La Visitación”, La primavera está en su apogeo. Hasta los últimos capullos de los firmes robles y el suave lino, están empezando a brotar.  Todo ha florecido y todo canta en armonía la canción de la primavera. Todo habla de una nueva vida y un renacer.  Estas flores nuevas, hojas y capullos nuevos, muestran el amor y la vida.  El escurridizo sol de primavera, por un momento se esconde detrás de las nubes y permite que la lluvia le lave la cara a la tierra que florece.  Y nuevamente se muestra incansable con todo su resplandor y su amor.  Los cálidos y fervientes rayos besan las nuevas flores que brotan de la tierra.  El esplendor de los colores y la suavidad de los pétalos hablan de la grandeza de su gran Creador, quien esta primavera ha dicho nuevamente: “Háganse las flores” y estas nacieron. Las primeras violetas el Domingo de Ramos, los lirios, pensamientos, tulipanes y finalmente las rosas de muchos colores me llaman diciendo: “Tú también, ábrete a la gracia de Dios. Despierta de tu sueño de muerte.  Crece donde estás plantado.  Dios es tu sol.  Su gracia, Su Pascua de alegría y de paz son los rayos de Su calor y de su paz, que te llaman a crecer en Su amor.
 
Si aún la mas pequeña flor muestra la belleza de Dios y responde cuando crece y se despierta al sentir los rayos del sol, cuanto mas seré yo responsable de responder al amor de Dios, a Su gracia y a Su bondad de acuerdo con mi conciencia, a responder al amor mas grande con mi amor.  Cuando medito en las vidas de los Santos, me alumbran y me emocionan. La mas pequeña flor, una hoja de hierba, una hormiga, el universo, la sonrisa de un niño inocente, el sonido del viento en las ramas de los árboles, el canto de un ruiseñor, los rayos del sol en la mañana sobre una gota de rocío, el arco iris y sus maravillosos colores inspiraron a San Francisco de Asís a cantar y dar gloria a Dios.  Siempre él unía sus cantos de alabanza a Dios en la naturaleza, en todo lo que sus ojos, su corazón y su alma observaba y reconocía. En todo él veía la grandeza del Creador y veía escrito su Santísimo Nombre. San Francisco le pedía a la creación que nunca cesara de dar gloria al Creador y nunca dejar de cantar alabanzas a Él.
 
Muchas parábolas de Jesús se refieren a las flores, la hierba, los pájaros, la lluvia y el viento, cuando hablaba de misterios importantes, los cuales todavía no podemos entender. Los santos son diferentes a nosotros. Nosotros miramos con nuestros ojos, pero ellos miran con sus corazones. Mientras nosotros sentimos con nuestros sentidos, ellos experimentan con sus almas.  En verdad todo lo que ha sido creado es un misterio.  Yo no puedo crear ni siquiera la más mínima flor. El hombre puede hacer flores de imitación, con diferentes materiales: seda, plástico o papel.  El las puede pintar de diferentes colores y hacer que parezca una flor real. Mas sin embargo, hasta ahí llega su creación.  El hombre no puede infundir la vida a lo que crea con sus manos.  Su flor seguirá sin vida y no se puedo admirar lo que está muerto, sólo lo que está vivo.
 
El dilema continúa sin resolverse: ¿Cómo podemos llevar el amor de Dios a aquéllos que están alejados de Dios? El amor no se puede llevar por medio de la propaganda, por medios físicos ni por carreteras. El amor es el nombre y la naturaleza de Dios. Hay que tener un corazón que acepte en su interior al Amor Divino. Debo permitir que el amor crezca en mi interior aceptando abiertamente que la gracia de Dios actúe en mí. Debo renunciar a mí mismo para que ya no sea la persona de antes, sino que Jesús viva y ame por mí.  Esa es la plenitud de la sabiduría y el contenido de la conversión. Sólo los Santos pueden ser portadores alegres del auténtico de amor de Dios a los demás, cosa que no pueden lograr aquéllos que son manipuladores, impostores o hipócritas. Debemos ser imagen de Dios.  Vemos tantos a nuestro alrededor que están lejos y parecen extraños. Esto es una señal de que nunca han tratado de vivir como verdaderos Samaritanos misericordiosos. Un Samaritano misericordioso es aquél que tiene tiempo para los necesitados y los heridos. El ofrece primeros auxilios y da todo lo que tiene y lo que puede dar. El no se siente endeudado sino libre. Para él/ella, todo está reconciliado, todas las deudas pagadas. Si, eso es el amor en función.  Esto es lo que significa hacer el bien a todos los que El Señor pone en nuestro camino.
 
Nadie nos va a pedir nunca lo que ven que no podemos dar. Por esta razón, nosotros, la Iglesia de hoy, vivimos en una crisis continua.  No tenemos nada que dar a la sociedad de hoy. Muchos se parecen a los paganos de nuestros tiempos. Matan la vida por nacer sin ningún cargo de conciencia; rompen y destruyen la santidad del matrimonio Cristiano con el divorcio, a veces hasta más frecuentemente que los mismos paganos y no creyentes. Hoy en día, las familias que no van a Misa los domingos, que no oran juntos y que no dan a sus hijos una educación Cristiana, se han convertido, en realidad, en ateos.  Que triste suena eso de ser un Católico ateo.
 
¡Qué maravilloso es ver a los peregrinos en Medjugorje! Ellos regresan a la oración y continúan la oración en familia. Qué muchos de ellos regresan a los Sacramentos y a la vida de la santidad. ¡Cuántos de ellos no pueden imaginar su día o la educación de sus hijos sin la Biblia! Cuántos Anglicanos testimonian poderosamente que se han convertido a la religión Católica porque, en Medjugorje, han encontrado la Iglesia que perdona los pecados y que cree en la verdadera presencia de Jesucristo en la Eucaristía.  ¡Cuántos de ellos dicen que han encontrado la Iglesia, la cual, unidos a su Madre, ora y da testimonio de un nuevo Pentecostés!
 
Es triste ver a aquéllos que no tienen humildad, valentía o amor para observar los frutos.
Debemos mirar los frutos pues nuestro Salvador nos dice que si los frutos son buenos, el árbol es bueno. Si el fruto es malo, el árbol también es malo.  Nuestra Señora nos anima y nos llama a buscar la voluntad de Dios al comenzar nuestro apostolado de vivir los Evangelios, viviendo sus mensajes y viviendo la santidad.  Si nuestra vida produce muchos frutos, entonces aquéllos que Dios quiere enviar a nuestra vida, se cruzarán en nuestro camino.  Tenemos la obligación de ser testigos de amor para ellos. Le debemos la plenitud del amor hasta la muerte, hasta el mas grande sacrificio. Tenemos la obligación de ser luz para aquellos que nos necesitan y nos buscan.  Estamos obligados a ser alegría.  La oscuridad y la noche siempre engendran el miedo y los prejuicios.
 
Nuestro Señor es luz y nos dice que nosotros también tenemos la obligación de ser luz para el mundo.  El mundo busca la verdad, busca el amor.  Esto significa que ellos buscan los valores que se encuentran a la luz de la fe, que brilla a través de nuestro ejemplo de santidad y bondad.  Es por esto que los santos son alegres – porque siempre pueden dar algo y hacer algo por los demás.  Los santos son los más grandes benefactores de la humanidad y los mejores y más exitosos constructores de un mundo nuevo y mejor.
 
Este mes vamos a orar por las siguientes intenciones:

1. Por nuestra comunidad de oración, que celebra su 15mo. Aniversario de hermandad y oración con la Madre y la Iglesia alrededor del mundo.  Que nuestra Reunión Anual a fines de mayo sea nuestro Pentecostés y nuestro Monte Tabor, desde el cual llevaremos nuevas experiencias y nueva fortaleza para ser testigos de estos mensajes y del amor de Dios en el Espíritu Santo.

2. Por todos los jóvenes del mundo miembros de la Iglesia que sienten el llamado de Dios, para que respondan a ese llamado a la vida religiosa o la vida sacerdotal.  Por todos los que han respondido a ese llamado, para que puedan perseverar en él.  Por todos los sacerdotes, en especial por los directores espirituales de nuestros grupos de oración, para que el Espíritu Santo los inspire en la dirección de sus grupos con gran dedicación y entrega.

3. Por todos los peregrinos que se han sentido inspirados a venir a Medjugorje donde la Madre, para que puedan encontrar a la Reina de la Paz y seguir sus mensajes.  Que cada peregrino sea misionero en su familia y en su parroquia, sirviendo a todos con humildad y obediencia.

Queridos hermanos y hermanas,

Hemos recibido un cálido mensaje más de nuestra Madre, el cual lo pueden entender todos aquéllos que han entregado su corazón con devoción a la Reina de la Paz. Creo que esto se refiere a usted, y que Nuestra Señora nos habla a usted y a mi. No tengamos miedo de responder con valentía al llamado a pesar de todos los estorbos y sufrimientos. Yo estoy en oración de rodillas por todos y cada uno de ustedes. 
Con sinceros saludos de hermandad espero poder verlos en nuestra Reunión Anual.
 
Quedo de ustedes sinceramente,

Fr. Jozo Zovko, o.f.m.
Siroki Brijeg
30 de abril de 2008 – fuente: Florida Center for Peace



Meditación del Padre Jozo sobre el mensaje del 25 de Marzo de 2008

Mis queridos hermanos y hermanas,

"¡Queridos hijos! Los invito a trabajar en la conversión personal. Aún en su corazón, están lejos del encuentro con Dios. Por eso, transcurran el mayor tiempo posible en oración y en Adoración a Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar, para que El los cambie y ponga en su corazón, una fe viva y el deseo de la vida eterna. Todo es pasajero, hijitos, sólo Dios es eterno. Yo estoy con ustedes y los aliento con amor. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!"



No sé qué esperaban ustedes de la Reina de la Paz en este tiempo de Pascua de Resurrección.  Hoy, en el día de la Anunciación, la Reina de la Paz nos mira y reconoce lo que está en el interior de nuestros corazones, llamándonos a la conversión personal.  ¿Cómo estamos trabajando en nuestra conversión personal?
        
Ya ha pasado la Cuaresma y su llamado a la oración y la abstinencia. Sin embargo, nos debemos preguntar cuán sinceros hemos sido a este llamado de abstinencia. ¿A qué hemos renunciado?  Todas las familias que yo visité tenían el televisor prendido, con diversas escenas, sin darse cuenta de lo inapropiado que esto era para la Cuaresma. Frente a la Iglesia pasaban niños con las manos llenas de emparedados, meriendas y jugos.  En mi corazón surgía una pregunta: “¿Dónde está la abstinencia? ¿Dònde se aplica el mensaje de Nuestra Señora en nuestra vida diaria?”
        
La superficialidad y la falta de preparación para el Sacramento de la Santa Confesión y la Eucaristía demuestran nuestra ausencia y distancia del camino de la conversión.  Todas estas acciones, al igual que los cortos momentos de oración después de la Confesión y la Comunión, demuestran nuestra falta de consideración y una gran incapacidad en los momentos más íntimos con Dios y con Su gracia. ¿Qué es la Pascua de Resurrección para nosotros?  ¿Qué significa para nosotros la resurrección y la nueva vida?  ¿Somos fieles a la Reina de la Paz, o ha menguado nuestro interés en nuestra misión?  ¿Acaso nos avergonzamos de llevar a cabo nuestro Apostolado y de alertar a otros de la llamada que nos hace Nuestra Señora a la oración y la abstinencia?  Es evidente que hemos hecho muy poco.  En Su mensaje, la Madre nuevamente nos despierta, diciéndonos que estamos todavía lejos de encontrarnos con Dios en nuestros corazones.
        
Queridos hermanos y hermanas, nos percatamos de que Sus mensajes no son proclamados por un hábito ni accidentalmente.  Por el contrario, Nuestra Señora, como una Madre, mira nuestras vidas y la vida de nuestras familias. En este mensaje, nosotros mismos descubrimos cuán lejos estamos de la santidad y de la espiritualidad que Nuestra Señora ha cultivado en nuestros corazones por casi 27 años.  Es cierto que hemos visto la fiesta de la Pascua como un evento en el calendario, al igual que los Sacramentos que celebramos para esta gran fiesta de fe y de paz.  Pero ¿dónde está el encuentro con el Jesús resucitado en nuestros corazones?  ¿Por qué el Jueves Santo no atrajo a la mayoría de nosotros a la Adoración del Santísimo Sacramento?  ¿Por qué nuestros grupos de oración no están creciendo? Y ¿por qué algunos hasta se están reduciendo?
        
Nuestra Madre nos da la respuesta a todas estas preguntas en este mensaje, donde nos dice que todavía estamos muy lejos de encontrarnos con Dios en nuestro corazón.  Esta es la realidad y no debemos evadirla.  No debemos ignorarla y continuar como si nada.  Para poder encontrar a Dios en nuestros corazones debemos encontrar el tiempo y arrodillarnos ante El.  Debemos perseverar y venir regularmente los Jueves a nuestro programa de oración y Adoración.  Qué pocos son los que han entendido la gracia y la grandeza de la Adoración y de reunirnos en oración ante el Santísimo Sacramento. Por esto debemos preguntarnos desde lo mas profundo de nuestro corazón: “¿He entusiasmado a otros a orar y a Adorar cada vez que vengo?  ¿Cuántas veces he venido a orar sin sentir la necesidad del Apostolado de atraer a un hermano o hermana? No hay otro camino.  Nuestra Señora nos habla de esto en el día de hoy.  Ella nos llama a pasar mucho más tiempo en oración y Adoración del Santísimo Sacramento del Altar—para que El nos cambie, y para que ponga en nuestros corazones una fe viva.
        
Jesús es nuestro camino.  Pasar mucho mas tiempo con El, y ante El en oración, es una gracia que produce a una fe viva en nuestro corazón.  Esta fe, a su vez, nos inspira al amor y nos mueve a cumplir con el Apostolado.  Debemos ser honestos con nosotros mismos y darnos cuenta del poco tiempo, de las 24 horas del día, que nos dedicamos a rezar. ¿Cuánto tiempo rezo por mi familia? Si Nuestro Señor nos ha dado 24 horas en cada día, ¿Cómo puedo decir, entonces que no tengo tiempo para la oración? ¿Cómo nuestros hijos pueden encontrar tiempo para ver un programa de televisión que les gusta? ¿Por qué no hemos podido inspirar a nuestra familia a orar más tiempo todos los días? ¿Podemos dormir en paz cuando Nuestra Señora nos llama a rezar el Rosario todos los días—a rezarlo juntos y rezarlo con el corazón? Si yo siento que estoy perdiendo el entusiasmo y el amor por la oración y por el encuentro con Dios, me debo preguntar qué me está pasando.  No debo convertir la oración en una rutina o en algo que requiere esfuerzo.  Por el contrario, debo tratar de hacer lo que Nuestra Señora dice, que para mí, la oración debe ser “como respirar” – completamente normal y necesario.
        
Jesús, presente en el Santísimo Sacramento, cambia a aquél que Lo honra, que Le ora, que Le adora.  Ese cambio se manifiesta entonces en un crecimiento en la fe y el amor hacia Dios y hacia el prójimo.  Queridos hermanos y hermanas, este mensaje tiene el propósito de renovar nuestro entusiasmo por la oración y aumentar la cantidad de miembros de nuestra comunidad de oración. Por esta razón, me llené de alegría cuando vi que muchos de ustedes se quedaron en adoración y oración el Jueves Santo.  Sentí que nuestra comunidad de oración se unía en un solo corazón y una sola alma ante Dios.  Desde el fondo de mi alma le pedía al Señor que nuestros grupos de oración se renueven en una nueva vida y que crezcan grandemente, para que puedan verdaderamente experimentar el renacer de la primavera.
        
Queridos hermanos y hermanas, nunca digan que la oración es muy larga, o que nos hemos quedado en oración por mucho tiempo.  Siempre recuerden las palabras maternales de Nuestra Señora que son una señal de alerta: “Dediquen mucho más tiempo a la oración.”  Nunca le den las migajas o las sobras de su día a Dios.  Al contrario, ofrézcanle el regalo del mejor tiempo que tengan disponible, y en abundancia.  Que su tiempo de oración no sea corto, sino que penetre durante todo el día en su vida y en su trabajo.  La oración une a sus familias y las mantiene en paz.  Remueve toda maldad y tentación. La oración es una reunión con Dios en nuestro corazón.
        
Al reflexionar sobre este mensaje, creo que la Reina de la Paz insiste en nuestro Apostolado: la oración en familia, la oración en comunidad y la Adoración del Santísimo Sacramento.  Este mensaje nos recuerda nuevamente que no debemos regir o poner otras cosas antes que la oración y la Adoración.  Si nuestra Madre nos esta llamando con tanta persistencia y tanto amor, ¿cómo debe ser nuestra respuesta de amor al reconocer nuestro llamado y nuestro camino?  Este llamado y camino son correctos.  Tenemos que perseverar en este camino de los mensajes.
 
Este mes rezaremos por las siguientes intenciones:
 
1. Por todos los miembros de nuestra comunidad de oración, para que nuestra oración se convierta cada vez más en una reunión con nuestro Dios en el templo de nuestro corazón.  Para que aprendamos a orar con el corazón un poco más cada día.
2. Por los videntes y por nuestra comunidad de oración para que, con amor y responsabilidad podamos vivir los mensajes, siendo así testigos con nuestra vida del cambio en el mundo y en la Iglesia.  Por todos los peregrinos que sienten el llamado a la conversión, para que puedan encontrar la gracia y una gran inspiración en Medjugorje.
3. Por todos los enfermos y atribulados que se encomiendan a nuestras oraciones, para que encuentren la consolación y la paz.  Por todos los sacerdotes y obispos, para que puedan sentir la inspiración de la Reina de la Paz, y responder a Su llamado.
 
Queridos hermanos y hermanas, hoy la Reina de la Paz nos dice que está con nosotros y nos alienta con amor.  Sì, esta es también mi oración y mi deseo.  Estoy unido a ustedes al orar por ustedes y los animo a aceptar el mensaje de oración y Adoración del Santísimo Sacramento con un gran amor.
 
Con sinceros saludos de hermandad para ustedes y sus seres queridos, quedo de ustedes sinceramente,
 
Fr. Jozo Zovko, o.f.m.
 
Soroki Brijeg
27 de marzo de 2008



Meditación del Padre Jozo sobre el mensaje del 25 de Febrero de 2008

“¡Queridos hijos! En este tiempo de gracia, los invito nuevamente a la oración y a la renuncia. Que su día esté hilvanado de pequeñas y fervientes oraciones por todos aquellos que no han conocido el amor de Dios. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

Mis queridos hermanos y hermanas,

Hace un mes, Nuestra Señora nos dijo que estábamos comenzando un tiempo de gracia, la Cuaresma. Ese mensaje nos pareció muy cercano a nosotros y muy maternal. La Reina de la Paz nos comparó a la tierra labrada y alimentada en la primavera, lista para recibir la semilla que en el tiempo de cosecha, brindaría frutos abundantes. Ella nos invita a ayunar y a orar en la Cuaresma porque debemos decidirnos por lo que es bueno y noble, la santidad. Reconocemos con nuestro corazón, que la Reina de la Paz se mantiene en el mismo camino durante este tiempo santo. De nuevo le llama a este tiempo por su verdadero nombre: el “tiempo de gracia.” Es por esto que debemos ocuparlo con oraciones y renuncias.

En estos días recuerdo mi infancia y la Cuaresma de mi juventud. Nuestra gente de Herzegovina cambiaban grandemente su estilo de vida durante este tiempo. Escuchar la radio o cualquier otro tipo de música se consideraba inapropiado. La única canción que se escuchaba en nuestros hogares, en los campos, en las carreteras, en los pueblitos y en cualquier lugar de reunión, era “Nuestra Señora de los Dolores.” Las oraciones diarias eran mas largas y mas devotas, porque los versos de la canción nos recordaban la pasión y muerte de Nuestro Señor y Salvador según el Evangelio de San Juan. Brotaban lágrimas de nuestros ojos. La Cuaresma era también un tiempo de nuestro sufrimiento. Sentíamos nuevamente una gran compasión por la Madre y por Jesús, quien fue traicionado, insultado, flagelado y crucificado. Existía un ambiente de grandes sufrimientos, por lo cual nuestras oraciones penetraban aún más nuestros corazones y bendecían nuestro trabajo, inspirándonos a hacer mayores ayunos y sacrificios. La Cuaresma era además ocasión para leer las Sagradas Escrituras. Recuerdo como lloraba cuando leía la Biblia en voz alta a los demás, alumbrado por una pequeña lámpara de aceite. Todos me decían, “Tu puedes ver y leer mejor que nadie. Léenos en voz alta la Palabra.” Yo me sentía muy feliz en este ambiente de Cuaresma.

Todos los viernes y domingos hacíamos las oraciones del Vía Crucis. Las tristes melodías “Santa Madre escucha mi oración, renueva en mi corazón cada herida de mi Salvador crucificado”, llenaban de dolor hasta el corazón mas empedernido, y tranquilizaban a los revoltosos. Un gran esplendor espiritual y un sincero arrepentimiento constituían nuestra Cuaresma. Todas nuestras penitencias de Cuaresma llegaban a la cúspide el Viernes Santo durante la veneración y el beso a la Santa Cruz y a las llagas de Jesús.

Hoy día, entre nosotros, hay personas que no han conocido el amor de Dios. Vienen de familias donde hace mucho tiempo que no se reza. Familias donde se escuchan palabras groseras y discusiones. El alcohol y los domingos sin ir a Misa juntos los ha empobrecido y tratan de sustituir estas deficiencias con un diploma o una carrera política. Nuestro Señor nos dice que estas familias se han construido sobre la arena. Están destinadas a caer. Procrean víctimas del dolor y carentes de frutos. Le damos las gracias a Nuestra Señora porque nunca los acusa a ellos, ni a sus padres—ni tampoco nos acusa a nosotros por nuestras fallas. Por el contrario, nos invita a orar y a renunciar. ¿A qué tenemos que renunciar?

Antes que nada, yo necesito renunciar a mis críticas y acusaciones hacia estos individuos y sus familias. Necesito renunciar a mi complacencia y la convicción de que he hecho todo lo que podía hacer. Necesito renunciar a mi amor propio y a mi egoísmo que me ciegan como al sacerdote y al Levita del Evangelio, para no poder ver al pobre herido en el camino. Ellos lo vieron, pero con astucia lo ignoraron y lo dejaron atrás sin sentir ninguna culpa.

Debo renunciar a pensar que estoy rezando lo suficiente, y que lo que le doy a Dios es bastante. Debo pensar en como le estoy ofreciendo mis cosas a Dios. Nuestra Señora nos pide que hagamos oraciones cortas, y nos alienta a hacerlas fervientemente. Esto significa que lo hagamos con todo el corazón y con toda el alma. Necesito aprender “cómo” dar, no “cuánto” dar. También necesito renunciar a pedir por mi propia familia y mis seres queridos, porque mis vecinos y otras personas desconocidas son los que no han conocido el amor de Dios.

Esta Cuaresma quiero renunciar al ayuno falso. Muchos han renunciado a sus vicios, tales como el cigarrillo, el alcohol, las discotecas o los juegos de azar. Se preocupan de no decir palabras groseras y han renunciado a comer carne o algunos placeres; pero se pasan contando los días para que se terminen estas promesas y estos sacrificios interminables. Después de la Cuaresma regresan a sus vicios, malos hábitos, compañías y pecados. Debemos renunciar a esta clase de ayuno. Debemos eliminar estos sacrificios que no nos inspiran o que no nos preparan para el amor y el sacrificio duradero. El sacrificio no debe ser un tormento para uno, sino un acto de liberación de sí mismo y de su familia. El ayuno es positivo porque nos libera para hacer el bien.

Quiero renunciar al miedo de que estoy perdiendo el tiempo cuando se lo doy a mi Señor, a mi grupo de oración y a la Iglesia los jueves. Debo renunciar a mi pensamiento de que no se logra nada con la oración. Quiero renunciar a mis malos hábitos, profanidades, lenguaje grosero y la difamación. Debo renunciar a mi actitud superficial hacia los mensajes de Medjugorje. Quiero renunciar al impulso de ver los mensajes como si fueran sólo información, y al movimiento de Medjugorje como si fuera meramente un sensacionalismo.

Quiero vivir en servicio a Medjugorje, a la Reina de la Paz, y a Sus proyectos, viviendo los mensajes y cumpliendo con el Apostolado que incluye a cada uno de nosotros y nuestro testimonio con una vida llena de frutos.

Por esta razón, en lo que queda del tiempo de Cuaresma, voy a aprender oraciones pequeñas y fervientes, con las cuales pueda orar en mi trabajo, mientras conduzco mi automóvil, en mi enfermedad y en mis sufrimientos. Recitaré oraciones cortas y fervientes a Nuestra Señora, a Jesús, y a Su Divina Misericordia.

Recordemos a San Francisco de Asís, quien se paró en el medio de su ciudad a rezar. Recordemos a los Santos, quienes hicieron oraciones y jaculatorias por las cuales estaban siempre en presencia de Dios. Cuando llevo con mi corazón la luz a quienes me encuentro diariamente y que viven la fe de una manera distinta, esto provoca a la conversión y reciben la luz de la gracia. Si, verdaderamente quiero ser “la luz del mundo y la sal de la tierra.” Quiero ser verdaderamente la levadura que tiene el poder de elevar y cambiar la “masa” a mi alrededor.

Este mes vamos a orar por las siguientes intenciones:

Por todos los Cristianos, para que en esta Cuaresma puedan nacer de nuevo con la ayuda de los Sacramentos de la Reconciliación y la Eucaristía. Por todos los sacerdotes y confesores, para que puedan mostrar la imagen del Dios Padre bueno y misericordioso a los penitentes.
Por nuestra comunidad de oración, especialmente por aquellos grupos que han comenzado recientemente, para que tengan una guía santa y perseverante—un sacerdote que viva los mensajes de Nuestra Señora, y que la ame.
Por todos los enfermos y necesitados que se acercan a la Reina de la Paz y nos piden oraciones—para que se les escuche y encuentren consolación, salud y paz.

Mis queridos hermanos y hermanas, oro por cada uno de ustedes y de corazón me encomiendo a ustedes en sus oraciones. Los Seminaristas, nuestras reuniones con los peregrinos y nuestro testimonio son un Apostolado importante. La Reina de la Paz desea esto, y les agradezco con todo el corazón por sus oraciones para con nosotros y para que seamos perseverantes. Les envío mis saludos con un corazón de hermano y mis oraciones para que sean perseverantes en el llamado.

Mis más sinceros saludos,

Fr. Jozo Zovko o.f.m.
27.02.08 Srioki Brijeg



Meditación del Padre Jozo sobre el mensaje del 25 de Enero de 2008

Mensaje de María Reina de la Paz en Medjugorje del 25 de enero de 2008

“¡Queridos hijos! Con el tiempo cuaresmal, ustedes se acercan a un tiempo de gracia. Su corazón es como una tierra labrada y está pronto a recibir el fruto que germinará en bien. Ustedes, hijitos, son libres de elegir el bien o el mal. Por eso los invito: oren y ayunen. Siembren alegría, y en sus corazones el fruto de la alegría crecerá para vuestro bien, y otros lo verán y lo recibirán a través de su vida. Renuncien al pecado y elijan la vida eterna. Yo estoy con ustedes e intercedo por ustedes ante mi Hijo. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”



En la vida y el crecimiento espiritual de todo cristiano, de la Iglesia y de todo pueblo peregrino de Dios, es frecuente y común tener un período de gracia.  Un tiempo de gracia es un tiempo de especial cercanía de Dios hacia Su gente.  Un tiempo de gracia es un regalo a las personas débiles y sencillas, un don especial e inmerecido.  Este tiempo es para el hombre pecador – para aquel que con humildad en su corazón busca el perdón de sus pecados, el don de la fe, el don de la oración, el don de la reconciliación, de la santidad y de la humildad.  En este tiempo de Cuaresma, los que buscan esto lo encuentran.
 
Dios escoge ciertos lugares y tiempos de gracia, al igual que escoge ciertos individuos, oraciones y sacrificios.  Cuando el hombre reconoce esto y responde con un corazón contrito, cuando arregla su vida de acuerdo a esto y lo acepta, Dios responde a ese corazón abierto y arrepentido con una abundancia de dones y gracias.  Dios misericordioso acompaña estos tiempos, lugares e individuos y sus oraciones, con frutos y signos.
 
En la tradición de la Iglesia el tiempo de Cuaresma siempre ha sido un tiempo de gracia.  Este tiempo de gracia nos revela la imagen mas bella de Nuestro Señor Jesucristo en Su sufrimiento.  Frente a esta imagen es que los más grandes santos y místicos de la Iglesia han tenido su inspiración.  Algunos santos recibieron los estigmas y experimentaron un éxtasis especial cuando estaban frente a la Cruz en este tiempo de Cuaresma en actitud de oración, mientras meditaban en la pasión y muerte de Jesucristo.
 
Para todos los Cristianos, el tiempo de Cuaresma es un tiempo de regresar al Padre, como lo hizo el Hijo Prodigo en el Evangelio.  El profeta Ezequiel proclama que este es un tiempo de cambiar su corazón: “Les cambiaré sus corazones de piedra por un corazón nuevo, un corazón de carne.”  Dios dedica este tiempo al hombre como buen pastor buscando su oveja perdida, o como la mujer del Evangelio que perdió su dracma [moneda valiosa].  Nuestro Dios no se muestra indiferente cuando ve a su gente vagando por el desierto de la vida sin encontrar la salida.  Un tiempo de gracia es un tiempo que no se debe dejar pasar.  En el Apocalipsis, el Señor nos dice: “Mira que estoy a la puerta y llamo; si alguien escucha mi voz y me abre, entraré a su casa...”  Es una gracia estar en casa, escuchar Su llamada, abrirle la puerta y quedarnos en unión con El.
 
En este tiempo de primavera, Nuestra Señora abre las puertas de nuestros corazones con la imagen mas sencilla de la naturaleza – la tierra arada y cultivada, lista para recibir la semilla.  Si está limpia de toda maleza, alimentada y bien sembrada, producirá frutos especiales.  El fruto germina de acuerdo a la semilla que hayamos sembrado.  Si sembramos trigo, cosecharemos trigo.  Aquello que sembremos, cosecharemos.  En este mensaje la Reina de la Paz nos habla del fruto de lo que es bueno.  ¿De qué semilla crece este fruto?
 
El hombre, hecho a imagen y semejanza de Dios, sabe diferenciar entre lo bueno y lo malo.  Dios nos da la gracia y nos inspira por medio de la educación que recibimos de nuestra familia cristiana y de la Iglesia para escoger lo que es bueno.  Nuestra libertad nos permite escoger.  Nuestra decisión revela si estamos libres o esclavizados.  Con frecuencia reconocemos la debilidad que hay a nuestro alrededor y dentro de nosotros.  A menudo tomamos decisiones erróneas.  Muchas veces escogemos un bien menor y hasta escogemos el mal.  Nuestra debilidad es evidencia de nuestra esclavitud a las cosas materiales, al placer y a las bajas inclinaciones.  Es por esto que Nuestra Madre nos llama a rezar y ayunar, para que podamos ser libres, y en nuestra libertad, escoger el mayor bien.
 
Sin duda, nuestra generación de hoy ha perdido el sentido de lo que es bueno, y sin esto se encuentra en un estado empobrecido de una difícil crisis moral y espiritual. La felicidad no se puede adquirir por medio de drogas, alcohol, placeres o de un carro nuevo. No hay sonrisas en el rostro del que no tiene un corazón alegre y contento.  Un corazón alegre habla con los ojos, con palabras y obras de bondad.  La alegría le pertenece a quien construye su casa sobre una base firme, sobre la roca.  Una casa construida sobre la arena se cae.  Es una ilusión y una frustración tratar de construir nuestro futuro sin Dios, sin tener una experiencia sincera de oración y sin recibir los Sacramentos.
 
Podemos fácilmente percatarnos y percibir cuando una persona está desilusionada, ya sea en la carretera, en un salón de clases, en el trabajo, en la caja registradora, o en la Iglesia. De igual manera, la persona que está decepcionada, se percata con más facilidad de aquellas personas que son felices y cuya alegría se nota en sus ojos y brota de su interior por medio de una sonrisa.  Se muestra lleno de bendiciones, las cuales se desbordan sobre su familia, su lugar de trabajo y sobre todos los que le rodean.  La bondad es una bendición que no depende de las modas ni del prestigio material.  Se encuentra en aquellos que conocen a Dios.  Ellos poseen una gran bondad y llevan la alegría en sus corazones y sus almas.  Es por esto que se convierten en ejemplos vivos y verdaderos Apóstoles de la Alegría.
 
El llamado a renunciar al pecado y escoger la vida – la vida eterna – es un llamado común en tiempos bíblicos difíciles.  Josué, antes de entrar en la Tierra Prometida, le exige una decisión al pueblo:  servir a Dios o a los ídolos.  Todos decidieron servir a Yavé y abandonar los ídolos y el pecado.  El profeta Elías le cuestiona a su pueblo que dejen de vivir una doble vida—por un lado sirviendo a Dios, y por otro lado sirviendo a los ídolos.  Moisés alienta a su pueblo a escoger la vida y no la muerte –a renunciar al pecado.  Igualmente lo han hecho Jesús, sus Apóstoles y la Iglesia hasta el día de hoy.
 
El pecado produce el fruto de la muerte.  Es un mal que se dispersa como si fuera una plaga, envolviéndonos. Aumenta nuestras debilidades y nos domina.  El entorno en el que vivimos propicia este ambiente de pecado.  Los medios también nos manipulan porque nosotros se lo permitimos.  Es por esto que el tiempo santo de la Cuaresma es un tiempo de gracia en el cual la luz y la fortaleza del amor de Cristo eleva nuestra voluntad y nuestra naturaleza pecadora, y nos mueve al arrepentimiento, al dolor de corazón por nuestros propios pecados, y los pecados de nuestra gente.  Por esto debemos ayunar y orar para obtener una verdadera purificación.
 
Queridos hermanos y hermanas, la Cuaresma nos indica el verdadero y único camino que ha sido confirmado por las enseñanzas de la Iglesia. Debemos aceptar este camino de ayuno y oración, el Camino de la Cruz de Jesús y del Sufrimiento de Nuestra Señora. Es el camino de la lectura diaria de las Sagradas Escrituras y de una renuncia de espíritu al mundo vacío del entretenimiento, a la televisión y otras cosas similares.
 
Este mes debemos orar por las siguientes intenciones:

1. Para que todas las familias acepten los mensajes de ayuno y oración con su corazón.  Para que la oración sea renovada en nuestras familias – especialmente la oración del Rosario y la lectura diaria de las Sagradas Escrituras.

2. Por la conversión de todos los que maldicen y blasfeman.  Para que aquellos que han ignorado o han sido negligentes con su vida de fe regresen a la Iglesia y a frecuentar los Sacramentos.

3. Por el Santo Padre, el Papa, cabeza de la Iglesia, por todos los obispos, sacerdotes y religiosos – para que en este tiempo de Cuaresma puedan renovar su compromiso con Dios y con la Iglesia y para que su llamada a la santidad pueda producir muchos frutos.

Queridos hermanos y hermanas, al escribir esto pienso en las multitudes que se acercan a Medugorje y a la Reina de la Paz en esta Cuaresma para encontrar la paz perdida y la bondad, para encontrar su alegría y la ayuda que necesitan.  Oremos por todos los peregrinos, por sus necesidades y sus intenciones.
 
Los saludo afectuosamente y oro por ustedes.
Sinceramente,
Fr. Jozo Zovko o.f.m.

02/01/2008 Široki Brijeg



Meditación del Padre Jozo sobre el mensaje del 25 de Diciembre de 2007

“¡Queridos hijos! Con gran alegría les traigo al Rey de la Paz para que El los bendiga con su bendición. Adórenlo y dediquen tiempo al Creador, quien su corazón anhela. No olviden que están de paso en esta tierra y que las cosas les pueden dar pequeñas alegrías, en cambio, por medio de Mi Hijo se les regala la vida eterna. Por eso estoy con ustedes, para conducirlos hacia lo que su corazón anhela. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

Mis queridos hermanos y hermanas,
 
Este es un mensaje de Navidad y también es el último mensaje de este año. En el tiempo previo a la Navidad, fuimos testigos de nuestra preparación y de nuestro máximo esfuerzo y tareas para preparar el camino del Señor que estaba por venir. A todos los que han abierto sus corazones, la Santa Madre y Virgen quiere decirnos: “Con gran alegría les traigo al Rey de la Paz para que Él los bendiga con su bendición.” ¡Cuántos corazones han recibido este regalo precioso del Rey de la Paz en el Sacramento de Reconciliación y en la Santa Comunión!. Han recibido esto en completa unión con la Iglesia, que los ha preparado para abrir sus corazones a éste regalo – el Rey de la Paz – mediante oraciones, ayunos, las Misas Vespertinas y los sacramentos. Esta Paz y Alegría de Navidad brilla a través de los corazones que se regocijan.
 
Dichos creyentes son completamente diferentes a aquellos motivados por la compra de regalos para llevar alegría a sus corazones y los corazones de los demás. Dado que esto no es posible, una vez más, estos individuos se engañan y se desilusionan. Después de la fiesta, permanecen aún más vacíos y cansados. Esto no es la navidad. Les falta Jesús, el Rey de la Paz. Les falta Su Paz y Su Alegría, la que Él otorga para preparar los corazones, las familias y a la Iglesia.
 
La vida y corrida frenética inspirada y movida por la inclinación y el deseo que la meta es poseer y disfrutar, no ha sido jamás bendecida. De hecho, esto es en vano. Es muy triste reconocer y vivir cerca de alguien que sólo vive para las cosas. Nuestro corazón y nuestra naturaleza anhela algo superior, mayor que las cosas del placer. Nuestro corazones sólo pueden ser satisfechos y llenados plenamente por nuestro Creador, por Dios que vino como el Cristo, el Rey de la Paz.
 
Por esta razón, esta enseñanza tan cálida y Maternal es para cada uno de nosotros: “Adórenlo y dedíquenle tiempo al Creador a quién anhelan nuestros corazones”. Nuestras escenas de pesebres en las Iglesias y en nuestras casas no son decoración o folklore. Éstos son un lugar de oración y adoración al Rey y al Señor. Es tan importante para nosotros que encontremos el tiempo para orar y para agradecer Su nacimiento y nuestra salvación. Un pesebre que no reúne a la familia a orar es un signo vacío para nosotros y para nuestros hijos. Estaría al nivel de las falsas vidrieras y las ciudades iluminadas, que es una manera externa de mostrar su tradición pero no su fe, agradecimiento y amor hacia la Madre y el Niño que nos ha sido dado.
 
Nuestra Señora nos llama a adorar a Jesús, Nuestro Rey.  Desde el comienzo, Ella nos ha pedido esto en Sus Mensajes. Es por esto que nuestra comunidad orante en su programa vive de la Eucaristía y adora la real presencia de Jesús en el Santísimo Sacramento. Desafortunadamente, algunos miembros se excusan fácilmente y se liberan ellos mismos de la Adoración de los jueves o del ayuno de los miércoles y los viernes. En la Adoración estamos tan cerca de Él. Estamos a Sus pies, escuchando Su enseñanza de gracia y recibiendo Su Bendición y Paz. Nuestra vida y nuestro corazón anhelan a Dios. Cada vez que nos reunimos para orar, como reflejo del mensaje de la Reina de la Paz y en Adoración al santísimo Sacramento, le estamos dando un tiempo importante a Aquel a quién anhelamos.
 
Mis queridos, una vez más, Nuestra madre bondadosa nos previene para que no nos olvidemos que estamos de paso en este mundo. Es muy doloroso escuchar o hablar con una persona que actúa y vive como si jamás se fuese a morir o a rendir cuentas de su vida a Dios. Es muy difícil cuando nos encontramos con personas que, sumidas en su egoísmo, no sienten ninguna responsabilidad por los demás con quienes comparten sus vidas y dones y que no piensan en lo más mínimo en aquellos que vendrán después de ellos. Es por todo esto que hemos contaminado el aire que respiramos, que hemos envenenado la comida que comemos, y también envenenado la familia en la que nacimos y fuimos criados. Hemos envenenado la tierra, los corazones  y todo lo que hemos tomado con nuestro egoísmo como si sólo fuese nuestro. Si no tomamos conciencia de que solamente estamos de paso es este mundo, y que las cosas de esta tierra no son nuestra meta más valiosa, ciertamente nos hemos olvidado de la vida eterna y de la felicidad que no pasa que nuestro Rey de la Paz y Señor no ha traído y no ha dado mediante Su Nacimiento. Esto se refiere especialmente a la tecnología y al ofrecimiento de placer y de ocio. La Navidad no es un tiempo de placer y entretenimiento, es en realidad, un descubrimiento de lo que perdura y es eterno. Todo esto es un regalo para nosotros por el cuál deberíamos estar muy agradecidos. Deberíamos dedicar tiempo a los cantos, a la oración y a escuchar la Palabra de Dios para darle gracias al Señor.

De la manera más bella, la Madre nos explica que Ella está con nosotros para guiarnos hacia eso que nuestros corazones anhelan. Somos como un niño frente a una vidriera que se detiene delante de su juguete, su deseo soñado, tratando de forzar a su madre para que entre al negocio y se lo compre. Si no cumple su deseo, llora y hace un berrinche poniendo usualmente a su madre en una posición incómoda terminando así por ceder. ¿Cómo podemos pasar por este mundo de consumismo y de grandes ofertas cuando nos parece que de algún modo necesitamos de todo esto? Todos los demás tienen ese o aquel producto nuevo, entonces ¿porque yo no lo debería tener?
 
Déjenme compartir una historia con ustedes. Un ermitaño atravesó una ciudad. Pasó delante de todas las vidrieras y de todos los negocios. Disfrutó mirando todas las cosas lindas que la gente se compraba y se llevaba a sus casas. Se sentía agradecido con todo su corazón por todas estas cosas: por las hermosas ropas, los zapatos caros, por todos los productos alimenticios y por el abundante mercado de frutas y vegetales de todo tipo. Al finalizar el día oró diciendo: “Qué grandioso y bondadoso eres señor. Gracias por todas las cosas lindas que mis hermanos y hermanas están comprando. Gracias por todo pero especialmente por el regalo de sentir que yo no necesito de ninguna de esas cosas. Gracias porque yo soy perfectamente feliz y libre porque no necesito nada de lo que acabo de ver”. Esta es la libertad que necesitamos. Nos hemos hecho adictos a la tecnología y todas esas cosas onerosas convenciéndonos que no podemos estar sin ellas. Como consecuencia de ello, no somos libres.
 
El mismo día que Nuestra Señora dio este mensaje a través de Marija, Ella explicó a través del vidente Jacov, que no deberíamos buscar la felicidad en las cosas de este mundo pero sí deberíamos abrir nuestros corazones y aceptar a Dios.
 
En todo lo que tocamos dejamos nuestras huellas y un simple experto revelaría la identidad de la persona que ha tocado ese artículo. Sucede lo mismo con nuestros corazones cuando miramos los anuncios de la televisión, los diarios u otro medio de comunicación. Queda un sello bien definido de nuestra adicción o nuestra libertad. Dios quiere que seamos libres. Él no quiere que vivamos para las cosas sino que vivamos para Él; que es nuestra paz y lo es todo para nosotros. Perseveremos en la Maternal escuela de Nuestra Señora, no la rechacemos o llevemos al corazón superficialmente. Este mensaje se basa completamente en los Evangelios: “Jesús le dijo, si quieres ser perfecto, ve y vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás un tesoro en el cielo, y sígueme”. (Mt. 19, 21 – 22)
 
Este mes oraremos por las siguientes intenciones:
 
1 Por todos los Cristianos que celebran la Navidad, para que no hagan de ella un comercio, o la tomen como días de visitas y borracheras. Para que nuestras debilidades no transformen a Dios y a Su Gracia en una sombra de placer y celebraciones falsas.
2 Para que todas las familias cristianas puedan mantener y transmitir a sus hijos la verdadera educación  Cristiana y la tradición de celebrar la Navidad durante este tiempo.
3 Por nuestra Comunidad Orante y por todos los peregrinos para que seamos un buen ejemplo en la fe para todos, y que digna y humildemente podamos mostrar el camino correcto en el mundo actual. Para que vivamos decididamente los mensajes que darán el fruto tan necesario para la Iglesia de hoy en día y para todo el mundo.
 
Mis queridos, les ruego e imploro que no sean como este mundo con su mentalidad tan pagana, que trata de sacar a Cristo, Nuestro Señor y a Su Madre fuera de este mundo y de este tiempo. Respondamos al llamado al que fuimos invitados.
A todos ustedes les deseo un Año 2008 lleno de gracia y bendiciones.
 
Sinceramente suyo en cada oración y en cada bendición,
 
Fr. Jozo Zovko o.f.m.
27 dic 2007 – Siroki Brijeg



Saludo del Padre Jozo para Navidad, 25 de Diciembre de 2007

Mis queridos Hermanos y Hermanas,
 
Mientras escribo este saludo de Navidad para ustedes, siento tanta alegría y paz en mi corazón. Siento una gratitud sin medida hacia Dios y hacia la Reina de la Paz por cada uno de ustedes. Siento que cada uno de ustedes es un regalo de la Santísima Madre. En este saludo, como también en cada meditación, siento la imperiosa necesidad de expresar la grandeza de nuestro llamado y el haber sido elegidos.
Sí, fueron elegidos. Ella cuenta con ustedes. Nuestra Señora habla acerca de esto a través de sus mensajes. En este mundo sin la luz de la fe, la gente está perdida en la oscuridad de la desesperación y se confunde con desilusiones recurrentes. Sin Dios no hay salida. El hombre no es el que crea la puerta. La puerta es Nuestro Señor Jesús. La verdad que libera al hombre es su Revelación y su Palabra.
 
Nos ha pasado algo muy grave. Hemos abandonado el Camino – hemos abandonado a Jesús y a Su Iglesia. Le hemos dado nuestras espaldas en lugar de nuestros rostros al Señor. De esta manera, diariamente, aumenta el número de los que están desilusionados y perdidos. Si observamos detenidamente como esos individuos festejan la navidad, descubriremos que ello no esperan a cristo; en lugar de eso compran regalos y hablan de Santa Claus. (Papá Noel). Estos individuos tratan de convencerse de que forman parte del mundo que festeja y cree en Dios, pero de hecho no es así. Estos individuos también se casan y preparan las más solemnes fiestas de casamiento mientras el Sacramento que consagra su amor es abandonado. También tienen hijos pero dejan que cualquiera se los críe. Al final se dan cuenta de que esa vida no tiene valores y carece de una meta; que es una vida que no da fruto. Nuestra Señora se está apareciendo en estos momentos tan difíciles cuando ciertos individuos manipulan sin escrúpulos a la mayoría de la gente mediante los medios, especialmente la televisión. Ellos crean la opinión pública imponiendo su propia medida de la moralidad y promoviendo falsas libertades que transforman el egoísmo y el placer en esclavitud.
 
¿Cómo es posible cambiar este estado negativo del mundo actual?
¿Cómo es posible dar testimonio de que Dios se hizo hombre y nos redimió? ¿Cómo es posible ofrecer Sus Enseñanzas y Su Camino para encontrar la paz?  Con los mensajes recientes la Reina de la Paz acentúa nuestra responsabilidad hacia el mundo que no tiene paz, que está sin Dios y sin fe. Estamos con ella en este mundo. Somos enviados a llevar la luz a esta oscuridad. Somos llamados a ser paz en medio de esta inquietud (falta de tranquilidad) y a ser apóstoles en el Valle de Babel. Nuestra Señora no dijo nunca: escriban artículos, hablen a través de los medios o algo parecido. Ella nos llama a responder al llamado y ser signo y una gracia para los demás.
 
¿Cómo llevaremos a cabo esto? Nuestra Señora nos dice que esto se puede hacer dedicándole tiempo a Dios para que Ël nos pueda transformar. Debemos experimentar nuestra propia transformación. Creo firmemente en ésta transformación. Como yo lo veo, en primer lugar, Medjugorje es esta gran transformación del corazón humano, de la vida, de la familia y del mundo. Sé que la conversión es posible. Debemos crecer hasta que lleguemos a sentir la necesidad de la conversión; hasta que nuestro anhelo se convierta en oración y en sacrificio por el regalo de la conversión.
 
Diariamente me encuentro con miembros de nuestra Familia Orante  alrededor del mundo. Me siento tan complacido de escuchar testimonio de aquellos que dicen que aprendieron a orar y a leer las sagradas Escrituras de su compañero de oración, o de cómo su compañero de oración los ayudó a resolver los problemas de sus vidas.
¿Cómo podemos ayudar a los jóvenes, a las familias y a los enfermos? En mi corazón, reconozco como la Reina de la Paz, a través de este tiempo de apariciones, ha tocado (mencionado) todos nuestros problemas y nos ha dado respuestas a todas nuestras preguntas. Nuestra Señora nos pide ejemplos prácticos en nuestras vidas, para que podamos realizar nuestro apostolado viviendo sus mensajes. De este modo, la experiencia de la Iglesia ha sido confirmada – nuestro cambio comienza cuando nos ponemos de rodillas, orando delante de Nuestro Señor.
 
Queridos Hermanos y Hermanas, situados entonces frente al Misterio de la navidad, retornamos a casa – dentro de nuestros corazones - para escuchar al Señor diciéndonos: “me detuve delante de la puerta y golpee…. Si alguno escucha mi voz y abre la puerta, yo estaré y cenaré con él y el conmigo.” (Rev. 3 : 19) El Adviento significa que Dios está golpeando o llamando a nuestra puerta y escucha nuestra atenta respuesta. Nuestra Navidad es para abrirle al Señor en el momento que llama, que El llega y golpea.
Nuestra Navidad es para entrar en oración y ayuno vigilante esperando al Señor a Su Madre: “ Ven Señor Jesús” ( Rev. 22:20) La Navidad es nuestro Día de Fiesta. Es el encuentro más amado con la Madre que nos trae a Jesús. Junto a Isabel, sentimos la plenitud de este regalo mientras nuestros corazones exclaman con la alegría de la Navidad. “La Madre de Nuestro Dios y de Nuestro Salvador ha venido a nosotros”.
 
Nuestra Querida Madre, estamos aquí ante el pesebre, ante el misterio del amor. Deseamos adorarlo y darte los regalos de nuestros corazones: nuestras oraciones, nuestro ayuno, nuestras peregrinaciones, nuestras novenas y nuestras buenas obras de misericordia ( de caridad). También te ofrecemos como regalo nuestras debilidades y pecados. Te ofrecemos nuestras familias y nuestra Familia Orante para que continuemos viviendo el apostolado al que fuimos llamados con amor – viviendo Tus mensajes. Ponemos ante Ti y te ofrecemos a todos los peregrinos y las personas de buena voluntad que peregrinaron aquí este año para visitar el lugar que vos elegiste. Gracias por todas las conversiones. Gracias por todos los sacerdotes y por todos los Sacramentos que fueron administrados. Gracias por el Monte de las apariciones, nuestro Monte Tabor, donde todos nos sentimos bien. Ayúdanos a dar testimonio y a acompañar el camino de conversión de cada corazón. Gracias por el Monte de la Cruz, el Calvario, donde también este año, millones de peregrinos te acogieron como suya, como lo había hecho San Juan. Te ofrecemos en nuestras oraciones a todos los peregrinos enfermos y a todos aquellos que han sido sanados y se han convertido en un signo de Tu presencia.
 
Querido Jesús, Nuestro Rey Recién Nacido, que esta Navidad nos traiga a todos una gran paz, alegría, bendiciones y amor. Que estos días de Fiesta Santos le abran la puerta al Año Nuevo 2008 para que sea un tiempo de bendiciones y un tiempo de gracia para todos.
 
Hermanos y Hermanas, a medida que la navidad nos llena de esperanza y paz, oro por cada uno de ustedes. Arrodillado ante el pesebre invoco la bendición de paz y bien sobre todos ustedes. Oro también por su paz y perseverancia en su llamado.
 
En nombre mío y en nombre de todos mis colaboradores, con todo mi corazón, les deseo una Feliz y Bendecida Navidad y un Año Nuevo lleno de Bendiciones.
 
Muy sinceramente suyo,
Fr. Jozo Zovko OFM



Comentario del Padre Fr. Jozo Zovko, 25 de Noviembre de 2007

Mensaje del 25 de noviembre de 2007
“¡Queridos hijos! Hoy, cuando celebran a Cristo Rey de todo lo creado, deseo que El sea el Rey de sus vidas. Solamente a través de la entrega, hijitos, pueden comprender el don del sacrificio de Jesús en la cruz por cada uno de ustedes. Hijitos, dediquen tiempo a Dios para que El los transforme y los llene con Su gracia, de tal manera que ustedes sean gracia para los demás. Yo soy para ustedes, hijitos, un don de gracia de amor que proviene de Dios para este mundo sin paz. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

Mis queridos hermanos y hermanas,

Los invito a que nos sumerjamos profundamente en este mensaje, que a primera vista, parece simple y nos parece que ya lo hemos comprendido. Sin embargo, es muy exigente e integrador porque abarca la esencia del Evangelio y la existencia fundamental del individuo y de la Iglesia.

Principalmente, es necesario despertar la fe en Jesús, que es el Rey de todo lo creado. La todopoderosa Palabra de Dios creó todo y luego se hizo hombre. Toda la creación es redimida. (Col1 14 – 20)

Sí, como cristiano sé quién es mi creador. Sé quién es mi Redentor y a quién pertenezco. Entonces, Cristo, el Rey, con Su poder y Amor divino destruye todos los ídolos y los falsos amigos y redentores. Sé que sólo El es mi Dios y mi todo. Sé que mi corazón no descansará o encontrará la paz sino descansa en El. Es por esa razón, que mi vida servirá sólo a El y sólo para El mi alma vivirá. También es por eso que sólo tengo un anhelo – el de darme completamente a El y pertenecer a El. El ha demostrado Su amor mediante Su sacrificio y Su entrega completa; a través de su abandono para que yo tenga paz, por mi salvación y vida eterna.

Con todo mi ser, deseo entrar en el centro de ese Amor y deseo responder al máximo desafío de amor. ¿Cómo puedo hacer esto? Es mediante mi entrega. Nuestra Señora nos dice que sólo dándonos seremos capaces de comprender el regalo que Jesús nos dio a cada uno de nosotros con su sacrificio en la Cruz.
Sí debemos responder al Amor con amor. Y no hay mayor amor que éste: dar nuestra vida por nuestros amigos. Nuestro Señor simplemente nos dice: “Ustedes son mis amigos”. ¿Cómo responderemos entonces a esta gracia con nuestra vida y cómo la viviremos? La Reina de la Paz nos dice que es mediante nuestra entrega. Nuestra entrega es el comienzo de este camino de fe y de amor. Ella también nos dice qué es lo que debemos entregar; “Hijitos, entréguenle tiempo a Dios”.

Hoy debo comenzar con el primer paso: Debo encontrar tiempo para Dios. Tan frecuentemente escuchamos la muy usual y vacía excusa: “No tengo tiempo”. La familia está perseguida por los programas de televisión que hacen propaganda y ofrecen algo para cada uno de ellos. Luego de esta perseverante y exitosa manipulación, nos sentimos presos: debo seguir tal o cual programa o serie. Sin darnos cuenta, nos convertimos en esclavos, atados a la televisión, a los periódicos o a algo similar.

¿Cómo podemos liberarnos de ésta atadura? Dándole tiempo a Dios. Mi primer paso debe comenzar con una firme resolución – encontrar tiempo para la oración, encontrar tiempo para escuchar la Palabra de Dios y encontrar tiempo para estar a solas con El, en el silencio de mi corazón, en los Sacramentos, en mi cruz y en mis pruebas. Sin darle este tiempo al Señor, hoy y cada día, sin pasar tiempo con El, no puedo avanzar en la santidad. Así, mi fe se convertirá en un debate, una crítica o un cálculo angustioso de cuánto he servido o invertido en comparación con lo que he recibido o no he recibido. Ese no debe ser mi camino. Ese no debe ser el camino por el cual la madre me guía hoy con sus enseñanzas y su mensaje. Deseo contemplar a mi Rey y llegar a conocerlo. El camino más corto es mirarlo a El y escucharlo a El cuando me habla desde su trono, la Cruz.
Sí, finalmente debo entender que Dios es Aquel que puede transformar mi corazón y mi vida. Finalmente, debo comprender que El y sólo El, puede llenar mi corazón de gracia – con El mismo. Ese regalo de gracia va a abrir los ojos de mi corazón para que pueda ver y distinguir entre el amor y el egoísmo ciego: para que yo pueda conocer el bien y diferenciarlo de mi astucia. Finalmente, guiado por el Espíritu Santo, llego a descubrir que la Cruz es mi libertad, mi camino, mi vida, mi paz y mi fuerza.

El poder del amor de Dios que no cesa de fluir desde la Cruz no solamente va a transformarme y cambiarme, sino que me ayudará a completar el rol básico de la Iglesia – de ser un apóstol dispuesto para los demás y de dar un buen ejemplo a todos, concientemente y con amor.

Mis queridos hermanos y hermanas, debo admitir con sinceridad, que la declaración de Nuestra Señora en su mensaje, me sacudió profundamente cuando decía que Ella es un regalo de gracia y amor, que viene para nosotros de Dios, para este mundo sin paz. La más santa y humilde Madre no tiene miedo de decirnos la verdad acerca de su misión. Ella es un regalo de gracia, un regalo para nosotros. Ella nos hace bien a todos. Ella nos trae a Dios y a Su Gracia. Ella es el Arca de la alianza. Ella que es llena de gracia, nos da el regalo de su presencia y con Su ejemplo nos inspira y nos guía hacia todo lo que es bueno.

Ella es un regalo que no puede ser ganado (recibido por nuestros méritos). Ella y su amor son simplemente regalos para nosotros, pobres pecadores. Es por eso que su vida es como el arco iris de Noé proclamando que no habrá inundación. Ella es un signo de que la vida esta presente aquí en la tierra.

Sí, Ella es un signo de que el hombre ha recibido una bendición en esta tierra; que él tiene la gracia y la salvación. Ella es un signo que muestra que el hombre jamás será maldecido en la tierra otra vez porque existe el regalo de la gracia y de amor que viene de Dios. Ella no sólo nos ofrece y nos otorga a Dios sino que también nos guía hacia El. Dado que Ella es un regalo y un signo para todos, Ella nos pide que también nosotros seamos gracia para los demás.
 
Esta es la fuerza de un cristiano. El no es un signo pálido o una mera información acerca de Dios, él es un portador de la gracia para otros. Por ésta razón la misión de la Iglesia está cerca de nosotros – y es la de hacer que todos los hombres sean Sus discípulos.

Este mensaje es muy querido por mí y está muy cerca de mí. Más aún, es otra inspiración para que los cristianos actúen según el Evangelio y sean sus testigos. Dentro de este mensaje comenzamos el tiempo de Adviento. Este es un tiempo de preparación y espera de Nuestro Señor Jesús. Esforcémonos para dar todo de nosotros para ser una gracia para los demás y para ser una inspiración para todos los que buscan al Señor. La Navidad  es más que una costumbre o una solemnidad tradicional con velas y decoración. La Navidad  es la aceptación del Señor y de Su Madre. Este mensaje llama y golpea en nuestros corazones como lo hizo en las puertas de Belén que permanecen cerradas a eso cada día. Abrimos nuestros corazones mediante la oración, el ayuno, las buenas obras y la santidad de vida. Sin Jesús no existe la Navidad. Sin Su Madre no existe la Navidad ni tampoco Sus regalos. Abrámonos y llevemos a otros a abrirse a estos regalos.
 
Este mes oraremos por las siguientes intenciones:

 
1. Por todas nuestras familias cristianas a fin de que este Adviento puedan abrirse al Señor y a Su Madre mediante la oración y los Sacramentos. Por todas las familias que están en conflicto, que no oran y que no viven la alegría y la esperanza de la Navidad.
 
2. Por todos los Obispos y los Sacerdotes. Por todos los Misioneros y los que proclaman el Evangelio para preparar el camino hacia el Señor y mostrarlo con sus vidas.

3. Por los videntes y por nuestra Familia Orante diseminada como la semilla a lo largo de muchos países y tantas naciones – para que en este tiempo santo puedan dar frutos abundantes viviendo los mensajes de la Reina de la Paz.
 
Muy queridos hermanos y hermanas, a medida que escribo estos pensamientos y reflexiono sobre las palabras de gracia e inspiración de los mensajes, oro por cada uno de ustedes, sosteniéndolos en el gran corazón de la Inmaculada Virgen. Que la gracia y la paz de Dios los acompañen durante estos días. Oro por cada uno de ustedes y les mando mis saludos fraternales, encomendándome a sus oraciones.
 
Muy sinceramente suyo,
Fr. Jozo Zovko, OFM



Meditación del Padre Jozo sobre el mensaje 25 de Octubre de 2007

“¡Queridos hijos! Dios me ha enviado entre ustedes por amor, para conducirlos por el camino de la salvación. Muchos de ustedes han abierto sus corazones y han aceptado mis mensajes, pero muchos se han extraviado en este camino y nunca han conocido, con todo el corazón, al Dios del amor. Por eso los invito: sean ustedes amor y luz donde hay tinieblas y pecado. Estoy con ustedes y los bendigo a todos. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”


Querida Familia Orante,
 
Una vez más la Reina de la Paz nos explica en su mensaje, el propósito de sus Apariciones. El origen y el propósito final es el amor de Dios, el cual envió a la Madre para guiarnos a nosotros hacia la salvación. La salvación es una gracia y es un llamado que necesitamos responder. Indistintamente podemos aceptarlo o rechazarlo. Dios tiene un respeto sin límites hacia el hombre que Él creo a su propia imagen. Siempre va a respetar su libertad y su libre voluntad. De acuerdo a nuestra decisión, seremos recompensados o rechazados.
Esa es la causa por la que tenemos grandes hombres, nuestros santos, quienes en los momentos o situaciones más difíciles supieron responder al llamado de Dios y a Su Voluntad. Supieron cómo perseverar en ese camino a pesar de las frecuentes pruebas difíciles. Todo lo que Dios hizo o dijo es por amor. Cuando observamos la Cruz, ese signo tan grande, solamente es por amor – la muerte y la reconciliación con el Padre son sólo por amor. Cuando observamos a la Iglesia y a los Sacramentos, la Revelación y a la gente que es feliz, todo eso es por amor. Toda la creación que da gloria a Dios es fruto de ese amor sin medida de Dios. La salvación es el significado de la Encarnación y el propósito de la vida de Nuestro Salvador, de su prédica y de su obra. Todo eso es amor y proviene del amor.
Este mensaje me habla tan claramente de diferentes tipos de personas – acerca de aquellos que aceptaron las Apariciones de nuestra Señora y Sus mensajes y aquellos que los rechazaron o que no los reconocieron en absoluto. Cuando la Madre nos dice que muchos abrieron sus corazones y aceptaron sus mensajes, la reconocemos y la escuchamos hablándonos directamente a nosotros. Ella nos esta hablando a nuestra Comunidad Orante y a la Familia de la Visitación de la Santísima Virgen María a Santa Isabel. No es fácil tener un corazón abierto a nuestra Madre y a Sus mensajes.
El abrir nuestros corazones es mucho más que realizar una peregrinación para cumplir nuestras promesas. Para abrir nuestros corazones no hay alternativa. Con la ayuda de Dios, nos hemos decidido a abrir nuestros corazones a cada uno de Sus mensajes y a vivirlos. Los mensajes de Nuestra Señora nos dan libertad, pero Ella continuamente nos exhorta a vivirlos. Cuán inmensamente importante es poner en práctica cada uno de los mensajes. La persona que vive los mensajes no está dispuesta a debatir sobre los mensajes y las apariciones – en cambio se esfuerza por dar frutos abundantes.
Sin nosotros, Nuestra Señora no puede realizar sus planes y proyectos. Por esa razón, cada uno es importante. Responder al llamado y vivir los mensajes hoy en día, es similar a vivir en una comunidad religiosa que tiene sus votos, sus metas y su misión.
Para llevar a cabo ese propósito, todos los dones y medios utilizados son una fuente de gracia que ayudan a su realización. Nuestro grupo orante se ha comprometido a seguir a Nuestra Señora, a cualquier costo, con nuestra vida y nuestro corazón, para aceptar el mensaje en el mundo actual. Los frutos no tienen medida. Son conversiones diarias. Especialmente este año, ha habido una gran multitud de peregrinos croatas, que como el hijo pródigo, ha decidido volver al Padre.  ¡Cuántos peregrinos son nuevos y vienen por primera vez! En mi corazón, no siento que hayan llegado tarde, los veo frente a la misma responsabilidad y llamado de la Madre para comenzar a vivir lo que Ella está pidiendo hoy y ahora.
Debe haber quienes recen el Rosario y las novenas. Debe haber quienes ayunen por todos los peregrinos, como lo hacemos nosotros, para que escuchen el mensaje y respondan a él. Debe haber quienes con sus oraciones, acompañen las conversiones, a los confesores y las confesiones, para que cada penitente pueda despojarse del viejo yo y vestirse con el nuevo – para que cada penitente pueda volver feliz a su familia y a su comunidad.
Una vez más, estamos llamados a ser LUZ y AMOR para todos aquellos que están sometidos a la oscuridad y al pecado. Imagínense que astutamente Satanás utilizó un Rosario de plástico como “blanco” (objetivo) para decir que tenía signos del mal. Queridos hermanos y hermanas, me siento obligado a decirles toda la verdad respecto a esto. Los signos y símbolos satánicos existen. Aquellos que le pertenecen a Satanás y a sus proyectos existen. Su propósito es siempre destruir la oración y todo lo que viene de Dios. No existe un Rosario satánico o una fábrica que hace rosarios satánicos. Todo Rosario que es bendecido recibe una bendición. Y se convierte en una clase de signo en las manos de quien lo reza. La pregunta correcta en la oración es “cómo oramos” y no que clase de Rosario rezamos o de qué material está hecho.
El Cáliz, la vestimenta para la Misa, la Iglesia y el Altar, todo debe estar bendecido y consagrado por que sólo están para servir a Dios y a sus propósitos. Se puede abusar de un objeto consagrado y bendito, así como lo es un Rosario bendecido. No tienen que tener miedo ni dudas. Cada Rosario bendecido es un llamado a la oración y es un medio en nuestras manos que utilizamos para orar. A través de algunos, Satanás triunfa en focalizar la discusión acerca del tipo de Rosario, para lograr así evitar que la gente ore y para confundir a los fieles. No tengan miedo. No tiren los Rosarios, que han recibido en Medjugorje que han sido bendecidos para orar. Nuestra Señora frecuentemente nos pide que llevemos un objeto o un signo bendecido con nosotros. El Rosario es un signo de tu fe y de tu confianza en Dios.  Es un signo de tu oración y de tu amor por Nuestra Señora. No permitas que el enemigo te perturbe. Solamente ora. Sé un signo para aquellos que no han llegado a conocer el amor de Dios.
Nuestra Señora dice que muchos se perdieron en el camino de la fe y el amor y nunca llegaron a conocer a Dios. ¿Por qué pasa eso? La naturaleza del hombre es buscar el amor, ser amado y amar. ¿Cómo es posible que haya personas que no hayan llegado a conocer el amor de Dios? Dios no es una teoría, una discusión superficial o un estudio inútil. No permitamos tener pensamientos vanos de Dios. Dios se hizo hombre. La persona que no ama al otro, jamás puede amar a Dios. El que no ama y acepta a Jesús, sus enseñanzas y su Iglesia, no puede nunca llegar a conocer al Dios del amor. Tantas religiones están llenas de miedo e incertidumbre. Nunca han recibido la confirmación de Dios en su camino. Tu fe sí la ha recibido y tu Iglesia es la certeza. Es por eso que ayudas a los paganos de hoy a encontrar a Dios.
Algunos han rechazado Medjugorje sin observar los frutos y las gracias. ¿Por qué? Muchos tratan de ocultar su miedo, debilidad y la pobreza de su arrogancia de distintas maneras y a través de excusas variadas – como la de esperar la decisión final de la Iglesia. Otros encuentran la excusa diciendo que no están obligados a creer en revelaciones privadas. Nuestra Señora no analiza las debilidades que han cerrado el corazón de tantas personas. Ella sólo dice que tantos se han perdido en el camino y nunca llegaron a conocer al Dios del amor en sus corazones. Ella nos llama a ser luz y amor donde hay oscuridad y pecado.
 
Queridos hermanos y hermanas, gracias por haber respondido al llamado de nuestra Madre tan buena y grande, a ser luz y amor para los demás.
 
Durante este mes oraremos por las siguientes intenciones:
 
1) Por nuestra comunidad orante, que todos podamos comprender y aceptar con entusiasmo el vivir  los mensajes de Nuestra Señora; con un corazón abierto - teniendo así amor y paz, luz y auxilio en el camino hacia Dios y hacia todos los demás.
 
2) Por la conversión de todos los que vienen a Medjugorje – que sus vidas cambien y den el fruto que Nuestra Señora desea. Que ellos puedan conocer al Dios del Amor con todo su corazón.
 
3) Por todos los responsables de la Iglesia, que ellos puedan como Isabel, reconocer a Medjugorje y a la Madre de Nuestro Señor, que Él nos envía por amor para que ninguno se pierda. Oramos especialmente por el Santo Padre: el Papa Benedicto XVI, por los Obispos, sacerdotes y religiosos.
 
Muy queridos míos, como un reflejo de lo importante que somos para Nuestra Señora y para quienes nos rodean, los saludo a todos y oro por cada uno de ustedes.
 
Muy sinceramente suyo,
Fr. Jozo Zovko, O.F.M.
Siroki Brijeg, 29 de octubre de 2007



Meditación del Padre Jozo sobre el mensaje 25 de Septiembre de 2007

“¡Queridos hijos! También hoy los invito a todos a que sus corazones ardan con el amor más intenso posible hacia el Crucificado; y no olviden que por amor a ustedes dio su vida para que ustedes se salvaran. Hijitos, mediten y oren para que su corazón se abra al amor de Dios. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”


Mis queridos hermanos y hermanas,

¡Que mensaje tan simple y concreto! ¿Cómo deberíamos abrirnos al Amor de Dios? ¿Cómo deberíamos abrir nuestros corazones y nuestras almas? ¿Cómo deberíamos abrir nuestras vidas para vivir libremente en ellas el amor al Crucificado y a Su Amor?


Nuestra Señora nos dice simplemente que a través de la
meditación y la oración podremos lograr abrir y dirigir nuestros corazones al amor. Si el Amor del Crucificado no atrae a un cristiano, entonces no existe ninguna cosa más poderosa que pueda atraerlo. Si un cristiano no reacciona al amor manifestado en la Cruz, entonces ni siquiera Dios tiene una oportunidad para mover ese corazón de piedra que permanece cerrado. Resulta evidente con este mensaje que no amamos al Señor Crucificado. Vivimos como si El no hubiese muerto por nosotros – como si no me importara que El murió por mí. Esa ceguera ha revelado su gran poder al separar tantos corazones y almas de Jesús y de su Amor. ¿Cómo sucede esto? Cuando una persona abandona la oración en su familia se comporta como si nada hubiese pasado. Nos olvidamos que el día en que uno abandona o descuida la oración, da el primer paso hacia el ateísmo práctico y no creyente. Una persona que no ora, no queda inmersa en la Misericordia y en el Amor de Dios. El siente que no tiene tiempo y siente que eso no le es beneficioso, porque le falta la experiencia fundamental que se recibe en la oración, la de saber que Dios está vivo – que nos encontramos con El y estamos cerca de El cuando oramos. En la oración, una persona se apoya completamente en Dios y cree en El. Se encomienda a Dios sin miedo, una persona que ora con el corazón, mediante la oración, queda inmersa en una nueva experiencia de cercanía de Dios, y eso es la meditación. Esa persona siente continuamente la necesidad de despojarse de la vestimenta del hombre viejo y maldito, y revestirse de un nuevo yo creado a la imagen de Dios.
La imagen de mi Dios es el amor. El rostro que El nos revela es el del Amor. Y es por causa de este Amor irresistible que yo contemplo y medito acerca de la Cruz y del Amor Crucificado en Ella. El atrayente poder de la Cruz es incomparable a cualquier otra cosa. El poder de la Cruz atrae cada vez más y más al que medita y ora. Ese poder atrae al que escucha con atención Su Palabra en su corazón y responde a El con la oración, permitiendo que el Amor le hable y se revele a Sí Mismo para que uno pueda experimentarlo. Es por eso que la oración ante la Cruz da origen a un amor irresistible. Y es ese el amor que desea igualarse completamente e identificarse con el que uno ama. Cuando San Francisco de Asís llegó a conocer al Cristo Crucificado, el exclamó: “¡Tú eres mi Dios y mi todo!” No deseo amar nada más que a Ti y por Ti es que no existe cosa alguna que yo no pueda amar. Luego de pasar días y noches ante el Crucificado, San Francisco se transformó en Su imagen – la imagen viviente del Señor. El le hablaba continuamente a los hermanos acerca del Amor Crucificado: “El Amor no es amado”. Una persona ha sido creada para orar y sólo es feliz cuando ora. Una persona ha sido creada para amar y sólo es feliz cuando ama.
Existen tantas personas que no son felices porque no respondieron con amor al amor, y no respondieron a la bondad con oración y agradecimiento. Es por eso que el hombre no logra realizarse y se siente frustrado, un fracasado, innecesario y superfluo – porque no ha hecho nada en su vida que permanezca para siempre – y lo que permanece para siempre es el amor. Debemos ponernos de rodillas y orar para que el amor habite en nosotros y que nosotros seamos sus testigos. ¿Cómo vamos a encender el fuego? ¿Cómo vamos a hacer para que ese fuego arda? Eso es posible solamente con la llama eterna que es la Cruz.
Recuerdo que era domingo por la mañana cuando me dirigía desde la casa parroquial a la iglesia en Medjugorje. Fue una escena inolvidable. Estaban todos arrodillados delante de la Cruz en el Monte de la Cruz. Yo también caí de rodillas. Me saltaron las lágrimas. Vi el Monte de la Cruz cubierto con un velo blanco de luz, delante del cuál estaba la Reina de la Paz que nos decía:
“Queridos hijos, contemplen la Cruz de Mi Hijo, Su Pasión, Sus Llagas y oren ante la Cruz. Aprendan de El.” Luego la Cruz en el Monte de la Cruz se hizo nuevamente visible y desde allí surgió el mensaje “MIR” (Paz). El don de la paz es el fruto de la Cruz y del Amor de Dios. El hombre se reconcilia con Dios. Puede volver al Padre nuevamente porque la Cruz es un puente para que retornemos a El. Contemplando la Cruz, escuchamos intensamente la palabra de Yahvé: “Los he redimido, ustedes son míos. Los he llamado por su nombre y ustedes me pertenecen. Ustedes son preciosos ante mis ojos y los amo… He grabado su nombre en la palma de Mi Mano.” (Cfr. Is 43) A partir de ese acontecimiento, comenzamos la Veneración de la Cruz cada viernes, ante la Cruz. Millones han aprendido eso, pero nuestro amor se ha enfriado. Nuestra llama está en peligro de ser extinguida por los vientos y las tormentas de los tiempos que vivimos. No podemos estar sin ese don y ese signo. Sería más fácil para un marinero entrar en el puerto sin un faro o para un piloto aterrizar sin la torre de control, que para un Cristiano vivir con un amor extinguido hacia el Crucificado, ese amor – ese don y signo de gracia: el Señor Crucificado – no puede ser extinguido o arrancado de raíz del corazón de los hombres, del corazón de los padres y de las familias.
La Madre nuevamente nos llama a que nuestros corazones ardan de amor por ese amor crucificado y divino. No hay signo más grande bajo los Cielos que el de la cruz y no hay amor más grande que dar la vida por los otros. Mientras meditamos este mensaje nuestros corazones nos dicen: “La Cruz me atrae y me fortalece. Amo a mi Señor Crucificado. Cuando oro, estoy seguro de que mi Dios me ama. Ya no me siento infeliz o un hijo pródigo preso en tanta esclavitud. Mi Dios me libera y siento tanto agradecimiento hacia El. Me siento feliz y lleno de gratitud por su gran amor por mí y por su sacrificio por mí. Solamente mi Jesús me dice que murió en la Cruz por mí, porque El me ama. Mi corazón reconoce esa dimensión espiritual y ese amor, y por tanto, responde al amor. Todos nuestros Mártires y Santos han hecho eso. Ellos han puesto a Dios en el primer lugar – antes que ellos mismos y antes que su egoísmo.”
Mediante la oración, se disuelven todas las cadenas de la esclavitud junto con todas las ataduras que no son de El. No puedo tener éxito sin la oración y la meditación. Pero tengo una necesidad irresistible de triunfar. Deseo responder al Amor más grande con amor, purificándolo mediante la meditación y escuchando la Palabra de Dios diariamente.

Queridos hermanos y hermanas, este mensaje es un llamado para nosotros a entrar en la esencia de nuestro ser y de nuestra vocación. No les escribo esto como si fuesen unos desconocidos, sino como los que fueron llamados desde el principio para orar y para amar a Jesús Crucificado. Gracias porque realizarán con mayor fervor el Apostolado del “altar familiar”. En este altar pongan la Cruz en que se encuentra nuestro Maestro Crucificado, a Su Madre, la Reina de la Paz, la Biblia, el Rosario y agua bendita. Que nuestro altar familiar sea verdaderamente un lugar de encuentro con el Amor del Señor.

Este mes oraremos por las siguientes intenciones:

1. Para que cada una de nuestras familias tenga un Crucifijo en un lugar visible. Para que cada uno de nuestros miembros llegue a amar el Camino de la Cruz y el Amor Crucificado. Por la conversión de todos aquellos que son responsables de haberse puesto en contra de la Cruz; especialmente en los colegios y hospitales.

2. Por todos los jóvenes que llevan puesta la Cruz por seguir la moda o por otras razones, y especialmente por aquellos que apoyan la cruz satánica y promueven una poderosa campaña en contra del Amor Crucificado y de su Cruz.

3. Por todos aquellos que están enfermos y desvalidos, y por todos los que están pasando pruebas – para que puedan llevar su cruz y aceptarla como lo hizo Jesús – con amor, abandonándose en las manos del Padre. Para que todos los enfermos y afligidos lleguen a conocer la grandeza de su propia Cruz, la que, por el poder de Jesús, ayuda a todos.


Oh Santísima Cruz, te veneramos y te amamos porque llevaste al fruto más amado – Jesús – por quien somos todos salvados. Te adoramos oh Cristo y te bendecimos, porque por tu Santa Cruz has redimido al mundo. Queridos míos, mientras medito esto y les escribo, estoy pensando en cada uno de ustedes y orando para que todos nosotros respondamos intensamente al más grande Amor.

Con saludos fraternales, muy sinceramente suyo,

Fr. Jozo Zovko o.f.m.
Siroki Brijeg, 27.09.2007



Meditación del Padre Jozo sobre el mensaje 25 de Agosto de 2007

“¡Queridos hijos! También hoy los invito a la conversión. Hijitos, que su vida sea un reflejo de la bondad de Dios y no del odio ni de la infidelidad. Oren, hijitos, para que la oración se convierta en vida para ustedes. Así podrán descubrir en su vida la paz y la alegría que Dios da a aquellos que tienen el corazón abierto a Su amor. Y ustedes, que están lejos de la misericordia de Dios, conviértanse para que Dios no desatienda sus oraciones y no sea tarde para ustedes. Por eso, en este tiempo de gracia, conviértanse y pongan a Dios en el primer lugar en su vida. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”


En este mensaje, la Reina de la Paz, menciona la conversión tres veces. Recordaremos también que éste fue el primer mensaje de la Reina de la Paz. En el mismo comienzo de Sus apariciones y del gran plan de salvación y renovación del mundo, está presente este mensaje. Así mismo, luego de 26 años y 2 meses la Reina de la Paz nos señala y nos exhorta a ir hacia ese camino de conversión.  Sí, este es el único camino que nos lleva de la oscuridad a la luz, de los ídolos a Dios, de la maldición a la gracia y a la salvación. Finalmente, sabemos que no existe otro camino. Estamos lejos de Dios, que nos muestra diariamente Su Misericordia. Distanciarnos de Dios, de la Iglesia y de los Sacramentos significa distanciarnos de Jesús. Una persona que ha excluido de su vida el Sacramento de la Reconciliación, ha excluido la Misericordia de Dios y el perdón de su vida.

Por tercera vez en este mensaje, la Madre ilumina nuestros corazones afirmando que éste es un tiempo de gracia, en el cual podemos convertirnos y regresar a Dios dejando los ídolos y errores, poniéndolo a Él en el primer lugar. Hasta ahora en la historia de la Iglesia, no ha habido situaciones tan críticas y difíciles en la familia, entre los jóvenes o en su educación y crianza. Yo siento que el Papa Benedicto, recientemente, se detuvo frente a la Cruz, en Asís, en nombre de todos nosotros para escuchar las palabras del Señor: “Francisco, mi Iglesia se está desmoronando”. Al tomar el timón de la Iglesia, espontáneamente e iluminado por el Espíritu Santo, él pudo comprobar que el barco de la Iglesia estaba haciendo agua por todos lados. Esto no es una imagen divertida, ni una expresión literaria de un gran teólogo, sino es una toma de conciencia de que la Iglesia no está funcionando o viviendo su misión en el mundo.

En este mundo, necesitamos ver un reflejo de la bondad de Dios, del rostro de Dios y de la misericordia de Dios. Observando la desunión en las familias y la juventud sin Dios y sin una meta, hundidos en la droga y la inmoralidad, la Virgen nos llama a mostrar un reflejo de la bondad de Dios en nuestras vidas. El mundo no debe quedar sin ese reflejo, así como el cosmos no debe quedar sin el sol, porque la oscuridad no es la verdadera faz de la tierra. El mundo no debe quedar sin la santidad de los cristianos. Esta santidad siempre es la levadura de la masa del mundo, la sal y la luz en todo tiempo. Hoy en día, el odio y la violencia están creciendo ayudados por los medios de comunicación y la violencia que ellos muestran. En la Iglesia, muchos muestran la cara del odio y de la infidelidad, de la venganza y de la violencia. ¿Cómo cambiar la imagen de la Iglesia en una familia destruida? ¿Cómo mostrar la bondad de Dios en un ambiente pagano? Solamente mediante la conversión radical.

El 5 de agosto, el Arzobispo de Budapest vino a Medjugorje, debido a los frutos mostrados por los peregrinos de su diócesis, y especialmente por los recientemente bautizados y convertidos en Medjugorje. El pidió que urgentemente se viniera a predicar a su diócesis sobre los mensajes y las apariciones de la Reina de la Paz.

Un obispo de Ucrania también vino a orar personalmente, para que se viniera a predicar a su diócesis sobre los mensajes y las apariciones de la Reina de la Paz.

La fuerza de Medjugorje radica en el vivir los mensajes y responder al llamado de la Reina de la Paz. Nosotros estamos muy familiarizados con el pedido de poner a Dios en el primer lugar en nuestras vidas. En la vida práctica esto exige mucho. Una persona para la que el día del Señor no es sagrado y que puede estar sin la Santa Misa, no puede decir que Dios ocupa el primer lugar en su vida. No puede decir esto si no escucha la Palabra de Dios. Dios no está en el primer lugar para alguien que maldice o es inmoral. Medjugorje no permite ningún compromiso entre el bien y el mal.

La Madre y Sus mensajes son siempre claros para nosotros. Debo llevar de regreso la oración con el corazón a mi familia, para que la oración se transforme en vida para mí. En dicha familia y vida cristiana encontraré la felicidad y la paz. Dios da esa paz sólo a aquellos que se han abierto completamente a Él.

Convertirse no significa inventar un nuevo camino sino aceptar el camino, el camino que es Jesús. En su penúltimo mensaje, la Virgen nos pide que contemplemos e imitemos a los Santos. Un Santo es una persona que se ha convertido, que ha hecho que su vida sea rica y fecunda mediante la oración y los Sacramentos. Lo mismo se aplica hoy en día.

Estamos llamados a la conversión. Esto significa que no estamos llamados a una vida superficial o estéril, sino a la santidad. La conversión es un proceso diario en el cual Dios está en el primer lugar. La fuerza que se necesita para perseverar en el camino de la conversión es una gracia especial. La Reina de la Paz llama a ese don una “gracia especial”. Su Presencia entre nosotros y Su intercesión por cada uno de nosotros es un tiempo de gracia. Ninguno está excluido y todos somos llamados. Nuestra tarea es orar y llevar a cabo el Apostolado para que la mayor cantidad de personas responda al llamado de conversión.

Una persona que no ora, nunca puede irradiar un reflejo de la bondad de Dios. La oración revela la belleza y el esplendor del rostro de Dios, del corazón de Dios y del nombre de Dios. Una persona que ora es muy rica y está llena de la cercanía de Dios. Ella es un signo visible de ese don lleno de gracia. La huella del camino de Dios, a través de la vida de una persona o una familia, es una huella que permanece profundamente en la conciencia de la Iglesia. Aprender a orar es la plenitud de la sabiduría y el lenguaje de la gracia, mediante cual el hombre dialoga con Dios. Ese es el poder y la fuerza de alguien que todo lo puede hacer en el Señor y con el Señor. Esa persona es el portador y el propagador de la paz y de la felicidad entre los hombres.

Debido a que la faz negativa del odio está aumentando junto con los portadores de la infidelidad, la Virgen nos exhorta decididamente: “Oren, hijitos, para que la oración se convierta en vida para ustedes.” Junto a nosotros, existen aquellos para los que el pecado es vida: el odio está en su mensaje y la infidelidad es su distinción. La Virgen no nos enseña a juzgar o a despreciar a esos individuos. Al contrario, Ella nos llama a la oración poderosa, que realiza milagros – la oración que convierte.

Sí, queridos hermanos y hermanas, este mensaje que nos llama tres veces a la conversión, es serio y exigente. Es el camino reconocido por la Iglesia y al cual ella nos llama. Por eso, la Iglesia no está en contra de Medjugorje. Si lo estuviera, entonces estaría en contra de Ella misma y de Su propia misión. Los invito a decidirse a vivir fervientemente los mensajes – con toda su alma y todas sus fuerzas. Pensemos en todos aquellos que están lejos de Dios y de Su Amor. El Festival de la Juventud y los ejercicios espirituales para los sacerdotes fueron gracias poderosas para Medjugorje. Gracias por haber orado.

Actualmente, casi todos los días aparece un obispo con los peregrinos, acompañándolos solícitamente con el deseo de ayudar a que se vivan los mensajes de la Reina de la Paz – especialmente el llamado a vivir de acuerdo a los Sacramentos. Nunca antes ha habido tantos peregrinos durante el mes de agosto, la mayoría de ellos viniendo por primera vez. Siempre trato de explicarles que los veo a ellos como el fruto de la oración – como un regalo para la Iglesia que ora y ayuna. De esta manera, veo aún más fuertemente la necesidad de nuestro Apostolado comprometido, junto con nuestra unión en oración por todos los peregrinos.

Este mes oraremos por las siguientes intenciones:

1 – Por las familias que han perdido la santidad Cristiana y la unidad en el matrimonio, así evidenciando el odio y la infidelidad en sus vidas. Oraremos por su conversión y por su regreso a Dios y a los Sacramentos.

2 – Por toda la juventud manipulada por los medios de comunicación y por los falsos líderes. Por todos los que se muestran desilusionados y vacíos en su juventud. Por todos los jóvenes perseguidos por la idea del suicidio. Por su nuevo nacimiento y su regreso a Cristo y a la Iglesia.

3 – Por todos los enfermos y los peregrinos que han partido hacia la Cruz y el monte de la Cruz en Medjugorje – que ellos puedan encontrar la plenitud de la paz y del Amor. Por todos los peregrinos, para que se conviertan en apóstoles y testigos en sus parroquias.

Mis queridos hermanos y hermanas, pienso tanto en ustedes y siento tanto sus oraciones en todos mis encuentros con los peregrinos. A diario, doy testimonio decididamente a todos que hay 10.000 de nosotros que nos hemos comprometido a vivir los mensajes de la Reina de la Paz. Yo les digo que su venida es su entrada e inclusión en nuestras oraciones y sacrificios. Perseveren en vivir los mensajes de la Reina de la Paz. Mientras les escribo esto, pienso en todos ustedes y oro y los encomiendo a cada uno a Nuestra Madre del Cielo. Saludos fraternales para todos, especialmente para nuestros hermanos y hermanas enfermos.

Permanezco sinceramente suyo,
Fr. Jozo Zovko O.F.M.
Siroki Brijeg, 29.08.2007



Meditación del Padre Jozo sobre el mensaje 25 de julio de 2007

“Queridos Hijos: Hoy, en el día del patrono de su parroquia, los invito a imitar la vida de los Santos. Que ellos sean ejemplo y estímulo para la vida de santidad. Que la oración sea como el aire que respiran y no una carga. Hijitos, Dios les descubrirá su Amor y ustedes experimentarán el gozo de ser amados míos. Dios los bendecirá y les dará gracias en abundancia. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

Muy frecuentemente, Nuestra Señora, señala la vida de los santos, los cuales han dejado una marca imborrable en la historia de la Iglesia. Los Santos son personas para todos los tiempos. Ellos han mostrado con sus vidas, el amor a Dios y al prójimo, siempre de una manera nueva y excepcional.
La vida de un Santo es un árbol que da fruto, cuya belleza y valor no pasarán. Así también como hay huertos abandonados, estériles y sin cultivar, también hay personas pobres que invierten muy poco o nada en sus vidas, en sus familias o en su fe. Los Santos son aquellos que deciden vivir de acuerdo a los Evangelios, guiados por el Espíritu Santo.

Ese asombroso clima de gracia nos ha dado a los Santos – los grandes atletas espirituales – otorgándoselos a la Iglesia para todos los tiempos.
Los Santos son aquellos que tuvieron una meta en sus vidas y pusieron el máximo esfuerzo para realizarlo. A través de los tiempos, la Iglesia ha tenido a los Santos como prueba de que Dios vive con Su gente. Viviendo con estos profetas, llegamos a conocer la Bondad de Dios y a vivir Su cercanía. Conocer a un Santo, significa ver a Jesús en acción. Conocer a un Santo, significa descubrir la belleza de la fe y descubrir el poder de la Santidad. Los Santos son el Evangelio Viviente, y esto es verdaderamente, la única elección para todas las generaciones.

Conocer a un Santo es su tiempo, es siempre una nueva inspiración, como lo expresaba San Agustín en estas palabras dirigidas a él mismo y a cada uno de nosotros: “¿Agustín, si tantos otros pudieron llevar a cabo la Santidad y ser testigos; porqué tú no puedes?”

Sí, yo también puedo diariamente renunciar más y más a mí mismo y a mi egoísmo, y testimoniar el Evangelio y así llevar a otros más cerca de Jesús. Sí, yo también puedo aprender a ayunar los miércoles y viernes y de este modo puedo liberarme de malos hábitos y abrir mi corazón al amor. Sí, puedo rezar con el corazón, con mi familia, con mi comunidad y con la Iglesia. Sí, con una mayor solidaridad y amor puedo participar en los planes de Nuestra Señora, aquellos que Ella revela en Medjugorje desde hace ya 26 años y un mes.
Frecuentemente, tenemos ante nuestros ojos la vida y el camino recorrido por San José durante su vida. El entendió que había sido elegido por Dios y por eso estaba abierto a la inspiración del Espíritu Santo. Jamás puso su pensamiento o deseo antes que el plan de Dios. Hoy en día, es importante decidirse a aceptar el llamado de Dios y responder a él humildemente.

Los Santos, con sus vidas elevan la dignidad del hombre al máximo nivel – al nivel de Hijos de Dios.

Por esta razón, cada Santo es una gran “hoja de papel” en la cual el Señor escribe Su nombre y pone en evidencia Su Amor. Cada Santo deja un mensaje en su tiempo. Los Santos no viven su vida para la escena o para recibir el aplauso de su generación. Al contrario, ellos son constructores humildes y pacientes de un nuevo mundo – el mundo de Cristo.

Cuando dentro de una nación o una determinada época no hay Santos, el mundo entra en crisis y la oscuridad cae sobre toda esa generación, porque la voz que otorga la seguridad no es escuchada. En esas circunstancias, las voces de los Santos, que son un eco de la voz de Dios y un signo de Su Presencia entre nosotros, no son escuchadas. Sin los Santos, el mundo estaría en un estado de caos y falta de esperanza. Sin los Santos, la humanidad estaría desorientada como una gran ciudad sin semáforos. Nuestra Señora nos llama a encontrar nuestros ejemplos y la medida de nuestra actividad y amor, en los Santos – en nuestras vidas, en nuestras familias y nuestros lugares de trabajo.
Negar a los Santos o borrarlos de la vida de la Iglesia es negar a Dios, quién ama y salva al hombre creado a su propia imagen. Estamos llamados a honrar e imitar a los Santos, que han mostrado un coraje excepcional como testigos de Cristo. Los necesitamos porque ellos nos ayudan en el camino de nuestra vida. Necesitamos a los Santos para encontrar las respuestas a las preguntas más profundas de nuestra existencia. Sus vidas son como la más bella música que Dios le dio a la humanidad. Somos bendecidos cuando honramos a los Santos porque ellos nos inspiran para no flaquear en el camino de nuestra vida.

Queridos Hermanos y Hermanas;
Respondamos a este mensaje de Nuestra Señora.

Ayudemos a los demás a descubrir el regalo de la oración, que es como un tesoro precioso en nuestro corazón.
Este mes oraremos por las siguientes intenciones:
1 – Por el Santo Padre, el Papa Benedicto XVI, que permaneció durante una hora en oración frente a la imagen de la Reina de la Paz. Su secretario dio testimonio de que él estaba tan conmovido que su rostro se transformó. Que la Reina de la Paz lo proteja con Su manto.
2 – Por todos los seres espirituales que cada vez menos oran, encaminándose hacia sus apostolados sin oración. Que ellos vuelvan a la fuente de la cual los Santos bebían, que vuelvan a la oración.
3 – Por vuestra comunidad orante para que sea educada y eduque a otros en la oración. Por que vuestro ejemplo sea santo.
Queridos Hermanos y Hermanas, oro por todos ustedes y los saludo cálidamente. Que la Reina de la Paz los bendiga y los ayude y así, día a día, aceptemos y vivamos Su llamado maternal con más amor aún.

Muy sinceramente suyo,
Fr. Jozo Zovko, O.F.M.
26 - 07 - 2007



Meditación del Padre Jozo sobre el mensaje 25 de abril de 2007

“Queridos hijos: También hoy los invito de nuevo a la conversión. ¡Abran sus corazones! Mientras estoy con ustedes, este es un tiempo de gracia; aprovéchenlo. Digan: “este es el tiempo para mi alma”. Yo estoy con ustedes y los amo con un amor inconmensurable. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

 
Mi querida familia de oración:
 
En este breve mensaje, se puede leer una importante intención, de hecho, el objetivo que el hombre debe alcanzar en su vida terrenal. La conversión es un proceso diario que ocurre en nuestros pensamientos, en nuestra relación con Dios y con el prójimo, según su vocación y el ambiente que lo rodea. A menudo consideramos que cuando el Evangelio y la Iglesia, y finalmente la Reina de la Paz nos llaman a la conversión, debemos mejorar nuestra relación con Dios, con la fe. Jesús no separa nunca el amor a Dios del amor al hombre, al prójimo. Así en su parábola del buen Samaritano, pone el acento en el prójimo que era totalmente desconocido y que había sido herido por criminales desconocidos. Ayudar como el buen Samaritano es el llamado y el estímulo dirigido a todos: “Hazlo tu también”.

Convertirse significa renunciar cada día a los propios límites estrechos y crecer en la fe, en el amor, imitando a Jesús. A menudo estamos enceguecidos por nuestros proyectos, por nuestros deseos y queremos realizarlos a toda costa. Si ese nuestro plan egoísta lo ponemos en armonía con la voluntad de Dios y con el espíritu de Jesús que es reconocible en el Evangelio, entonces debemos retroceder rápidamente y renunciar a la propia voluntad, a sí mismo, y en cambio aceptar la voluntad de Dios. Eso es lo más difícil. Eso se llama morir a sí mismo y a la propia voluntad. La conversión es un camino de humildad. Es la verdad acerca de nosotros y de nuestro llamado a servir a Dios y a los más pequeños. San Francisco nos lo ilustra en esa victoria cuando descendió del caballo y abrazó al leproso a pesar de que olía mal. El destacó que después de ese acontecimiento todo se transformó en alegría y dulzura.

Cuántas veces nosotros tomamos del Evangelio y de los mensajes lo que nos agrada y lo que confirma nuestra voluntad y egoísmo. Nos da miedo decir como la Virgen: ¡Aquí estoy, Señor! Nuestro FIAT es tan importante en el proceso de nuestra conversión y de una cada vez más profunda incorporación en el misterio de la unidad mística con Dios. Cuando siento el amor de Dios, ese verdadero enamoramiento en Jesús y Su Palabra, Sus Sacramentos y Su Iglesia, entonces nada puede hacer que vacile en mi fe o que me separe de Su amor. La Adoración ante el Santísimo Sacramento del Altar se convierte en una alegría inmensa y una alabanza que satisface mi corazón y mi alma. Me alimenta y me fortalece, me ayuda y me levanta. El rezo del Rosario no se convierte en un peso o un motivo de tedio, sino la experiencia más placentera de mi alma. Siento la oración como una bocanada de aire fresco. Ese oxígeno que respira mi alma atraviesa todo mi ser. Purifica mis pensamientos, mis sentimientos malvados o el mal que he visto, que ha podido entrar por mis ojos o los pensamientos que han entrado en mi corazón. Mi alma ora y de esa forma respira eliminando todo lo malo y tóxico de su interior. En la oración me limpio y purifico completamente. Bendecido e inspirado para responder a cada inspiración del Espíritu Santo que condujo mi oración y me inspiró a imitar a la Madre y a Jesús, a mis Santos, los héroes de mi Iglesia. La conversión es toda la actividad de mi alma y de mi vida armonizada con la voluntad de Dios.

La Reina de la Paz resalta de nuevo la importancia del corazón abierto. Recuerda la parábola del sembrador y de la semilla. Cuando la semilla cae sobra la roca, en medio de los espinos o junto al camino no puede dar algún fruto. La semilla busca la tierra buena, fértil, cultivada. En tal tierra cada semilla da frutos. El Maestro me enseña que una persona puede tener el corazón de piedra, o lleno de espinos, que con cada gesto o palabra apuñala y deja una herida. La piedra es tan fría y tan pesada. Mi conversión es cultivar mi corazón y sembrarlo permanentemente con la semilla noble de la gracia y de la virtud. Tener el corazón abierto es un don y una condición para escuchar a Dios y sentir al prójimo.
 
“He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo.” Ap 3,20 Jesús tiene tiempo, El llama a la puerta y espera. El no es un violento. El hombre es quien necesita regresar a sí mismo para escuchar, reconocer y abrirse al Señor, y así poder cenar junto con El. En esa cena, en esa unidad y amor acontece nuestro Emaús, el encuentro con el Señor y su reconocimiento. Después que lo reconocen en la partición del pan, los discípulos se llenan de alegría y se convierten en testigos incansables. Necesito estar en mi casa. Necesito emprender el camino hacia mi casa y El, sin duda, nos hará compañía.

Tener el corazón abierto significa superar todo temor y duda, y decir resueltamente: “Quédate con nosotros Señor, que se hace tarde” En verdad, este es un tiempo de gracias especiales. Estos veintiséis años de la presencia de la Virgen entre nosotros es un tiempo de grandes conversiones y de grandes frutos. Se encuentra en preparación un libro, en que serán recopilados algunos de los más importantes frutos de Medjugorje, como lo son los signos de las gracias especiales otorgadas, del tiempo y de la intervención en numerosas vidas humanas. En estos días fue bautizada una joven profesora, hija de un conocido comunista y ateo húngaro. Es decir, después de una visita al Podbrdo, ella conoce a Dios, a la Iglesia, la bendición de la fe y la hermosura de la unidad en la Iglesia como Sacramento de salvación. Hace tiempo que yo no veía a una persona tan feliz, que transformaba sus lágrimas y el agua bautismal en un baño de gracia y de un nuevo nacimiento. “Ahora sé quién soy y a quién pertenezco”, exclamó con alegría la nueva bautizada.

Este tiempo de gracia, este tiempo con la Virgen es un tiempo que la Madre nos ha regalado, para enseñarnos a amar y a orar, para enseñarnos a ser obedientes a Dios. Nos sentimos felices porque hemos respondido inmediatamente a Su llamado. ¡Sí este es el tiempo para mi alma! Cuando llego a la cima del Monte de las Apariciones y cuando como un profeta miro al cielo abierto y escucho la voz de la Madre, es el tiempo para mi alma. Cuando te duela la cabeza por causa del esfuerzo y del ayuno, di a tu corazón: “No temas. Este es el tiempo para mi alma.” Cuando apagues la televisión o apartes de ti una revista que te perturba, di a tu corazón: “Este es el tiempo para mi alma.” Cuando abras la Biblia o escuches al Señor como lo hizo Samuel, di a tu corazón: “Este es el tiempo para mi alma.” De esa forma, continúa revisando en orden Sus mensajes, acéptalos resueltamente y di a tu corazón: “Este es el tiempo para mi alma.”

Nos sentimos felices porque la Madre está con nosotros. Nos sentimos felices porque nos espera, dondequiera que vayamos a su encuentro. Sabemos que nos ama inconmensurablemente. Ese amor infinito ayuda a curar nuestra inmadurez y nos ayuda a madurar en el amor hacia la Virgen, Dios, la Iglesia y hacia el prójimo. Madre, sé cuán grande es tu amor. Me da vergüenza compararlo con lo visible y medible, porque tu amor es inconmensurable. Madre, gracias por tanto amor.
 
Este mes oraremos por las siguientes intenciones:
 
1. Por una buena acogida de nuestro Encuentro Anual y por su éxito. Por el crecimiento de nuestra fraternidad de oración y por un compromiso diario más profundo en el movimiento de la Virgen, y por una participación con todo el corazón.
2. Por las vocaciones espirituales y religiosas. Para que el Señor nos dé nuevas santas y fervorosas vocaciones sacerdotales y religiosas. No olvidemos que la renovación del mundo comienza en el corazón de los sacerdotes y de los religiosos.
3. Por todos los religiosos y sacerdotes que vienen a Medjugorje a abrirse a la Virgen y a sus mensajes. Pedimos especialmente por todos los enfermos en el cuerpo y en el espíritu, a fin de que puedan encontrar consuelo y salud.

Queridos hermanas y hermanos míos, al observar la naturaleza en este tiempo de primavera, eso me inspira a desear que nuestra comunidad pueda crecer y florecer como un jardín elegido por la Virgen. Que podamos dar frutos en la perseverancia. Oro por todos ustedes y a todos los encomiendo a la Reina de la Paz.

Los saluda fraternalmente, 
Fr. Jozo Zovko O.F.M 
Siroki Brijeg, 27.04.2007



Meditación del Padre Jozo sobre el mensaje 25 de marzo de 2007

Queridos hermanos y hermanas:

Los agradecimientos de corazón de la Virgen por nuestros sacrificios y renuncias cuaresmales, me inspiran a pensar como la Madre misma lo desea: “Deseo animarlos para que continúen viviendo el ayuno con un corazón abierto. Hijitos, con el ayuno y la renuncia, serán más fuertes en la fe.”

Nos sentimos felices porque nuestras renuncias cuaresmales han sido del agrado de Nuestro Señor y de Su Madre. Por eso, gracias por vuestras peregrinaciones, que hacen de otra forma, de una manera madura, no como esos grupos que pasean conversando, descansan y se refrescan en los negocios. He notado que miembros de nuestra comunidad (y algunos incluso descalzos), peregrinan organizados en grupos pequeños, exclusivamente en oración y cantando. De esa forma, ellos crecen cada vez más en un sentimiento responsable hacia los demás, especialmente hacia la Iglesia. Las intenciones que cada jueves presentamos en nuestro altar y en nuestras oraciones, y los ayunos de cada viernes por ellos y sus intenciones – no son pequeños sacrificios. No olvidemos: deben existir personas que oren por aquellos que nunca oran. Como el sol que da luz a todos los planetas y a la Tierra. Como el corazón que sirve activamente a todo el cuerpo. Por eso, ¡todos aquellos que han recibido el don de la oración, han sido llamados a dar gloria a Dios con la oración! Han sido llamados a orar para que otros conozcan y se encuentren con Dios, para que puedan convertirse y reciban la paz.

El ayuno y la oración fortalecen y purifican la fe. Deseo detenerme en el concepto mismo de ayuno, que se comprende de una manera muy pobre en nuestro medio. Cuando la Virgen habla de ayuno no piensa solamente en la comida y similares. De la misma forma, Nuestro Señor nos enseña acerca del ayuno empezando por el corazón y los pensamientos malvados que en él surgen.

Ayuno de los pensamientos. Debemos aprender hoy a ayunar y renunciar a los pensamientos indignos, impuros, desordenados, violentos y malvados. Por eso debo armonizar mis pensamientos con el Evangelio y los pensamientos de Dios. Por eso debo debe leer y meditar la Palabra de Dios, la vida de los Santos. Hay tanta gente que sufre por pensamientos desordenados y tentadores que los persiguen día y noche. Saber ayunar de los pensamientos equivale a dejar de comer alimentos en mal estado. No quiero probarlos porque me envenenarán. El corazón que está lleno de pensamientos envenenados – no puede orar, amar a Dios y al prójimo.

Ayunar con los ojos. A través de nuestros ojos, como a través de dos ventanas entran imperturbablemente todas las imágenes, escenas y trágicos acontecimientos, que se transmiten a través de la televisión y de los medios de comunicación, de los escaparates y de los anuncios publicitarios a cada paso. Tantas imágenes inmorales y obscenas, las escenas de las películas y de los medios de comunicación entran con violencia en nuestros sentidos. Desde el depósito de la conciencia, ellos llenan nuestros pensamientos y nos hacen ser impuros, violentos, impúdicos, etc. No se pierden esas imágenes y escenas en el olvido. Al contrario, ellas nos llenan y nos forman, nos cambian imperceptiblemente. Los antepasados decían: “¡Dime lo que lees y te diré cómo eres y quién eres!” ¡No debo permitir que mi corazón se convierta en un cubo de la basura!

Cuán difícil hoy es contrastar esa poderosa propaganda de pornografía e inmoralidad y decirse a sí mismo y a la propia familia: “Nosotros somos cristianos. Ese no es un programa para nosotros. Eso va en contra de nosotros y de nuestra moral”. Poder decir no enciendo la televisión esta Cuaresma, es un gran sacrificio y renuncia, y significa una mayor libertad con la que tú testimonias tu madurez y fuerza moral.

Ayunar con los oídos. El don de la audición y de la música pertenece a la naturaleza del hombre. Existe también la música satánica. Existen los adictos a la televisión y a la música. El hombre debe estar siempre vigilante y diferenciar la cizaña del trigo. Diferenciar lo que lo destruye y lo que lo convierte en adicto, de lo que lo ennoblece.

Me siento triste por tantos ancianos que durante horas y horas permanecen ante la televisión perdiendo el tiempo. Perdieron el don de la oración que tenían sus madres. ¿¡A quiénes sirven y para quién viven aquellos que no oran, sino desperdician el tiempo ante la televisión!?

Ayuno de las palabras. Somos un pueblo en que se blasfema, maldice y se dicen palabras feas. Eso no es una herencia cultural o popular, sino un pecado y una vergüenza nacional. Saber detener en el corazón la palabra que ofende, significa tener fuerza. Saber detener la blasfemia provocada por la ira o desarraigarla conscientemente de nuestro vocabulario o de nuestra familia es una gran victoria que el individuo se adjudica. Las bromas de mal gusto, los cuentos humillantes y indecorosos, son un material que como agua sucia se derrama en nuestros encuentros y nos ensucia a todos. El que blasfema y las blasfemias están al servicio del mal. Aprender a ayunar con la lengua y renunciar a las palabras feas y sucias es una gran victoria de la gracia.

Ayunar de los sentimientos. Nuestros sentimientos pueden ser muy negativos, incluso se pueden convertir en una enfermedad de nuestra alma. Armonizar nuestros sentimientos y fundirlos en el amor es nuestro objetivo y vocación.

Ayunar del modo de vestir. ¡Cuántos esclavos de la moda! Somos testigos de como a través de la moda se promueve el culto del cuerpo y del placer. Todo eso se convierte en una enfermedad del alma. El hombre vive para las cosas y para tener una apariencia agraciada pero falsa. Es doloroso acompañar a los anoréxicos en sus funerales. ¿Qué podríamos decir acerca de nuestra intemperancia en la compra de automóviles? Lamentablemente, para muchos hombres, el automóvil es más importante que los hijos y la familia. Ser templado es una virtud, es la grandeza y la fuerza del cristiano que demuestra de esa forma no ser dependiente de las cosas, y que en cambio desea solamente servir al Señor.

Ayuno de comida y de bebida. Muchos alcohólicos se destruyen a sí mismos, a sus matrimonios, a sus familias, sus países y finalmente su dignidad de cristianos. Esa adicción incurable se cura con el ayuno y la oración.

Ayuno de las drogas. La imagen de nuestra juventud que se ha convertido en esclava de la droga es muy triste. Y ese mal atrae más mal. Es el suicidio de una nación que no vigila a su generación de jóvenes. Nuestras escuelas, sus patios de recreo, los bares y las cafeterías se han convertido en un mercado para esas sustancias letales.

Ayuno de los video juegos, juegos de la fortuna, naipes y similares. Cuán poderoso es ese vicio, diariamente de eso nos habla la crónica roja y el obituario.

Y así podríamos enumerar al infinito nuestras dependencias y debilidades. Por tanto, ¿cómo ayudar a pasar y a conducir a nuestra familia y a nuestros seres queridos por ese mar tempestuoso? La Virgen nos da la respuesta: “Con el ayuno y la renuncia, y a través de la oración cotidiana, encontrarán en Dios la verdadera paz.” La paz significa fuerza. La paz significa alegría de Dios. La paz significa la plenitud de la familia en la familia y en la Iglesia.

¿Podemos contar con la salvación y la gracia sin la renunciación? La oración y la renunciación son dos alas con las que el cristiano se eleva a la altura de su fe y realiza su encuentro con Dios. Hoy, como en toda la historia de la Iglesia, ser santo y el llamado a la santidad tienen el mismo peso. Ese es nuestro objetivo. No podemos realizarlo sin la gracia. La gracia la recibimos del Señor abriendo nuestro corazón a Dios a través del sacrificio, del ayuno, de la oración, de los Sacramentos, y viviendo inmersos en la Palabra de Dios.

Este mes oraremos por las siguientes intenciones:

  • Para que la Iglesia se renueve a través de los Sacramentos de la Reconciliación y de la Eucaristía, y que experimente la plenitud de la paz y la alegría pascuales. Por la paz y la unidad de la Iglesia.
  • Por todos los jóvenes a fin de que no caigan en la tentación, sino que se decidan por el único y verdadero Maestro, Nuestro Señor Resucitado. El es nuestra paz.
  • Por nuestra comunidad de oración aquí y en todo el mundo, para que a través de la oración y del ayuno, se prepare para el Encuentro de este año. Para que no olvidemos que nuestra tarea es vivir los mensajes de la Virgen, de tal forma de servir al Evangelio con alegría como la Virgen.

Queridos hermanos y hermanas:

Cuando yo escuché este mensaje, me pareció que la Madre había escrito una carta a nuestra comunidad de oración durante la Cuaresma y que nos alentaba para que perseveráramos en el camino. Nos agradece para que no nos sintamos abatidos y enfatiza el hecho de que le somos muy necesarios. Por eso mis queridos hermanos y hermanos, al enviar mis reflexiones acerca de este mensaje oro para que la Madre los impulse a un nuevo apostolado que es nuestro desde el comienzo mismo, y es el de la renunciación, del ayuno y de la oración.

Les envío mis sinceros saludos junto con mis oraciones y sacrificios por sus intenciones.

Los saluda afectuosamente,
Fr. Jozo Zovko, OFM  
Široki Brijeg, 29.03.2007



SALUDO DE PASCUA del Padre Jozo

¡Queridos Hermanos y Hermanas, muy estimada Familia de Oración!

Siempre me regocijo y agradezco al Señor cuando estoy por escribirles. Mediante el presente saludo de Pascuas expreso mi gratitud personal al Señor y a Su Madre y Nuestra Madre por cada uno de ustedes. Los siento como un regalo y los reconozco como una señal.

 
Ustedes son un regalo, que la Reina de la Paz nos ha brindado a cada uno de nosotros. No somos únicamente individuos que amamos, ni somos únicamente peregrinos, que leemos y reflexionamos acerca del movimiento de Medjugorje; somos parte de una gran familia, de aquellos que veneran a la Reina de la Paz y cuyos objetivos son vivir sus mensajes. Nuestra familia es tan fuerte, con tantos signos, gracias y la presencia de Dios que acompaña a través de conversiones, curaciones y otras gracias. Somos iluminados por la palabra del Señor, que nos enseña a mirar el fruto y a reconocer el árbol por sus frutos. Si el árbol da buen fruto, es bueno. Si el fruto es malo, el árbol es malo.
 
Día a día los frutos de nuestra oración familiar son palpables. Los frutos del ayuno y de nuestras novenas, son mayores y más abundantes. En nuestros seminarios, en el corazón de todos quienes participan, surge un deseo irresistible de pertenecer a nuestra comunidad de oración. Me siento feliz cuando reviso los correos electrónicos y con mi corazón  recojo todas las intenciones, las necesidades, las promesas y los agradecimientos de personas y grupos de todas partes del mundo – y de aquellos que cada jueves se acercan a nuestra comunidad y golpean  a la puerta de nuestra oración. Le agradezco al Señor por haber mostrado el camino a tantos a través de nuestra familia de oración. Es por ésta razón que los considero un regalo.
 
Considero y veo nuestra comunidad de oración como un signo – un signo de Nuestra Madre. Lo veo como el arco iris de Nuestra Madre, que Ella ha extendido  sobre   un horizonte de muchas tormentas y naufragios. Cada vez hay más y más corazones y matrimonios heridos o destrozados. Más oscuridad se cierne sobre los ojos de nuestra generación. ¿Quién encenderá la luz? ¿Quién nos mostrará la salida? ¿Quién conoce el camino hacia la paz y el amor?

Desde el Monte de las Apariciones, brilló una maravillosa luz y desde la majestuosa imagen de la Santa Madre se escucharon las palabras: Queridos hijos. Yo soy su Madre y los amo. Los necesito. Los he elegido". Desde ese día al día de hoy, por casi 26 años, la Reina de la Paz, reúne, conduce e inspira a todos aquellos que la han aceptado. Estamos llenos de gozo porque hemos sido elegidos. Estamos agradecidos porque somos enviados. Hemos sido bendecidos por el hecho de que la Madre, sin temor, nos ha confiado sus mensajes y nosotros intentamos comprenderlos y vivirlos con amor en forma entusiasta y perseverante. De esta forma, cada uno de ustedes se ha vuelto un signo en su familia, en su comunidad y en su parroquia. La gracia se está expandiendo y la oscuridad retrocede. La luz de los Cielos inunda el corazón y desaparece la angustia. La gracia nos ha sido dada como un regalo.
 
Sus palabras nos tocan en nuestra profunda esencia: “vuestra libertad es vuestra debilidad”. Sí. Siendo libre, puedo decidir un paso o una acción, pero también debo aceptar las consecuencias de esa decisión.  Si decido no tener tiempo para la oración, es mi decisión y mi libertad, pero muestra toda mi debilidad. Por lo tanto permanezco sin el regalo, sin la gracia – como un pez a la deriva en la costa. No puedo seguir viviendo porque yo necesito a Dios y necesito encontrarme con Él.  Si elijo no ir a Misa el domingo o un día no leer la Palabra de Dios, es mi decisión, pero es una mala decisión. Es por ello que nuestra Madre nuevamente nos convoca a aceptar y vivir sus mensajes con seriedad.
 
No se nos da una alternativa, porque no la hay. No existe otro camino. Es por eso que somos signo de una buena elección para quienes nos rodean. Jesús nos habla como a María de Betania diciendo que ha elegido la mejor parte, que no le será quitada. Esta es nuestra elección. Verdaderamente hoy, esta es la mejor elección que podemos hacer, según el mensaje de nuestra Madre.
 
Queridos compañeros de Oración,
 
Mientras medito en los testigos de Cristo Resucitado, las mujeres, los Apóstoles, los discípulos y la comunidad entera que lo vio, pienso que toda la historia está agradecida a los testigos y promotores de la verdad de la Pascua. Si no nos hubieran transmitido su experiencia y su gracia, no contaríamos con el precioso tesoro de la Fe Resucitada. Hoy en día, se nos obliga a ser testigos serios para todos aquellos que buscan, que no ven, que temen aceptar y que evitan responder al llamado de la Reina de la Paz. Debemos perseverar en vivir los mensajes y no faltarán los frutos.
 
Pensando en nuestra gran familia de oración y en nuestra Reunión anual en Siroki Brijeg y en Medjugorje, el 2 y 3 de junio de este año, con gran gozo les deseo una Feliz   Pascua colmada de bendiciones. Rezo y ayuno para que ésta sea la primavera de nuestra Comunidad de Oración y que el Señor Resucitado nos colme con Su paz y de un gran gozo.
 
Saludos fraternales.
 
Los saluda afectuosamente,
Fr. Jozo Zovko, OFM  
Široki Brijeg, 27.03.2007



Meditación del Padre Jozo sobre el mensaje 25 de febrero de 2007

¡Queridos hermanos y hermanas!

En este mensaje, la bondad y el amor materno primordiales emanan poderosamente. Eso es debido a que una madre no puede nunca suficientemente estimular e inculcar los valores fundamentales en sus hijos. Eso es especialmente difícil hoy en día, cuando los escaparates y vendedores compiten por cada niño y por cada persona. Unos ofrecen entretenimiento y distracciones, otros placeres primaverales y moda, otros programas para todas las edades, etc.

En su mensaje, la Virgen nos recuerda que este es el tiempo santo de la Cuaresma y que es precisamente el tiempo de la misericordia de Dios. Un rastro indeleble de esa gran misericordia, está contenido en las maravillosas parábolas y enseñanzas de Jesús en los Evangelios, posteriormente en sus encuentros con los pecadores y sus inclinaciones malvadas que en ese tiempo eran penadas incluso con el apedreamiento. Es imborrable la escena del encuentro de Jesús con la pecadora, en que el Señor escribía con su dedo en la tierra salvando de esa forma a la mísera pecadora abandonada. Poniéndose en contra de la gente que la había condenado, Jesús se acerca a ella y le perdona sus pecados. Impulsada por Su amor y misericordia, ella abandona el pecado y se convierte en seguidora de Jesús.

La meditación del Vía Crucis, de las lamentaciones de Nuestra Señora, junto con la Veneración de la Cruz de Nuestro Señor, manifiestan, revelan a nuestra alma y a nuestro corazón la profundidad de la misericordia de Dios. Nos ayudan a comprender cuánto nuestro Dios nos ama y nos estimulan a responder a ese amor. Tal como San Francisco de Asís, quien observando al Maestro Crucificado gime, porque el “Amor no es amado”, acepta ese amor y responde a él, siguiendo humildemente al Crucificado, también nosotros hemos sido llamados a hacer lo mismo.

En este mensaje, la Madre nos recuerda que: Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en El, no se pierda, mas tenga vida eterna. (cfr. Jn 3,16) A fin de que ninguno de nosotros se pierda, Cristo instituyó el Santo Sacramento de la Reconciliación con el Padre y con la Iglesia. El nos recuerda que solamente Dios perdona los pecados y que únicamente El puede decir a través de Su sacerdote, “Te absuelvo de tus pecados…”

El hombre tiene necesidad de dar a conocer sus pecados y liberarse de esas heridas, de ese fuego que quema e incinera. La gente piensa que se siente mejor cuando hablan de sus pecados al psicólogo, al psiquiatra, a un periodista, a los amigos tomando una taza de café, etc. El pecado que solamente es confiado a otra persona, y no es confesado, regresa a nosotros como una sombra, como un mal personal que nos sigue y nos persigue. El pecado puede entrar en nuestras vidas de miles de formas. A través de nuestros ojos, si ellos miran escenas e imágenes inapropiadas o escandalosas. Puede entrar en nuestros pensamientos cuando pensamos con malicia e indecorosamente, el pecado simplemente envenena y ensucia nuestros pensamientos. También lo hace con nuestros otros sentidos. Solamente hay un camino y un modo para dejar el pecado y liberarnos de él, y ese es el Sacramento de la Santa Confesión. Porque, ¡solamente Dios absuelve al hombre del pecado! En ese Sacramento, se evidencia mayormente el amor y la misericordia de Dios. Tener un confesor santo y bueno ha sido siempre un gran don de Dios. El Padre Pío y San Leopoldo Mandic ayudaban a sus penitentes a dejar sus pecados escondidos, y de ese modo llegar a la paz y a la gracia del perdón.

En tales confesiones, los santos con un abrazo solo, cambiaban el corazón de piedra y lo hacían arrepentirse. A través de la confesión, el cristiano encuentra la paz y la fuerza para perdonar y recibir el perdón.

Decidir ser santo y decidir vivir santamente, es nuestro llamado y objetivo vital y máximo. Hemos sido llamados a la santidad, porque nuestro Dios es santo y nosotros hemos sido hechos a Su imagen y semejanza. No debemos negarlo con nuestra pecaminosidad, sino que reconocerlo e imitarlo con nuestra santidad. La santidad es una decisión personal de cada uno de nosotros. Tal como el pecado no se manifiesta sin nosotros, así también la santidad no se realiza sin nosotros ni nuestro consentimiento y colaboración. Imitar a Jesús en nuestra tarea y llamado. Podemos imitar solamente a quien conocemos y amamos. A quien es un ejemplo y un ideal definitivo.

La imitación de Cristo no es una suerte de sueño malsano e irrealizable de un individuo, sino un camino y una tarea fundamental. En amar a Jesús e imitarlo, está toda la sabiduría y la grandeza del cristiano. Su Cruz, Sus llagas, Su preciosísima sangre son una inspiración para todo cristiano. No hemos sido redimidos por el oro y la plata, nos decía el primer Papa, sino con la sangre de Nuestro Señor. El clavó en la cruz nuestras deudas impagas y pagó todo lo que debíamos. Mirar la Cruz y hacer el signo de la Cruz significa tener gratitud y un amor sincero por todo lo que nos ha sido regalado. Siempre la Cruz me dice: “Yo te he redimido, mío eres tú. Eres precioso a mis ojos, y yo te amo.” (Cfr. Is 43)

La fuerza de la Cruz libera de todo temor, del castigo y de la tentación de pensar que el Señor no me va a perdonar. La Cruz es señal de que Dios es sólo misericordia y que nos invita a reconciliarnos con El y con el prójimo. No debo en mi libertad elegir el mal, el pecado, no debo rechazar el amor, porque debo en esa libertad asumir todas las consecuencias de mis elecciones. Por eso la Virgen nos dice: “Vuestra libertad es vuestra debilidad.” Por tanto, mi libertad está en mi elección, y yo puedo elegir el bien mayor y ser fiel a ese bien, que es Dios, Su camino y Su Evangelio. Finalmente nos llama a poner en práctica sus mensajes con seriedad.

Este mes oraremos por las siguientes intenciones:

  • Por todos los cristianos para que se preparen para el Sacramento de la Reconciliación y se confiesen, y de esa forma dejen el propio pecado y sus costumbre equivocadas.
  • Por los sacerdotes, los confesores, a fin de que el Espíritu Santo los inspire y los guíe en el encuentro con los penitentes. Para que cada pecador sienta en el sacerdote el abrazo del Padre bueno y misericordioso.
  • Que este tiempo santo de la Cuaresma sea la primavera de nuestra Iglesia y de nuestra fe. Este tiempo es un tiempo de gracia, oremos para que la Iglesia dé un testimonio poderoso de fe y esperanza, de amor y de humanidad a los paganos y a los que se alejaron de la fe.

Queridos hermanos y hermanas,

Aprovechemos este tiempo y confirmemos nuestro apostolado también con buenas obras. La Iglesia y el Señor nos necesitan, por eso la Madre nos llama. Purifiquemos nuestro amor hacia la Iglesia y hacia todos los pecadores.

Oro por todos ustedes e invoco la bendición de la Reina de la Paz, saludándolos fraternal y sinceramente.

Los saluda afectuosamente,

Fr. Jozo Zovko O.F.M
28.02.2007, Siroki Brijeg



Meditación del Padre Jozo sobre el mensaje 25 enero 2007

¡Mi querida familia de oración!

Una vez más, la Reina de la Paz nos llama con mucha energía a leer y a conservar la Sagrada Escritura en un lugar visible en nuestra familia. A través de la Biblia, Dios dice una sola Palabra – Su Unigénita Palabra – a través de la cual El se revela a Sí mismo, como nos dice en el libro de Hebreos. Y el Concilio Vaticano II nos alienta enseñándonos: “La palabra de Dios, que es fuerza de Dios para la salvación del que cree, se encuentra y despliega su fuerza de modo privilegiado en el Nuevo Testamento. Estos escritos nos ofrecen la verdad definitiva de la Revelación divina. Su objeto central es Jesucristo, el Hijo de Dios encarnado, sus obras, sus enseñanzas, su pasión y su glorificación, así como los comienzos de su Iglesia bajo la acción del Espíritu Santo.” Después invita a todos los creyentes a la lectura y la meditación de la Palabra de Dios.

Los Santos de nuestra Iglesia se alimentaron de la Palabra viva y vivieron de ella. Así Santa Cesárea, la Joven, nos enseña que “No hay ninguna doctrina que sea mejor, más preciosa y más espléndida que el texto del evangelio. Ved y retened lo que nuestro Señor y Maestro, Cristo, ha enseñado mediante sus palabras y realizado mediante sus obras.”

Santa Teresa del Niño Jesús: “Es sobre todo el Evangelio lo que me ocupa durante mis oraciones; en él encuentro todo lo que es necesario a mi pobre alma. En él descubro siempre nuevas luces, sentidos escondidos y misteriosos.”

San Jerónimo enseñaba que “Desconocer las Escrituras es desconocer a Cristo.” También lo enseña el Concilio Vaticano II: “La Iglesia siempre ha venerado la Sagrada Escritura, como lo ha hecho con el Cuerpo de Cristo, aquellas y éste alimentan y rigen toda la vida cristiana. Es tanta la eficacia que radica en la palabra de Dios, que es, en verdad, apoyo y vigor de la Iglesia, y fortaleza de la fe para sus hijos, alimento del alma, fuente pura y perenne de la vida espiritual.”

Hugo de San Víctor nos enseña que “Toda la Escritura divina es un libro y este libro es Cristo, porque toda la Escritura divina habla de Cristo, y toda la Escritura divina se cumple en Cristo.”

El Santo Padre Benedicto XVI, anunció para octubre del año 2008, un Sínodo de Obispos en el Vaticano cuyo tema será: “La Palabra de Dios en la vida y en la misión de la Iglesia”. Destacó que la Iglesia y la Palabra de Dios están unidas inseparablemente. La Iglesia tiene que rejuvenecerse – renovarse, y la Palabra de Dios, que nunca envejece ni se agota, es el mejor medio para conseguir ese objetivo. “La lectura asidua de la sagrada Escritura acompañada por la oración realiza el coloquio íntimo en el que, leyendo, se escucha a Dios que habla y, orando, se le responde con confiada apertura del corazón. Si esta práctica se promueve eficazmente, producirá en la Iglesia una nueva primavera espiritual.”, dijo el Santo Padre. Cuando leemos la Palabra de Dios, el Espíritu y la vida de Dios entran y actúan cada vez más poderosamente en nosotros. La lectura de la Palabra de Dios es uno de los fundamentos de la vida espiritual. Si ese fundamento está ausente, tu vida estará apoyada sobre pies de barro, será débil, ineficaz, infértil.

La Virgen ha intercedido en varias ocasiones para que la Biblia tenga un lugar visible en nuestro hogar. Ese es nuestro altar familiar. En nuestra sala de estar, lugar en que la familia de hoy se reúne, descansa, conversa, mira televisión, hay que realizar un nuevo proyecto.

Nuestra familia cristiana debe tener un altar en torno del cual la familia se reunirá diariamente para escuchar comunitariamente la palabra de Dios y orar en familia. En esa pequeña mesita en la sala de estar, pon primeramente al Señor Crucificado.

La Cruz es maestra de amor de la cual nació nuestra familia como Sacramento. ¡Ella nos enseña constantemente lo que es el amor! Dar la vida por los demás, sacrificarse por los demás. Perdonar a todos, y especialmente a los enemigos. Responder como el Maestro al Padre: “Padre mío, ¡hágase tu voluntad!” (Cfr. Mt 26,42). Al pie de la Cruz pon a la Madre, una imagen o estatua de la Santísima Virgen. “He ahí tu Madre” (Cfr. Jn 19,26) es el mensaje que permanece a través de toda la historia y del futuro, y se enlaza a cada uno de nosotros.

Hay que tomar a la Madre como alguien propio, porque sin Ella no podemos vencer al astuto enemigo. De esa forma tu familia encontrará el camino más fácil para llegar a Dios. Luego, pon en el altar tu Biblia familiar. La Palabra viva de Dios. Todas las veces que la tomes del altar familiar, escucharás la voz del Padre como la escucharon los discípulos en el Tabor: “¡Este es mi Hijo amado en quien me he complacido!” (Mt 3,17)

Después de veinticinco años y siete meses, tenemos solamente dos mensajes que poderosamente enfatizan el llamado y el programa - ¡Hacerlo todos los días! Es rezar el Rosario cada día, juntos, con el corazón, y leer la Palabra de Dios. Pon en el altar el rosario familiar que es tomado por el orante que dirige la oración y que después de la oración lo vuelve a poner en el altar familiar. Después, pon un recipiente con agua bendita y al menos una vez por mes, bendecir con ella tu hogar y a tu familia. Nosotros lo hacemos regularmente cada sábado. Luego, puedes colocar en el altar tu devocionario y una vela que encenderemos cuando leamos la Palabra de Dios, porque ella es la luz en el camino de nuestra fe. Tu altar familiar y esa reunión diaria en torno del altar es una importante forma de culto familiar. En breve tiempo, toda la familia sentirá cómo de ese rincón surge una fuerza que mantendrá la paz y la unidad en la familia. Ese signo queda después también después de tu muerte, como un signo para tus hijos que lo tendrán como una experiencia inolvidable y una fuente de seguridad. Siempre podrán decirse a sí mismos: sabemos de dónde mis padres pudieron obtener la fuerza y encontrar la paz. Sabemos cómo hoy podemos salir adelante. Siguiendo los pasos de nuestros padres.

La Biblia en los Proverbios dice: “Hijo mío, presta atención a mis palabras, inclina tu oído a mis razones; que no se aparten de tus ojos, guárdalas en medio de tu corazón. Porque son vida para los que las hallan, y salud para todo su cuerpo.” (Cfr. Prov 4,20). Si leo y guardo en mi corazón la Palabra de Dios, como la Virgen lo ha hecho, podré conocer también la oración con el corazón. No solamente los pensamientos de Dios y Su Palabra estarán en mi corazón, sino que también mis pensamientos estarán en Dios - me enseña la Reina de la Paz. No hay nada más sublime en este mundo que la hermosa experiencia de estar completamente inmerso en la Palabra de Dios y nutrirse de ella. Esa es la verdadera santidad de la vida. Iluminado de esa forma, el hombre llega a ser sabio y no olvida nunca que es como una flor de campo que florece y así se vuelve maravillosa y visible, pero sólo por breve tiempo. Cuando el viento sopla, ella desaparece. Los profetas y los apóstoles nos enseñan acerca esa transitoriedad, y que el tiempo no puede ser detenido. Aunque no podamos detener el tiempo, podemos dejar signos en él, frutos en la vida, y de una manera concreta, nos dice María: “Dondequiera que vayan, dejen signos de bondad y de amor.”

Esos signos son imperecederos e inmortales, esa es la fecundidad de los santos en este tiempo. Las obras de bondad y amor no mueren. Ellas son inmortales y llevan el sello divino. Esas obras testimonian de nosotros y para nosotros. Este tiempo es un desafío especialmente para nosotros y para nuestra misión, teniendo que vivir los mensajes de la Virgen en la vida cotidiana, en el sufrimiento, y en el apostolado, con los signos de gracia que los acompañan.

Este mes oraremos por las siguientes intenciones:

  • Por las familias cristianas, a fin de que sean una escuela en la cual se educan a las generaciones que luego dejan signos de bondad y amor. Por la renovación de oración familiar del Rosario y de la Sagrada Escritura.
  • Por la renovación de las comunidades religiosas que han sido llamadas, como el Samaritano misericordioso, a dejar día tras día signos de bondad y amor. Por nosotros, para que podamos en particular percibir en nuestro camino de vida a todos aquellos que han sido heridos por la droga, el alcohol, la inmoralidad, y cualquier otra adicción, y que podamos acudir en ayuda de ellos.
  • Por las intenciones del Santo Padre Benedicto XVI, por la paz y la unidad de los cristianos y de la Iglesia. Para que sea un solo rebaño, con un solo Pastor.

¡Queridos míos!

Nadie puede hablar a sus hijos tan tierna y cálidamente como una madre. Este mensaje en particular, es una expresión de todo el cuidado y el amor maternales. Oro y ayuno por todos ustedes, recordándolos a todos en el sacrificio de la Santa Misa.

Los saluda afectuosamente,

Fr. Jozo Zovko O.F.M

Siroki Brijeg, 31.01.2007



COMENTARIO DEL PADRE JOZO PARA LA NAVIDAD

¡Queridos hermanos y hermanas!

Hoy se han cumplido veinticinco años y seis meses desde que la Reina de la Paz se aparece en Medjugorje. También hoy escuchamos su voz maternal y vemos su más querida imagen: Ella con el Niño Jesús en brazos. La Madre con el Niño, con el Rey recién nacido, que es nuestro Dios. Cuánto nos ayuda esta palabra materna y simple que se transforma en un canto del Cielo y de la tierra. Un canto de alegría que resuena a través de la historia. Los pastores fueron los primeros que lo escucharon, luego los sabios, y finalmente los elegidos y redimidos.

Ese cántico de Belén es la oda más hermosa a la paz y al hombre de buena voluntad a quien Dios ama. El es el rey del Cielo y de la tierra y no hay otro más. Ese es su canto de paz. Es el don misericordioso que el hombre ha perdido, por el cual en su corazón aún alberga un anhelo irresistible. El hombre lo ha intentando todo, pero no ha encontrado la paz. El Rey del Cielo y de la tierra nos visita con su paz. La Navidad, es decir, el nacimiento y la venida del Salvador al hombre, es el descubrimiento de la paz que habíamos perdido. El hallazgo de la paz que no habíamos podido encontrar ni reemplazar con nada. ¡Ese es el milagro de la paz! El Hijo de Dios es nuestra paz. Estamos en un error cuando servimos al hombre y a sus proyectos. Cuando servimos a las cosas y sacrificamos mucho por los bienes materiales con la esperanza de encontrar la paz.

Por eso, el retorno al Pesebre y la búsqueda del Recién nacido en él, es nuestra gran necesidad. El Pesebre se convierte en el lugar de nuestro descanso después de un viaje fatigoso. El Pesebre se convierte en una fuente de consuelo donde posamos nuestras pesadas cargas existenciales que nos afligen. Llega a ser un signo que nos abre los ojos a fin de que veamos al Niño y a la Madre, buscada por el hombre débil y cansado. “El Hijo nos ha sido dado”. Es el don que estamos buscando y nuestro corazón se siente angustiado mientras no lo encontremos, a El y a la Madre. El Pesebre es ese maravilloso puente divino que une nuestra orilla con la orilla de Dios. Me siento feliz porque puedo ir a Dios. Me siento agradecido porque Dios ha venido a mí. Por eso el Pesebre es un lugar de culto. Es la verdad ante la cual doblo mis rodillas y agradezco en oración, en la entrega de todo y de mí como un don que El recibe de mí. Los ángeles me enseñan y los profetas me impulsan a levantarme y a encontrar el Rey del Cielo y de la tierra. Ellos me enseñan que puedo darle algo y recibir algo de El. En cambio, El me muestra cómo elegir un nuevo camino y regresar a mi vida cotidiana. Los sabios aceptaron ese nuevo camino y regresaron felices trayendo el mensaje y la experiencia del encuentro con el Rey recién nacido.

La Navidad es siempre una experiencia nueva y cada vez más profunda de la cercanía de Dios con el hombre. Es la festividad de la gente que encuentra la paz y la lleva alegremente como un don de Dios a su familia y a sus comunidades. La Navidad cambia a la gente y la faz del mundo. Nuestros nuevos caminos son nuestras nuevas relaciones interpersonales. La Navidad es nuestra actitud hacia Dios y su llamado. Nuestra adoración a Jesús en brazos de su madre, es un fruto lógico de ese encuentro en la fe. El corazón que encuentra a Dios se siente feliz, lleno de paz y de agradecimiento por todas las gracias y dones. El encuentro con Jesús y la Madre en el misterio de la Navidad es un gran don y una gran gracia que conservamos como uno de los recuerdos más queridos de nuestra infancia. Es el regalo que el Padre regala a sus hijos y por eso nos arrodillamos ante El en una oración de agradecimiento. Y a medida que nos preparamos más para el encuentro con la Navidad, sentimos cada vez más la necesidad de elegirlo como nuestro más grande regalo que el Padre ha enviado por medio de la Madre. Esa es nuestra alegría inagotable.

Esa es la fuente de las más hermosas oraciones y cantos, canciones de cuna y enseñanzas, agradecimientos y tarjetas de saludo, que nunca llegarán a ser sólo una tradición, porque detrás de ellas existe la experiencia alegre y enriquecedora del encuentro con el Hombre-Dios y la Madre. ¿Quién no desearía compartir ese encuentro con los demás?

El pesebre y el Rey en ella es nuestra elección. Siempre encontramos la alegría y la paz en El. Por eso agradecemos a la Reina de la Paz cuando nos enseña de una manera simple y maternal: “Elíjanlo y tendrán la alegría en El.” Sí, junto a los numerosos regalos de Navidad que hemos recibido, Jesús es el más valioso.

El Señor es el regalo que nuestro corazón más necesita. Por eso la Navidad no es una ilusión después de la cual nos sentimos como borrachos, vacíos y decepcionados, sino por el contrario: enriquecidos y felices. Nuestra celebración no son devaneos ni deseos vacíos, sino un encuentro con Jesús y María que nos enriquecen. El primer tesoro mencionado por la Reina de la Paz, es la bendición de la paz. Esta no se puede arrebatar, comprar o encontrar casualmente. Esa estrella de Adviento, esa luz de esperanza que el Señor ha encendido, luz que debemos esperar vigilantes, preparados, a sugerencia del Señor – es el camino que hemos recorrido como los sabios de Oriente. Por eso nosotros sabemos a quién estamos buscando y esperando: ¡A nuestro Rey que viene! El nos llena con sus bendiciones de paz y de gozo pascual. ¡Cuán rica y llena de gracias es esta festividad y nuestra celebración de ella!

Nuestros políticos y, en algunas ocasiones nuestros sacerdotes, atacan nuestra celebración al examinarla desde un punto de vista material. Mesas y escaparates llenos. El hombre debe dar, porque ha recibido un regalo. El hombre debe cantar porque se siente feliz. El hombre debe celebrar en comunidad porque ya no está solo. La Navidad debe ser celebrada y no se le puede sustraer ninguna dimensión de celebración y de alegría. Por eso la Reina de la Paz nos enseña. “También hoy les traigo en brazos a Jesús recién nacido.” Sin El todo está vacío y no tiene significado, porque todo lo que nosotros podemos dar, dura poco y tiene poco valor. Por eso, en esta Navidad, hemos decidido elegirlo a El como el más grande y durable regalo que hemos recibido.
 
¡Queridos míos!
 
Sean felices. Lleven y regalen a Jesús a todos, y especialmente a aquellos que lo perdieron, olvidaron o rechazaron.
 
Este mes oraremos por las siguientes intenciones:
 
1.
Por esa paz que gracias a Jesús pudo surgir en la tierra y que a través de El fue dada a toda la humanidad, para que llene nuestros corazones y reine en nuestras familias y entre los pueblos. Por el fin de toda guerra y de todo conflicto entre los pueblos.
2. Por todos los políticos y por los responsables de la paz y de la carrera armamentista. Para que Jesús recién nacido los ilumine con su sabiduría a fin de que encuentren un nuevo camino, el camino de la paz. Para que preserven la paz en sus pueblos.
3. Por nuestra comunidad de oración “La Visitación”, a fin de que en este año podamos crecer en número y en gracias, y podamos cumplir nuestra gran tarea en el mundo y en la Iglesia viviendo los mensajes y testimoniando por la Reina de la Paz. Que todos los pobres y los peregrinos, los enfermos y los necesitados puedan encontrar ayuda y consuelo y se conviertan en un signo en este mundo y en este tiempo.

Queridos hermanos y hermanas,
Los veo a todos en brazos de la Madre, y a todos los siento vestidos en la bendición de la paz y de un nuevo entusiasmo que nos concede Jesús, el Rey de la Paz recién nacido.
 
Que este nuevo año sea también motivo de inspiración y gracia para todos nosotros. Los saludo a todos y oro por todos ustedes.
 

Los saluda afectuosamente,

Fr. Jozo Zovko O.F.M



COMENTARIO DEL PADRE JOZO SOBRE EL MENSAJE DEL 25 DE OCTUBRE DE 2006

¡Queridos hermanos y hermanas, estimados seguidores de los mensajes de la Reina de la Paz!
Me atrevo a meditar contigo estas palabras que hoy nos han sido dirigidas. 

En primer lugar, reconozco en estas palabras de la Reina de la Paz una gran advertencia a todos: la Virgen no viene por su cuenta o eludiendo a Dios y su plan, sino con Su permiso. Ella enfatiza nuevamente que este tiempo en que vivimos es un tiempo de gracia. Es un tiempo que nos fue dado. Nosotros tenemos la gracia de vivir estos veinticinco años y cuatro meses con la Virgen y la Madre en comunidad familiar. Además, es una gran gracia el hecho de que la Iglesia se ha comprometido a orar desde todas partes del mundo, en oración con la Madre del Señor en Medjugorje. La presencia de la Virgen se manifiesta en los frutos que son innumerables e inmensurables. La Virgen dice que este tiempo de gracia es ¡una oportunidad para nuestra conversión, para cambiar mi vida! Un tiempo en que puedo conocer esta gracia de paz y de amor, y emplearla en mi vida. Sí, precisamente toda esa gracia nos ha sido dada para que podamos vivir en paz y amor.

Esos son dones divinos destinados a cada hombre. Cualquiera los puede perder fácilmente, y especialmente hoy en día en que existen escuelas de publicidad que enseñan a manipular con el hombre a través del video, la imagen y la palabra. Somos testigos de cómo hoy es fácil arrancar al hombre de Dios y desviarlo del camino cristiano y evangélico. El mensaje de hoy nos advierte que este es un tiempo de gracia. Que es un tiempo en que tenemos la oportunidad de convertir, cambiar y ennoblecer nuestra vida y la vida de nuestra familia. En contra de este don y gracia, se ofrecen y promueven contenidos  totalmente discordantes y negativos, programas de televisión, periódicos y revistas diarias y semanales que promueven el placer y un hedonismo ciego, el cual genera el culto del cuerpo y del placer corporal, y promueven además ejemplos negativos elevándolos y enalteciéndolos como un ideal, representándolos como una carrera profesional exitosa o una vida enriquecedora.

Vivimos en un tiempo en que es muy difícil exteriorizar los principios cristianos en la vida cotidiana. Si analizamos los programas de televisión, las películas, los programas de información y de educación, en ese medio tan poderoso, percibimos que ostentan principalmente contenidos que son contrarios a la concepción cristiana evangélica de la sociedad y de la familia. La violencia, el egoísmo ciego impregnado de inmoralidad, son los contenidos primordiales de las películas y de las series de televisión. Nos educan para que seamos consumidores empedernidos. Vivimos como si Dios no existiera. Vivimos y asumimos la moral del comercio y del mercado. Todo se puede vender, incluso el propio cuerpo. De esa forma, el secularismo más oscuro y el materialismo más ruin reina en nuestro espacio espiritual. Eso se transmite a nuestra vida cotidiana. Es suficiente presenciar  en una boda de hoy a la gente que usa vestimentas impúdicas y se comporta indecorosamente.

La Reina de la Paz ante la verdad de la familia y del individuo destruidos dice: “Ustedes están demasiado ciegos y atados a las cosas terrenales, y piensan en la vida terrenal.” Se siente que el medio en que vive nuestra generación es pagano y surge por causa del espíritu del consumismo – el espíritu del placer. Por tanto, todo me es permitido si me lleva al placer. Esa regla consumista motiva hoy en día a la familia y a los niños. No hay gente libre que pueda pasar ante los escaparates y agradecer al Señor como el sabio eremita: “Recorrí mi ciudad y vi mucho y muchas cosas hermosas. Gracias por todo. Todo eso sirve al hombre, pero te agradezco especialmente porque me diste la gracia de poder vivir sin todo lo que he visto en esos escaparates.”

Esa libertad interior no existe más en el corazón de los padres ni de los hijos. Estamos atados ciegamente a algún producto nuevo, a una nueva oferta, etc.

El renombrado anglicano inglés convertido, John Henry Newman, en una ocasión recibió a un colega a quien advirtió que no se decidía radicalmente por Dios. Le escribió en un papel el nombre de Dios. ¿Ves lo que dice? Sí. Dice Dios. Posteriormente cubrió el nombre con una moneda de plata. ¿Lo ves ahora? No. Veo solamente la moneda. Ves, he aquí lo que impide tu conversión. Estás atado solamente al dinero. Él te ha aprisionado. Ese amigo suyo se llevó esa enseñanza como una brasa que no lo dejaba en paz. Por fin, decidió dejar esa dependencia de lo material y aceptar a Jesús.

Sabemos cómo Bartimeo en Jericó fue sanado de su ceguera. Comenzó a gritar y a decir: “Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí.” Jesús al escuchar sus ruegos se detuvo y le preguntó: “¿Qué quieres que haga por ti?” El ciego le contestó: “Maestro, que pueda ver.” Al punto recobró la vista y siguió a Jesús en el camino. Hoy encontramos tantos ejemplos negativos: adictos, violentos, lujuriosos, familias destruidas, suicidas, etc. ¿Cómo ellos perdieron la luz, la fuerza, el propósito, el camino, la gracia? La Reina de la Paz lo dice claramente: sirviendo a la cosas, siendo esclavos de los placeres, poniendo todo en un lugar preferente antes que Dios.

Al ciego su bastón no le da ni le devuelve la vista, sino que revela solamente su condición a los demás: he aquí aquel que no ve. Por eso, ayuden a ese hombre que no ve. El los necesita. Ayúdenlo a cruzar la calle. También entre nosotros viven adictos y ciegos que no ven a Dios y a su gracia. Que no ven en su vida cotidiana el camino de la paz, del amor, de la libertad interior, de la santidad y de la bondad. Ayúdame, me dice el alcohólico enfermo con su ceguera, el blasfemo con su soberbia, el adicto con su adicción. ¿Quiénes son hoy en día esos ciegos? La Madre nos dice que somos nosotros, los que no hemos dado resueltamente el paso hacia la vida eterna e inmortal.

Nuestros corazones están apesadumbrados por causa de los pecados recalcitrantes que se manifiestan ya en nuestros hijos, que no tienen sentimientos ni inspiración para hacer algo bueno y hermoso por el prójimo. Estamos cansados de los reportajes diarios acerca de violencias y de asesinatos aun dentro del ámbito familiar. Todos esos son signos de que estamos atados a los placeres del mundo. Nos hemos hecho insensibles a la gracia y a los dones de Dios. La Virgen no se cansa y desea enseñarnos y conducirnos a una total conversión. Este es el tiempo de la gracia, ahora es el tiempo de nuestra renovación.
 
¡Escuchemos a la Madre! Este mes oraremos por las siguientes intenciones:

1.  Por todos los adictos a cualquier vicio. Por todos aquellos cuya ley más grande es el poseer y el placer. Por todos aquellos que desean convertir también el domingo como un día de ganancia material, buscando que el comercio trabaje los domingos.
2. Por todos los jóvenes que no ven un modelo en sus padres. Que puedan conocer que en Dios pueden encontrar el amor y la paz. Por las conversión de los jóvenes que se alejaron de Jesús, de la Misa, de la oración, y finalmente de la Iglesia.
3. Por todos los sacerdotes, los religiosos y religiosas, por los padres y los educadores a fin de que nuestro corazón no se vuelva ciego. Que Dios nos otorgue el don de la fe, del amor y de la paz, de tal forma que demos un buen ejemplo a los jóvenes.

Queridos hermanos y hermanas,
Tantos pensamientos y palabras brotan de mi corazón al transmitir este gran mensaje como una advertencia a fin de que no consideremos Medjugorje y los mensajes como un juego de palabras, sino como un camino que no debemos sustituirlo con otro, porque, en verdad, no hay otro camino. Seamos totalmente de la Virgen y pongámonos totalmente al servicio de Ella.
Oro por cada uno de ustedes y saludo a cada uno de todo corazón y agradezco toda respuesta positiva vuestra.
 

Los saluda afectuosamente,
Fr. Jozo Zovko O.F.M
03.11.2006, Siroki Brijeg

 

COMENTARIO DEL PADRE JOZO SOBRE EL MENSAJE DEL 25 DE JULIO DE 2006

Dios creó en la naturaleza humana la necesidad del descanso. Durante la creación, Dios mismo creó el día del reposo y lo llamó el día del Señor. Es el día en que la Iglesia pone la Eucaristía como un signo de encuentro con el Señor Resucitado. Es el día en que nuestro cuerpo descansa, y el alma se llena de gracia. Es un signo de sabiduría armonizar el reposo del cuerpo y la renovación del espíritu. Después del primer viaje misionero, Jesús envía a descansar a sus discípulos. “Los Apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. El les dijo: "Vengan ustedes solos a un lugar desierto, para descansar un poco". (Mc 6,30)

En la naturaleza humana existe la necesidad de encontrar una armonía entre el cuerpo y el alma. Incluso los paganos decían “mente sana en cuerpo sano”. El cuidado por el cuerpo es necesario, viene de Dios. Sin embargo, la preocupación excesiva y angustiosa por el cuerpo es una desviación y se convierte en una enfermedad. Hoy en día, la cultura del cuerpo y de la corporalidad es muy exagerada. El placer se ha convertido en un objetivo primordial. La promoción y el culto del cuerpo han llegado a ser el contenido principal de los programas de televisión, periódicos, películas y de otros medios. El hombre ha perdido su seguridad y se siente atacado, ha perdido la armonía. Pareciera que la verdad en el hombre se ha desmoronado, tropezado, ha desaparecido. Infortunadamente la ventaja se da al error que gana cada vez más espacio y suprime la verdad.

¿Y cuál es la verdad?

¡Es una virtud proteger el alma! Buscar tiempo para el reposo del alma, como la Virgen nos llama en este mensaje. Es el tiempo de las vacaciones anuales y es el tiempo para renovar las fuerzas físicas y espirituales. Al marcharnos de nuestro hogar y de nuestra Parroquia, no debemos dejar atrás nuestra fe, oración y vida espiritual. No debemos parecernos a aquellos que identifican el descanso con una vida disoluta y entretenimientos similares. Lamentablemente muchos cristianos transcurren su descanso superficialmente, sin la Santa Misa, sin oración. Infortunadamente, hoy en día las agencias turísticas procuran introducir nuevos contenidos en los programas de verano, que son solamente nuevas formas de entretenimiento y de actividades desenfrenadas. En consecuencia, durante las vacaciones de verano, muchos caen muy bajo en un sentido cristiano. En vez de retornar a sus hogares con el alma y el cuerpo reposados, ellos regresan con el corazón herido y la vida, el matrimonio y el espíritu devastados.

La Virgen nos llama de una manera maternal a que cada día busquemos un tiempo para dedicarlo a nuestra alma. Por eso, debemos reflexionar sobre cómo lograrlo.
He aquí algunos consejos prácticos.

Voy de vacaciones:

1. con la Biblia
2. con mi Rosario familiar
3. con un libro de contenido cristiano
4. con la decisión de ir regularmente a la Santa Misa
5. con la decisión de resistir y de evitar los programas no cristianos que se me presenten
6. con la decisión de comenzar cada día con la oración y terminarlo con la oración.

Durante las vacaciones, es necesario fortalecer la unidad familiar mediante paseos y caminatas en que hablemos con nuestros hijos y amigos.
¡Debemos saber buscar el silencio! El Espíritu Santo habla maravillosamente a través del silencio. Debemos abrirnos a las inspiraciones del Espíritu Santo, quien nos cambia y nos ennoblece. Es necesario mirar el sol y despedirlo al atardecer, y los asombrosos colores que crea el cielo. Porque, la maravillosa experiencia de lo hermoso nos libera de nuestras cargas y frustraciones. El descanso es maravilloso y útil cuando proviene del Espíritu Santo. Entonces no hay frustraciones ni cargas – nuestra alma está descansada y libre. Como el profeta dice: “Sólo en Dios descansa mi alma” (Sal. 62,6)

¿Qué nos dice nuestra Madre y qué nos enseña?

Ella nos enseña que el descanso debe ser para nuestro crecimiento en la fe, la paz y el amor. Ella enseña a no perder nuestra dignidad y nuestra alma en las vacaciones, sino que las utilicemos para el bien del alma y del cuerpo.

Por eso, que el descanso sea una oportunidad para el crecimiento, para nuestro enriquecimiento moral, intelectual y espiritual.

Este mes oraremos por las siguientes intenciones:

1. Por todos los jóvenes que han aceptado el descanso como una oportunidad para el pecado y el placer.
2. Para que todas las familias cristianas sepan educar a sus hijos e introducirlos en los misterios de la fe y de la vida cristiana.
3. Por todos los pobres que no tienen recursos para ir de vacaciones. Que no los domine el rencor ni la envidia.

Queridos hermanos y hermanas,
Oro por todos ustedes que no tienen posibilidades de ir de vacaciones, y por todos ustedes que las tienen. Que la Reina de la Paz nos acompañe a todos y nos proteja con su bendición.

Oro por ustedes y los saluda afectuosamente,
Fr. Jozo Zovko O.F.M.
27.07.2006, Siroki Brijeg



COMENTARIO DEL PADRE JOZO SOBRE EL MENSAJE DEL 25 DE JUNIO DE 2006, EN EL XXV ANIVERSARIO DE LA SANTISIMA VIRGEN DE MEDJUGORJE

XXV aniversario de la Santísima Virgen en Medjugorje- Mensaje 25 de Junio

¡Queridos hijos! Con inmensa alegría en mi corazón, les agradezco todas las oraciones que en estos días han ofrecido por mis intenciones. Sepan, hijitos, que no se arrepentirán ni ustedes ni sus hijos. Dios les recompensará con grandes gracias y merecerán la vida eterna. Yo estoy cerca de ustedes y agradezco a todos aquellos que, a través de estos años, han aceptado mis mensajes, los han transformado en vida y se han decidido por la santidad y por la paz. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!

Queridos Hermanos y Hermanas,
Este mensaje es un regalo para el XXV aniversario de las apariciones de la Reina de la Paz en Medjugorje. A primera vista te parece común, como una rosa o una flor que ya conoces. Sin embargo, si sólo por un instante detienes tu atención y tu corazón ante esa flor que ya conoces, te sentirás transportado, tocado por su hermosura y su maravillosa armonía. Descubrirás esa flor como un signo nuevo y prodigioso.

Este mensaje se refiere a nosotros, a nuestro llamado y a nuestra misión. Si lo escuchamos y meditamos más profundamente, descubriremos su belleza y una necesaria concreción que nos enseña. Es decir, nosotros nos apresuramos a visitar a la Madre con el fin de agradecerle por todo lo que ha hecho por nosotros en estos veinticinco años. Nos organizamos y nos dirigimos a pie o descalzos al Podbrdo, para manifestar nuestro agradecimiento. Y mientras ideábamos como niños cómo y qué regalo llevarle en nuestro corazón, Ella nos sorprende. ¡Ella nos agradece! Por eso nos sentimos felices por la novena que juntos, como familia, hemos ofrecido a la Virgen. Nos sentimos felices por haber reforzado nuestras oraciones y nuestro amor por todos los peregrinos que Ella nos envía como un don. Nos sentimos felices porque en este mensaje nos dice claramente: “Les agradezco todas las oraciones que en estos días han ofrecido por mis intenciones.” Las intenciones de la Virgen se refieren a la paz, a la conversión, al retorno de los cristianos a la vida sacramental. Sus intenciones son: escuchar nuevamente la Palabra de Dios y vivir de ella y con ella.

Nunca se sentirán tristes, es decir nunca se arrepentirán, por causa de sus ayunos y sacrificios. Por el contrario, aquí y en la eternidad obtendrán su recompensa. Y mientras sentimos que nos habla acerca de estos días y las oraciones de esta novena, Ella imperceptiblemente nos lleva a mar abierto. Agradece por todo y a todos aquellos que en estos veinticinco años transcurridos han aceptado los mensajes y los viven. Transformar el mensaje en vida es una expresión poderosa que corresponde a nuestras aspiraciones de hace ya catorce años. Es decir, nuestra Hermandad de oración ha escogido como objetivo escuchar el mensaje y transformarlo en vida. La vida cotidiana, tal como es, ha sido ennoblecida y bendecida con el mensaje. Se ha hecho reconocible a los demás. Nuestra perseverancia en escuchar y vivir el mensaje, es un don que hemos ofrecido a la Virgen. Ella agradece y nos hace tomar conciencia de que sus mensajes nos exhortan a la santidad y promueven la paz. A menudo nos hemos hecho preguntas en nuestro corazón: ¿¡por qué precisamente yo y por qué me ha elegido a mí precisamente!? ¿¡Por qué orar más que los demás, para qué nuestros ayunos, los encuentros de oración y la lectura de la Sagrada Escritura!? ¿Por qué nos confesamos más que los demás, a pesar de que quizás pecamos menos que los demás? Quizás han tenido cientos de preguntas similares. He aquí la respuesta una vez más, suficientemente clara para cada uno de nosotros. ¡En su mensaje la Madre nos alienta y ayuda a perseverar en el camino!

Cientos de miles de peregrinos se han congregado en Medjugorje. La oración, el sacrificio, el sudor y los pies descalzos llenos de ampollas sangrantes – son el don más grande que el hombre puede balbucear a la Madre como agradecimiento. Cientos de sacerdotes de todo el mundo han confesado y en nombre del Padre han perdonado los pecados de los hijos arrepentidos. La más hermosa imagen que un hombre puede ver es la imagen de un pecador arrepentido ante un sacerdote.

Esas imágenes sublimes de personas de rodillas y con las manos juntas ante Dios y la Madre, han hablado poderosamente a todos. Horas y horas de oración, canciones y oraciones, misas y alabanzas, lágrimas y oración, han empapado nuestros co razones secos. Cada uno de nosotros se ha sentido abrazado por esa Iglesia maravillosa, unida de rodillas, en oración ante el Señor. ¡Nuestros corazones se han llenado!

Por eso, ¡en esa abundancia de gracias, felices, continuamos transformando en vida los mensajes de la Virgen! Agradecidos nos damos cuenta de que es conveniente formar parte de nuestra gran familia que ha hecho el voto de vivir los mensajes. Muchos han venido por primera vez y se han deleitado con el maravilloso banquete y se han ido fascinados, alimentados con los dones y las gracias. Ellos llevarán algún recuerdo, algún libro, algún cassette, ¡pero nosotros llevamos el voto y el don – de transformar en vida los mensajes! Nuestro llamado es excepcionalmente hermoso. Nos sentimos honrados por el gran privilegio de pertenecer a la familia que colabora con la Virgen en la vida cotidiana. Ha sido necesario escuchar de parte de la Madre que no nos arrepentiremos de la obediencia, las oraciones, la fidelidad y del amor, que durante estos años le hemos ofrecido. No sólo nosotros no nos arrepentiremos, sino también nuestra descendencia. Al contrario, todos tendrán la paz y el bien, la recompensa eterna. Sí, nadie pierde nada, ¡sino que todos ganamos!
Como miembros de la Comunidad de la Visitación de la Bienaventurada Virgen María a Santa Isabel, aprendemos en estas celebraciones una lección particular. Aprendemos a llevar a Dios a los demás, llevar su paz, su palabra, su bendición. Nuestro apostolado es, a través de la oración, preparar a cada corazón, a fin de que escuche, vea, y responda al llamado. Este moderno apostolado es importante hoy en el mundo. La Virgen no muestra la belleza de Medjugorje solamente a través de diversos encuentros, aniversarios y festividades grandiosas, sino a través de frutos. Nuestra tarea es producir frutos transformando en vida los mensajes. ¡Gracias por su perseverancia!
Estos días nos han llegado noticias maravillosas de todo el mundo, acerca de televisiones nacionales que por primera vez han mostrado reportajes positivos sobre Medjugorje. La televisión francesa, más de una hora, la televisión belga, todos los canales italianos, muchos canales americanos, revistas mundanas y religiosas han escrito acerca de los veinticinco años del aniversario de las apariciones de la Virgen en Medjugorje. Todos esos son progresos visibles en la conciencia de las personas y de la Iglesia. Nuestra tarea es estar en oración y ayuno por todos estos pasos que se están dando en la evangelización del mundo. Gracias por haber participado en nuestros programas, que nos ayudan a responder mejor al llamado.

Este mes oraremos por las siguientes intenciones:
1. Por todos los adictos al alcohol, a las drogas, a los videojuegos, a las blasfemias y a cualquier otra forma de adicción que amenaza al individuo, a la familia, a la parroquia y al pueblo. Oraremos por su curación y liberación del mal de las adicciones.
2. Por los sacerdotes y las vocaciones sacerdotales. Pedimos al Señor que nos otorgue nuevas vocaciones, santas vocaciones. En estos días, muchos deciden qué dirección tomar y qué hacer en la vida. Oremos para que todos los que han sido llamados respondan con buena disposición al llamado del Señor.
3. Por todos los peregrinos que han estado y estarán en este año, el año del XXV aniversario, para que encuentren a la Reina de la Paz y reciban las gracias necesarias.

¡Mi querida familia de oración!
Una vez más los exhorto, en estos días de verano, de su descanso, de vacaciones escolares, de salidas y de cambios de ambiente, a dar un buen ejemplo a los demás, a perseverar en su apostolado también durante el descanso anual. Oro por ustedes y que la Reina de la Paz los cuide y proteja con su manto maternal.

Los saluda afectuosamente,

Fr. Jozo Zovko O.F.M
29.06.2006, Siroki Brij



COMENTARIO DEL PADRE JOZO SOBRE EL MENSAJE DEL 25 DE MAYO DE 2006

"¡Queridos hijos! También hoy los invito a poner en práctica y a vivir los mensajes que les doy. Decídanse por la santidad, hijitos, y piensen en el paraíso. Sólo así tendrán paz en vuestros corazones, la cual nadie podrá destruir. La paz es el don que Dios les da en la oración. Hijitos, busquen y trabajen con todas sus fuerzas para que la paz triunfe en vuestros corazones y en el mundo. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!"

Queridos Hermanos y Hermanas,

Reunidos (alrededor de la Reina de la Paz) en nuestra 13a Reunión Anual, escuchamos EL MENSAJE DE LA REINA DE LA PAZ,  expresado EN FORMA CONCRETA Y PODEROSA. Su mensaje es para los que estamos reunidos aquí, y para aquellos que no pueden venir, pero que CONTRIBUYEN ENORMEMENTE PARTICIPANDO en nuestras oraciones y sacrificios. Los mensajes sin la aplicación práctica en la vida, serían deseos vacíos y discusiones infructuosas. Nuestra Señora acentúa que es necesario "vivir y testimoniar los mensajes", que ella nos da.

Hay también falsos transmisores y VISIONARIOS. Hay individuos enfermos y aquellos que hablan irresponsablemente en casas, Y EN  cimas de colinas sobre lo que ellos experimentan o reciben. Son los que falsamente difunden  malestar y, a veces, mentiras alarmantes que llenan los corazones y las almas de peregrinos. EN  lugares elegidos como Medjugorje se reúnen PERSONAS CONFUNDIDAS QUE, a menudo hablan  sobre ellos y sus mensajes ENFERMOS. A VECES, los peregrinos encuentran supuestos guías QUE SE AUTOPROCLAMAN NTERPRETES de los mensajes de Nuestra Señora. Todo esto recae sobre la veracidad de Medjugorje y los mensajes de Nuestra Señora. Nuestra Señora nos INVITA A aceptar y vivir los mensajes que "ella" nos está dando. Hay falsos escritores que le atribuyen mensajes FALSOS a Nuestra Señora o LOS  interpretan FALSAMENTE, pensando que de este modo podrán destruir a Medjugorje y SUS PLANES. Es por ELLO que somos bendecidos y agradecidos a Dios y a Nuestra Señora por los auténticos testigos elegidos - los viSIONARIOS - quienes nos han transmitido solo la verdad durante 25 años.

Vivir los mensajes de Nuestra Señora, como hemos sido llamados, no es fácil en absoluto. La persona que no está acostumbrada a renunciar a sí mismo, a la autorrenuncia, no entiende porque debe ayunar o que utilidad tiene su sacrificio.

Hay peregrinos que vienen sólo para realizar una promesa y tratar otra vez de obtener la gracia necesaria, sin preguntar a Nuestra Señora lo que ella quiere que ellos hagan. Otros que no están acostumbrados a las oraciones y los Sacramentos parecen ser observadores distantes que coleccionan sus impresiones y vuelven a casa sin decisiones específicas o nuevas prácticas. Tales peregrinos requieren homilías concretas y enseñanzas que raramente oímos. Medjugorje, un fenómeno maravilloso, es perseguido junto con sus mensajes y sus frutos. Esto es porque algunos sacerdotes, ante el miedo de ser perseguidos, permanecen silenciosos sobre los mensajes y dejan de enseñar.

La esencia de los mensajes es PONERLOS EN práctica EN LA VIDA diaria. Una vida fructífera es testimoniAR  los mensajes de Nuestra Señora y de Medjugorje. Esto no está en conflicto con la Iglesia, SINO QUE ES una renovación de la Iglesia.  

Sin frutos, los mensajes serían LETRAS SIN SENTIDO. Para que UNA PERSONA PUEDA TANSMITIR UN PENSAMIENTO DE SU CORAZON ES NECESARIO  un papel, una pluma, una computadora, o algo similar. Un músico no puede describir la belleza de una melodía con palabras, pero sí con un instrumento. Un artista no puede transmitir su experiencia en un lienzo con sus ojos, pero puede con su pincel. Igualmente, los mensajes de Nuestra Señora necesitan ser vividos y DAR frutos.
 
Por ésta razón, La Reina de la Paz nos llama a decidirnos por la santidad. La A PONERLA EN práctica en NUESTRA vida y seguir a Jesucristo, la Santísima Virgen María y los santos de la Iglesia. Esta no es una teoría sobre algo grande y santo, pero es un camino concreto DE ayuno, oración, sacrificios y autorrenuncia – un camino que da a luz al entusiasmo y a la necesidad de la Palabra viva de Dios y de los Sacramentos, especialmente la Confesión y la Eucaristía.
 
 
A La santidad y los santos no LOS CUBRE SU SEPULTURA, NI las cortinas del tiempo NI de la historia. Son individuos para todos los tiempos. Cuándo nos decidimos por la santidad y la vivimos, nuestra vida se LLENA de paz, un tesoro inestimable que la polilla no puede desgastar, el ladrón no puede robar, y el profano no puede destruir. Por esto ES que los mártires son individuos maravillosos que continuamente nos inspiran con sus testimonios de amor y fidelidad a Jesús. Como nuestra Madre nos dice, es necesario orar para encontrar y recibir aquél regalo del Señor. Ella nos llama para ser portadores incansables de la paz en nuestros corazones y en el mundo.
 
En Estos días hemos leído y escuchado como algunas personas ateas e inescrupulosas promueven "El Evangelio de Judas" y la película "El Código  Da Vinci", declarando así la guerra contra el Señor, nuestra Iglesia, los santos y la Revelación.
 
Los mensajes de Nuestra Señora nos enseñan como es posible detener cada guerra, incluso ésta contra Jesús y la Iglesia. Es a través del ayuno y la oración.
 
Pidamos al Señor QUE inspire a los Obispos y al Santo Padre, a llamar a la Iglesia al ayuno y la oración, a fin de detener ésta sucia ola que enturbia el rostro de la Iglesia y del mismo Señor. Puede un deseo vivo nacer en nuestros corazones para hacer lo que la Verónica hizo en el Camino de la Cruz? Ella DECIDIDA extendió su pañuelo y limpió EL ROSTRO ENSANGRENTADO del Señor. Hoy, siento que nuestra comunidad es llamada a hacer esto a través del ayuno y de la oración.
 
Nosotros somos llamados a limpiar el rostro de nuestro Señor con nuestra santidad, sacrificio, oración y Apostolado. La paz no puede SER REALIZADA SI permanecemos HOY indiferentes a lo que pasa en el mundo. Cuántos son los artículos y escritos FALSOS que hay en contra de la Reina de la Paz quien ha mostrado su presencia en estos 25 años TRANSCURRIDOS, a través de sus frutos. Cuántos de LOS que se han convertido, hablan del encuentro lleno de gracia con la Madre. Cuántos de aquellos sanados de enfermedades incurables, hablan de su sanación. Cuántos de aquellos cuyas oraciones fueron escuchadas, dan testimonio de los frutos de esas oraciones.

¿Nos es permitido permanecer en silencio? No, nosotros somos llamados a TESTIMONIAR y vivir los mensajes.
 
Hoy, en Siroki Brijeg, una joven mujer dio testimonio frente a una Iglesia llena, sobre la sanación de su padre que tenía un cáncer pulmonar. El médico informó a su madre, madre de 12 hijos, sobre la enfermedad, pero ella no tuvo miedo. En cambio ella LES dijo: "Niños, Dios no ha TENIDO INTENCION que ustedes nacieran y se quedaran huérfanos. Debemos orar y Dios nos escuchará" El padre, vino a Medjugorje con sus amigos, POCO antes DE su cirugía PREVISTA. En Medjugorje, Nuestra Señora concedió el milagro, Y fue sanado. Hoy, él está con ellos. SU HISTORIA CLINICA NECESARIA FUE ENVIADA POR LOS DOCTORES A LA IGLESIA.   

SU hija, vino nuevamente a Medjugorje para agradecer a Nuestra Señora por todo Y además A TRABAJAR como voluntaria con los refugiados en Capljina.
 
¡Cuántos TESTIMONIOS SIMILARES Y conmovedores hay! ¡Cuántas conversiones! FRECUENTEMENTE nos poneMOS tristes cuando leemos acusaciones FALSAS ACERCA DE QUE Medjugorje no tiene frutos, o PRUEBAS de que es un regalo del Cielo.

Oramos también por aquellos que INTENTAN DESACREDITAR los mensajes y las Apariciones. Pero nada debe desalentarnos. Todo esto es un signo que Medjugorje es de Dios y que debe ser observado y vivido humildemente y RENDIDO de rodillas.
 
Estoy contento que una vez más hayamos recibido un mensaje tan directo y se  nos llame particularmente a pertenecer y a nuestra promesa: "de humildemente vivir los mensajes de Nuestra Señora y ser testigos de ellos para otros"
 
Yo oro por cada uno de ustedes y por la comunidad entera para QUE CREZCA DIA A DIA y seA un medio de paz y conversión en las manos de Nuestra Señora.
 
 
Este mes oraremos por las siguientes intenciones:
 
 
1. Para que podamos ser capaces de poner en práctica las conclusiones de nuestra 13a Reunión Anual, inspirados por el Espíritu Santo y los mensajes de la Reina de la Paz.                                   
 
Por todos los peregrinos que visitarán Medjugorje para el 25° Aniversario de las Apariciones.
 
 
2. Por el Santo Padre y sus intenciones. Por la Iglesia entera para que no pierda uno solo de sus hijos en los vergonzosos ataques contra ella.
 
  
3. Por la juventud, para que no puedan ser engañados por ningún falso profesor o profeta, pero que ellos puedan descubrir a su Dios y Maestro, y que su camino y verdad SEA Cristo.
 
 
 
Queridos Hermanos y Hermanas, con gran alegría y esperanza, les escribo esta meditación del mensaje, A modo DE que pueda convertirse en un llamado aún mas claro para nosotros. No Teman, pequeño rebaño. David, no teme a Goliat. En el nombre de Jesús, venceremos sobre todo mal.
 
 
Saludo a ustedes calidamente y oro y ayuno con ustedes y por cada uno de ustedes.
 
 
Atentamente,
Fr. Jozo Zovko, O.F.M.
Siroki Brijeg, 08.06.2006



COMENTARIO DEL PADRE JOZO SOBRE EL MENSAJE DEL 25 DE ABRIL DE 2006

Mensaje y Reflexión del 25 de abril de 2006
Fr Jozo Zovko

“¡Queridos hijos! También hoy los invito a tener más confianza en mí y en mi Hijo. El ha vencido con su muerte y resurrección y los llama, para que a través de mí, ustedes sean parte de su alegría. Hijitos, ustedes no ven a Dios, pero si oran sentirán su cercanía. Yo estoy con vosotros e intercedo ante Dios por cada uno de ustedes. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

La confianza es de una dimensión muy importante en nuestra vida humana y Cristiana. Un niño debe tener confianza en sus padres y en aquellos que lo rodean. Ellos le dicen la verdad y él acepta todo con confianza. Esta tiene una influencia esencial en él y en su formación. Un estudiante debe tener confianza en su profesor y en su conocimiento. Él se apoya en el conocimiento del profesor, aceptándolo como propio. Un creyente debe tener confianza en su sacerdote y Catequista, en su director espiritual, ya que ellos le dicen la verdad y le transmiten la fe desde su experiencia y la experiencia de la Iglesia.
Una persona que está enferma debe tener confianza en su médico y en su diagnóstico y terapia. Un cliente de un restaurante debe tener confianza en la cocina y en la comida que le es servida. Nuestra vida entera está impregnada con confianza, y se apoya en la confianza.
Cuando la confianza en alguien o algo se pierde, es entonces que la relación entera con la persona o movimiento decae.

Lamentablemente, esto pasa muy a menudo. Los enfermos pierden la confianza en la medicina y en los médicos porque ellos no les dan los resultados deseados. Cada uno puede romper la confianza que necesita para ser construida e invertida en él. Por ésta razón cada educador, padre, sacerdote y médico deben crecer diariamente e invertir máximamente en su educación y conocimiento.

Nuestra Señora, la Reina de la Paz, nos pide tener más confianza en ella y en su Hijo resucitado. ¿Porque? En éste tiempo, el enemigo ha movilizado los corazones de muchos para escribir artículos falsos, para confundir los corazones de los fieles y entristecer las almas de los desinformados. Cada día Satanás encuentra un camino y un medio para sembrar sus cizañas. Mientras que los peregrinos llegan a Medjugorje llenos de confianza en la Reina de la Paz, para encontrarse con Ella y aceptar y vivir con entusiasmo sus mensajes, el enemigo habla mal, ataca con escritos y en varias ocasiones y presentaciones. Nuestra Señora desea que nosotros no seamos sacudidos por cualquier habladuría o mala interpretación. Nuestra Señora desea para nosotros, que tengamos confianza en ella y en sus mensajes de modo que las gracias que fluyan a través suyo dentro de millones de corazones, no sean bloqueados por una barrera de desconfianza.

Cuánta angustia y dolor causó Tomás el Apóstol, en su comunidad. Él no creyó en su experiencia. Él rechazó sus testigos. Aunque Jesús continuó en contacto con él, era un incrédulo. Por esta razón, Jesús atraviesa la puerta cerrada frente a todos para consolarlos. ÉL llama a Tomás, que está presente, a mirarlo, a tocarlo y a poner la mano en Sus heridas. Todo esto ayudó a Tomás pero también ayudó a los Apóstoles. De hecho, ellos fueron todos sanados.

La confianza nació y fue renovada y Tomás confesó: “Tú eres mi Dios y mi Señor”. Jesús, sin embargo, no elogió ésta declaración como una virtud. Al contrario, él enseñó a sus seguidores de todos los tiempos que “ benditos son los que no ven pero creen” – aquellos que creen en Jesús, su comunidad y su Iglesia.

Durante 25 años ciertos individuos han rechazado la experiencia de la Iglesia. Ellos no aceptan el fruto, ni lo valoran. Ellos tienen el coraje de levantarse contra los mensajes que son referencias fundamentales de Cristiandad y fe: El llamado diario a orar juntos, el llamado a vivir la Eucaristía y a celebrar el domingo como el “Día del Señor”, el llamado a vivir diariamente en la Palabra de Dios y el llamado al sacrificio, la confesión y la penitencia, como camino de conversión”
¿De dónde proviene la audacia para desvalorizar las conversiones de las cuales somos testigos? Estos son cambios maravillosos de vida en el nivel experimentado por el Apóstol Pablo, antes y en Damasco.

La gente ha perdido la confianza debido a las habladurías y al manto de sombras echado sobre los videntes, proclamándolos como manipuladores.
Todos somos testigos de éstos seis videntes y de la difícil y responsable tarea ante Dios, la Iglesia y los millones de peregrinos. Ellos no son impostores que escapan del lugar de los acontecimientos, del campo de batalla como los poderosos ateos de nuestro tiempo. En cambio, con el ayuno, vigilias, oraciones, sacrificios y su testimonio personal, ellos siempre muestran el camino a nuevos peregrinos.

Estamos agradecidos por la perseverancia de tantos sacerdotes que acompañan a sus peregrinos y unen sus preciosas experiencias de inmensurables gracias y dones que Nuestra Señora les da. Estamos agradecidos y llenos de admiración, con los sacerdotes quienes llenos de humildad sirven a los millones de corazones que desean quitar “la vieja persona”, en el Sacramento de la Confesión. Estamos agradecidos a ellos por hacer de la Misa diaria y la Liturgia solemne, un verdadero Banquete.

La Reina de la Paz desea pedirnos no ceder ante las habladurías y mentiras, y no inquietarnos frente a la propaganda del enemigo. En cambio, ella desea para nosotros que tengamos una confianza simple en sus gracias y proyectos, en sus mensajes y en los frutos, que, hasta ahora, ella ha dado a los suyos. Aquellos que se han convertido no nos permiten colocar a los mensajes y a la Reina de la Paz, en discusión. Todos aquellos que fueron sanados de enfermedades incurables, no nos permiten dudar de las apariciones de la Reina de la Paz. Todas las gracias que cambiaron millones de corazones, no nos permiten debatir acerca de los escritos de los incrédulos.

¿Como detener la propagación de la desconfianza? Solo con ayuno y oración. Las sacudidas del enemigo frente al Cristiano que ayuna y ora, y el polvo que levantan son arrastrados por el viento. No teman. Todo esto es un signo de que estamos en el camino correcto-el camino de Jesús, el camino de Nuestra Señora.Mis queridos hermanos y hermanas elegidos, no solo tengan mayor confianza, sino una completa confianza en la Madre y en Jesús. Como siempre, permitamos con entusiasmo responder al llamado. Aferrémonos a los mensajes pues a través de la Madre, podremos ser parte de Su alegría y paz. Nosotros oramos y es por esto que sentimos a Dios. Nosotros oramos y es por esto que encontramos a nuestro Dios que nos garantiza: “Dondequiera que haya dos o más de ustedes reunidos en mi nombre, allí estaré”
Querido Jesús, por cada momento que hemos sentido Tu Divina cercanía. GRACIAS.

Este mes oraremos por las siguientes intenciones:
1- Por todos los millones de peregrinos que se están preparando para venir a Medjugorje para encontrar a la Madre y hallar la paz y la conversión.
2- Por todos los Obispos Croatas y sacerdotes a quienes nuestro Papa llama a ser “Constructores de Puentes”, constructores de paz, amor y unidad.
3- Por el éxito de nuestro encuentro anual el 27 y 28 de Mayo de 2006, los cuáles serán los días de nuestro Pentecostés.

Mis queridos hermanos y hermanas, estoy muy feliz porque he enviado a casa a un grupo de Coreanos del seminario que se están preparando para su Bautismo.
He encontrado a los más grandes cirujanos y músicos de hoy quienes se convirtieron en Medjugorje.
Les agradezco a ustedes por sus oraciones y ayunos. Calidamente los saludo, oro por cada uno de todos ustedes y los espero para el encuentro anual.

Sinceramente,
Fr. Jozo Zovko, OFM
2 de Mayo, 2006.



COMENTARIO DEL PADRE JOZO SOBRE EL MENSAJE DEL 25 DE MARZO DE 2006

Reflexión sobre el Mensaje del 25 de Marzo de 2006

Mensaje y Reflexión del 25 de abril de 2006
Fr Jozo Zovko

“¡Queridos hijos! También hoy los invito a tener más confianza en mí y en mi Hijo. El ha vencido con su muerte y resurrección y los llama, para que a través de mí, ustedes sean parte de su alegría. Hijitos, ustedes no ven a Dios, pero si oran sentirán su cercanía. Yo estoy con vosotros e intercedo ante Dios por cada uno de ustedes. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

La confianza es de una dimensión muy importante en nuestra vida humana y Cristiana. Un niño debe tener confianza en sus padres y en aquellos que lo rodean. Ellos le dicen la verdad y él acepta todo con confianza. Esta tiene una influencia esencial en él y en su formación. Un estudiante debe tener confianza en su profesor y en su conocimiento. Él se apoya en el conocimiento del profesor, aceptándolo como propio. Un creyente debe tener confianza en su sacerdote y Catequista, en su director espiritual, ya que ellos le dicen la verdad y le transmiten la fe desde su experiencia y la experiencia de la Iglesia.
Una persona que está enferma debe tener confianza en su médico y en su diagnóstico y terapia. Un cliente de un restaurante debe tener confianza en la cocina y en la comida que le es servida. Nuestra vida entera está impregnada con confianza, y se apoya en la confianza.
Cuando la confianza en alguien o algo se pierde, es entonces que la relación entera con la persona o movimiento decae.

Lamentablemente, esto pasa muy a menudo. Los enfermos pierden la confianza en la medicina y en los médicos porque ellos no les dan los resultados deseados. Cada uno puede romper la confianza que necesita para ser construida e invertida en él. Por ésta razón cada educador, padre, sacerdote y médico deben crecer diariamente e invertir máximamente en su educación y conocimiento.

Nuestra Señora, la Reina de la Paz, nos pide tener más confianza en ella y en su Hijo resucitado. ¿Porque? En éste tiempo, el enemigo ha movilizado los corazones de muchos para escribir artículos falsos, para confundir los corazones de los fieles y entristecer las almas de los desinformados. Cada día Satanás encuentra un camino y un medio para sembrar sus cizañas. Mientras que los peregrinos llegan a Medjugorje llenos de confianza en la Reina de la Paz, para encontrarse con Ella y aceptar y vivir con entusiasmo sus mensajes, el enemigo habla mal, ataca con escritos y en varias ocasiones y presentaciones. Nuestra Señora desea que nosotros no seamos sacudidos por cualquier habladuría o mala interpretación. Nuestra Señora desea para nosotros, que tengamos confianza en ella y en sus mensajes de modo que las gracias que fluyan a través suyo dentro de millones de corazones, no sean bloqueados por una barrera de desconfianza.

Cuánta angustia y dolor causó Tomás el Apóstol, en su comunidad. Él no creyó en su experiencia. Él rechazó sus testigos. Aunque Jesús continuó en contacto con él, era un incrédulo. Por esta razón, Jesús atraviesa la puerta cerrada frente a todos para consolarlos. ÉL llama a Tomás, que está presente, a mirarlo, a tocarlo y a poner la mano en Sus heridas. Todo esto ayudó a Tomás pero también ayudó a los Apóstoles. De hecho, ellos fueron todos sanados.

La confianza nació y fue renovada y Tomás confesó: “Tú eres mi Dios y mi Señor”. Jesús, sin embargo, no elogió ésta declaración como una virtud. Al contrario, él enseñó a sus seguidores de todos los tiempos que “ benditos son los que no ven pero creen” – aquellos que creen en Jesús, su comunidad y su Iglesia.

Durante 25 años ciertos individuos han rechazado la experiencia de la Iglesia. Ellos no aceptan el fruto, ni lo valoran. Ellos tienen el coraje de levantarse contra los mensajes que son referencias fundamentales de Cristiandad y fe: El llamado diario a orar juntos, el llamado a vivir la Eucaristía y a celebrar el domingo como el “Día del Señor”, el llamado a vivir diariamente en la Palabra de Dios y el llamado al sacrificio, la confesión y la penitencia, como camino de conversión”
¿De dónde proviene la audacia para desvalorizar las conversiones de las cuales somos testigos? Estos son cambios maravillosos de vida en el nivel experimentado por el Apóstol Pablo, antes y en Damasco.

La gente ha perdido la confianza debido a las habladurías y al manto de sombras echado sobre los videntes, proclamándolos como manipuladores.
Todos somos testigos de éstos seis videntes y de la difícil y responsable tarea ante Dios, la Iglesia y los millones de peregrinos. Ellos no son impostores que escapan del lugar de los acontecimientos, del campo de batalla como los poderosos ateos de nuestro tiempo. En cambio, con el ayuno, vigilias, oraciones, sacrificios y su testimonio personal, ellos siempre muestran el camino a nuevos peregrinos.

Estamos agradecidos por la perseverancia de tantos sacerdotes que acompañan a sus peregrinos y unen sus preciosas experiencias de inmensurables gracias y dones que Nuestra Señora les da. Estamos agradecidos y llenos de admiración, con los sacerdotes quienes llenos de humildad sirven a los millones de corazones que desean quitar “la vieja persona”, en el Sacramento de la Confesión. Estamos agradecidos a ellos por hacer de la Misa diaria y la Liturgia solemne, un verdadero Banquete.

La Reina de la Paz desea pedirnos no ceder ante las habladurías y mentiras, y no inquietarnos frente a la propaganda del enemigo. En cambio, ella desea para nosotros que tengamos una confianza simple en sus gracias y proyectos, en sus mensajes y en los frutos, que, hasta ahora, ella ha dado a los suyos. Aquellos que se han convertido no nos permiten colocar a los mensajes y a la Reina de la Paz, en discusión. Todos aquellos que fueron sanados de enfermedades incurables, no nos permiten dudar de las apariciones de la Reina de la Paz. Todas las gracias que cambiaron millones de corazones, no nos permiten debatir acerca de los escritos de los incrédulos.

¿Como detener la propagación de la desconfianza? Solo con ayuno y oración. Las sacudidas del enemigo frente al Cristiano que ayuna y ora, y el polvo que levantan son arrastrados por el viento. No teman. Todo esto es un signo de que estamos en el camino correcto-el camino de Jesús, el camino de Nuestra Señora.Mis queridos hermanos y hermanas elegidos, no solo tengan mayor confianza, sino una completa confianza en la Madre y en Jesús. Como siempre, permitamos con entusiasmo responder al llamado. Aferrémonos a los mensajes pues a través de la Madre, podremos ser parte de Su alegría y paz. Nosotros oramos y es por esto que sentimos a Dios. Nosotros oramos y es por esto que encontramos a nuestro Dios que nos garantiza: “Dondequiera que haya dos o más de ustedes reunidos en mi nombre, allí estaré”
Querido Jesús, por cada momento que hemos sentido Tu Divina cercanía. GRACIAS.

Este mes oraremos por las siguientes intenciones:
1- Por todos los millones de peregrinos que se están preparando para venir a Medjugorje para encontrar a la Madre y hallar la paz y la conversión.
2- Por todos los Obispos Croatas y sacerdotes a quienes nuestro Papa llama a ser “Constructores de Puentes”, constructores de paz, amor y unidad.
3- Por el éxito de nuestro encuentro anual el 27 y 28 de Mayo de 2006, los cuáles serán los días de nuestro Pentecostés.

Mis queridos hermanos y hermanas, estoy muy feliz porque he enviado a casa a un grupo de Coreanos del seminario que se están preparando para su Bautismo.
He encontrado a los más grandes cirujanos y músicos de hoy quienes se convirtieron en Medjugorje.
Les agradezco a ustedes por sus oraciones y ayunos. Calidamente los saludo, oro por cada uno de todos ustedes y los espero para el encuentro anual.

Sinceramente,
Fr. Jozo Zovko, OFM
2 de Mayo, 2006.



COMENTARIO DEL PADRE JOZO SOBRE EL MENSAJE DEL 25 DE FEBRERO DE 2006

"¡Queridos hijos! En este tiempo cuaresmal de gracia, los invito a abrir sus corazones a los dones que Dios desea darles. No se cierren: con la oración y la renuncia digan Sí a Dios y El les dará en abundancia. Así como en la primavera la tierra se abre a la semilla y da el ciento por uno, así también el Padre Celestial les dará en abundancia. Hijitos, yo estoy con ustedes y los amo con amor tierno. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!

Queridos Hermanos y Hermanas, estimada familia de oración,
Esta palabra y mensaje están dirigidos especialmente para nosotros en éste tiempo de Cuaresma. Como la Iglesia, Nuestra Señora llama al tiempo de Cuaresma, un tiempo de gracia. Esto no se debe solamente a que es Cuaresma, sino también a Su presencia la cuál es una gracia para nosotros. La Biblia habla a menudo sobre un tiempo de gracia, al igual que Jesús en Sus sermones y enseñanzas, y la Iglesia en sus documentos a través de su divulgación y de la vida sus Santos.

Este tiempo inspiró siempre a los Cristianos a responder más intensamente en su vocación Cristiana. Estos tiempos, si miramos en el calendario anual de la Iglesia, son Advenimiento, Cuaresma, y el tiempo previo a Pentecostés. Son tiempos de intensa oración, ayuno, caridad, y obras de misericordia. Son especialmente épocas de vida Sacramental más intensa.

Hoy, Miércoles de Ceniza, con la señal de las cenizas en nuestra frente, comenzamos la Cuaresma. Venir del polvo y retornar al polvo son los límites Bíblicos de cada hombre. Entre éstos dos límites, el hombre es llamado a producir frutos. Es llamado para construir su vida en el amor interminable y eterno. El hombre es el más grande de toda la creación, y el más pecador de todos los seres.

Habiendo sido creado a imagen de Dios, es él quién particularmente tiene la oportunidad y el llamado, para ser y hacer trabajos inmortales. Cristo, como Dios –hombre, por Su ejemplo demostró como deberemos pasar por éste mundo y tiempo haciendo sólo el bien.

A pesar de su fragilidad, el hombre es llamado a ser fuerte. A pesar de ser pecador, es llamado a ser santo. A pesar de su naturaleza pasajera, es llamado a ser inmortal.

Vale la pena fijar la mirada en Jesús y en la Iglesia, para decidir hacer lo que es bueno, santo, y misericordioso. Debemos abrir nuestros corazones a éstos grandes dones y gracias de Dios, como la Reina de la Paz nos dice. Estos dones no cuelgan precisamente del aire, ni flotan por ahí como cosas perdidas o rechazadas. En su lugar, Dios las da como obsequios a aquellos que están abiertos. Dios quiere dármelos a mí porque sin ellos soy pobre e infeliz.

Imagínense a una persona sin paz, sin alegría, sin fe, sin esperanza, sin amor, y sin bondad. Tal imagen de una persona tan destruida, asusta. Dios no quiere tal estado en el hombre, y Nuestra Señora nos llama a abrirnos a los dones que Dios, como Padre Misericordioso, desea darnos.

Estar cerrado es la desgracia más grande que puede sucederle al hombre. Perder la confianza en Dios y en Su bondad, es la humillación más grande. La mayor distancia de Dios, no es el pecado, sino la desesperación, la desconfianza y la falta de creencia en Su bondad. La pobreza mas extrema no es la ignorancia, pero sí perder el don de la fe y del amor.

La oración y la renuncia, el ayuno y el sacrificio son obsequios de la gracia que ese ser viejo que habita nuestro interior acepta, para quitar las vestiduras de cada maldición y desgracia como el hijo Pródigo, y recibir las nuevas vestiduras como un hijo de Dios.

Cuan grande es la Cuaresma cuando triunfa despertando dentro de nosotros, los trabajos de penitencia con amor. Estos trabajos curan y conquistan nuestra naturaleza pecadora, abriendo la puerta de la esperanza y despertando en nuestro interior una vida nueva.

Nuestra Señora utiliza la imagen mas hermosa para la vida diaria. Ella utiliza una comparación de la tierra, el jardín y la semilla. Es primavera. Durante éstos días todos estamos en nuestros campos y jardines. Ellos necesitan ser abiertos para poder ser arados. Su tierra necesita ser removida. Deben limpiarse de cizañas, de malas hierbas, y ser nutridos. Finalmente, llega el tiempo de sembrar la semilla. Una semilla, por ejemplo de maíz, producirá una planta con docenas de vainas de nuevos frutos. Un grano de maíz dará una planta de tallos firmes y cantidad de espigas de trigo, con muchos nuevos granos.

Del mismo modo nuestro Padre Celestial colocará sus dones y gracias en los corazones que estén preparados, nutridos con la oración e hidratados por la Palabra de Dios. Aquellos corazones que son cultivados por sacrificios y penitencia.

Nuestra Señora habla de abundancia. En estos tiempos de familias desnutridas y valores tóxicos de libertad, entretenimientos, placer, crisis moral y ruina, estamos parados frente a un desafío. Es necesario nutrir a todos. Necesitamos dar y ofrecer a todos y más especialmente a aquellos que están convencidos que por el camino de la conversión y de la fe, no hay paz, alegría, éxito o amistad. Por nuestros frutos podremos alimentar al hambriento. Con el agua cristalina de la gracia podremos dar de beber al sediento.

Mis queridos, nuevamente somos llamados al ayuno, la oración, la renuncia, las obras de misericordia y amor. Hagamos esto con renovado entusiasmo en este tiempo santo, pues no hay otro camino.
Así como el fruto de la tierra no se obtiene de variadas teorías o ayudas, pero sí de la tierra y la semilla, la gracia llega a través de la Iglesia que ora, ayuna y vive en santidad.

Debemos estar orgullosos y agradecidos de tener la posibilidad de ver una vez más, como la Reina de la Paz cuenta con nosotros. Otra vez hemos escuchado que Ella nos necesita, y que somos importantes para la renovación y la conversión del mundo y de la Iglesia.

Este mes rezaremos por las siguientes intenciones:

1- Para que todas las familias cristianas renueven la oración en familia, el ayuno, y la lectura de las Sagradas Escrituras durante esta Cuaresma. Y para que tomen una activa participación en ella con devoción, y especialmente en el Camino de la Cruz.

2- Por todos los enfermos, que ofreciendo sus padecimientos al Señor, den su aporte diariamente en la conversión de la juventud.

3- Que este tiempo de gracia Cuaresmal pueda ser la primavera de la Iglesia entre todas las naciones.
Rogamos especialmente por todos los peregrinos que ya han visitado Medjugorje, y por todos aquellos que vendrán en peregrinación éste año, el vigésimo quinto Aniversario de las Apariciones de la Reina de la Paz, para que ellos puedan encontrar la gracia necesaria, y en especial la gracia de la conversión.

Estimados hermanos y hermanas, es mucho lo que querría transmitir a vuestros corazones en este tiempo santo. He decidido ofrecer mis ayunos, oraciones y todos los sacrificios al Señor por cada uno de ustedes, y especialmente por aquellos que están enfermos y necesitados y por lo tanto mas semejantes a nuestro Señor.

Llénense de entusiasmo, pues no hay sacrificio que no de sus frutos. No hay oración que no sea escuchada. No hay devoción que no pueda fortalecernos. Sean ejemplo para los otros en todo.
Los saludo de todo corazón y los espero para nuestro Encuentro Anual, éste año.

Sinceramente,
Fra. Jozo Zovko, O.F.M.



COMENTARIO DEL PADRE JOZO SOBRE EL MENSAJE DEL 25 DE ENERO DE 2006

“¡Queridos hijos! También hoy los invito a ser portadores del Evangelio en sus familias. Hijitos, no olviden leer la Sagrada Escritura. Pónganla en un lugar visible y testimonien con su vida que creen y viven la Palabra de Dios. Yo estoy cerca de ustedes con mi amor, e intercedo ante mi Hijo por cada uno de ustedes. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

Ser llamado por Nuestra Señora o Nuestro Señor es siempre un honor especial y una gracia pero al mismo tiempo es también una responsabilidad. Mientras que el Apóstol nos dice, Él llama a veces al débil y al frágil para vergüenza del sabio, del poderoso y del fuerte. La grandeza, el honor, y la magnitud del llamado en sí mismo, provienen de aquél que es el que está llamando. Luego vienen de la misión misma para la cuál la persona ha sido llamada. La grandeza de los Discípulos no estaba en ellos o en su trabajo como pescadores. Estaba en Jesús y en Su intención de hacer de ellos “pescadores de hombres”
En éste tan estimado y hermoso mensaje, nuestra Señora, la Reina de la Paz, nos llama sus colaboradores, sus hijos: ”Los llamo a ustedes para que sean portadores del Evangelio en sus familias“ Una vez mas vale la pena reflexionar sobre el contenido que Ella nos está dando y sobre la familia a la cual deberemos entregarlo. Ante todo, el Evangelio no debe ser llevado como mercancía para la venta. Esto no tiene un valor de mercado, comercial. En primer lugar el Evangelio no debe ser llevado como un libro que solamente podamos dejar en un lugar visible o entregar a alguien como lo haría un cartero.

¿Qué es el Evangelio? ¿La Buena Noticia? Fundamentalmente es el Arca de la Nueva Alianza. Es el Tabernáculo en el cuál la Palabra de Nuestro Señor, vive. Este no es un libro sino una persona. El Evangelio es Jesús. Jesús está vivo y El habla porque El es el Maestro; El sana porque El es el Sanador. El, que es el Ungido del Señor, nos pide sentarnos a Sus pies como María en Bethania y escucharlo.

Nos pide que estemos con El cada día. Y cuando tomemos la Biblia en nuestras manos, como en el Monte Tabor oiremos la voz del Buen Padre decir: ” Este es mi Mí Hijo muy Amado, escuchadle“ Y como Samuel deberemos responder: ” Habla Señor, que tu siervo escucha “ También como Samuel necesitamos, estar abiertos de modo que ninguna palabra del Señor pueda caer fuera de nuestros corazones.

Mis queridos hermanos y hermanas,

Sé que nunca podremos aprender a orar con el corazón si nosotros no escuchamos y contemplamos la Palabra de Dios en él. Por esto nuestra Madre desea que nosotros seamos los portadores del Evangelio en nuestras propias familias. Ella quiere que seamos como Moisés o como Samuel, que supieron oír y responder a aquél llamado.

En nuestras familias, desafortunadamente, es posible encontrar toda clase de revistas sobre astrología, hasta incluso pornografía, y las Páginas Amarillas que promueven el culto al cuerpo y al pecado. No es suficiente solo con decir que esto no es bueno o que es pecaminoso. El antídoto y el poder que puede eliminar esta oscuridad, es solamente la Biblia. Debemos leer la Palabra de Dios todos los días.

Permítanos recordarle el consejo del gran hombre de oración, Juan Pablo II, quién en su Carta Apostólica sobre el Rosario nos dice que hay que leer una parte de las Sagradas Escrituras antes de comenzar a rezar en familia. El nos decía que la familia que reza unida permanece unida. Estas palabras de nuestro Papa son una respuesta del Cielo.

San Jerónimo nos advirtió que: ” El que es ignorante de las Escrituras es ignorante de Cristo“ Por ésto cálidamente les recomiendo a ustedes el participar en cursos y seminarios sobre la Biblia, que a menudo son organizados en sus Parroquias. Si en su Parroquia o ciudad existe algún curso o alguna escuela organizada para ayudarle a usted a leer y a entender la Biblia, no vacile en participar. Y si llegara a su conocimiento el hecho que alguna familia, no tiene la capacidad de comprar una Biblia, organice su grupo de oración y con un pequeño regalo, haga un gran trabajo.

Nuestra Señora nos pide el poner la Sagradas Escrituras en un lugar visible. Nuevamente les recuerdo sobre su ”altar familiar“, alrededor del cuál cada familia debe reunirse cada día. Sobre aquella pequeña mesa, su ”altar familiar“, coloque un crucifijo- al crucificado Maestro del amor, la bondad y la paz. Cerca de la Cruz, coloque a la Madre, nuestra amada y Bendita Madre, la Reina de la Paz.

Sobre su altar, también coloque la Biblia, su Rosario familiar, su libro de oración y Agua Bendita. Todos los días tome la Biblia de su altar y lea una parte a su familia o a su grupo de oración. Luego tome el Rosario y continúe rezando con un corazón humilde y confiado.

Para mí, el lugar visible al que Nuestra Señora hace referencia desde el principio, es el ”altar familiar“, el cuál quedará como una herencia para nuestros hijos. Aún cuando no permanezcamos mucho allí, ellos siempre recordarán de dónde y como obtuvimos la luz y la fuerza para nuestra vida diaria. En mi corazón, esta es la herencia más grande y mas querida que podemos dejar a nuestros hijos.

Este mes rezaremos por las siguientes intenciones:

1. Por la unidad de todos los Cristianos, y la Iglesia. Por la paz y la unidad de nuestra Iglesia.

2. Por la espiritualidad en las vocaciones sacerdotales y religiosas. Por la paz y
perseverancia de los Obispos, sacerdotes y religiosas en sus vocaciones y carismas.

3. Por todos nuestros enfermos y necesitados, por las nuevas comunidades
fundadas y los nuevos miembros de nuestra asociación de oración.

Queridos hermanos y hermanas, que en este gran jubileo del 25º Aniversario, cada peregrino y amigo de Medjugorje pueda hallar gracia y paz allí. Y que viviendo los mensajes puedan encontrar fuerza, y toda ayuda y bendición.
Los encomiendo a todos a la Madre, la Reina de la Paz, así como también yo oro por cada uno de ustedes.Vuestro hermano,

Fr. Jozo Zovko, O.F.M.
26 –01- 2006, Siroki Brijeg



FR JOZO HABLA CLARO SOBRE LA NUEVA ERA. REIVINDICACION DE ROSARIOS

Fr Jozo habla claro sobre la Nueva Era. Reivindicación de rosarios
¡No sean supersticiosos! No se dejen engañar fácilmente.

(De una charla dada por Fr Jozo Zovko OFM, a peregrinos en Siroki Brijeg en Septiembre de 2005) Durante éstos días, gente muy preocupada y afectada desde Irlanda e Inglaterra, me escribió contándome sobre gente que está devolviendo los rosarios que han recibido en Medjugorje, debido a que un sacerdote les dijo que ésos rosarios eran la New Age (Nueva Era)

¡Debo decirles: que esto no es verdad! Es una gran tentación, pero no hay tal cosa como rosarios de la Nueva Era. Solo puede haber un material con el que el rosario está hecho, cuando el rosario es bendecido, cuando es colocado en las manos de aquellos que creen. No es un tema de importancia preguntar quien hizo el rosario, sino quién reza con él y cómo lo reza.

Cuando el rosario es bendecido se convierte en una llave con la cuál abrimos nuestros corazones y el corazón de Dios. No hay cosa alguna como rosarios de la Nueva Era. Solo hay un rosario que es bendecido, y cuando es bendecido el valor del rosario no se juzga por el material con el que está hecho, sea de plástico o de oro sólido. Ni es importante quién lo hizo.

Por ejemplo, una estatua que está llorando lágrimas de sangre humana en Italia fue hecha por un Musulmán, y la palabra Medjugorje está escrita en ella. Por éstos días éste mismo hombre Musulmán fabrica estatuas. (Si un Cristiano pudiera temer poner una fábrica de estatuas para Nuestra Señora, nadie se atrevería) Pero aquellas estatuas están bendecidas. Los rosarios están bendecidos. Las cosas que traemos para una bendición, son bendecidas. En nuestras manos se convierten en seguridad, fortaleza, amor: la respuesta al llamado.

¡No sean supersticiosos! ¡No se dejen engañar fácilmente!
Habría sido mucho mejor haber tenido las miles de personas que devolvieron ése rosario, habiendo rezado ése rosario. Bajo ésta propaganda los rosarios de plástico son una especie de nueva era con símbolos de la nueva era ... ¡¡¡ No !!!
El poder de satanás y la nueva era es frenado con el rezo del rosario, con el ayuno, con la oración. ¡No con falsas propagandas!
No devuelvan los rosarios o se preocupen por el tipo de diseño que tiene su rosario. ¡Esto no puede ser! Satanás no puede dar un rosario y decir: Oren con él! Satanás no puede decir: Perdonen, ayunen, reconcíliense, vayan a confesarse! Esto sobrepasa a su poder.

El Cristiano bendice sus alimentos, o su vivienda. No importa quienes los prepararon o construyeron. Están bendecidos. No hay pan de la nueva era. Lo bendecimos antes de comerlo. No hay agua de la nueva era. ¿Ustedes comprenden? Quizá el dueño del agua pertenezca a la nueva era, o el que hace los helados esté dentro de otra secta o culto.

¿ Porqué temen rezar con un rosario que está bendecido? ¡ No teman! Vuestro rosario está bendecido ... su rosario está bendecido! No deben atribuirlo o darlo como creencia a satanás o la nueva era. En aquél momento usted se hace perseguidor del rosario.

Cuando usted lo tiene en sus manos, cuando usted lo reza en su hogar, no tendrá ningún otro uso que usted le haya dado, aunque un santo o el Papa mismo se lo quieran dar por usted.

El símbolo en sí mismo no lo salva, pero estando de rodillas, en oración, lo cambia y lo salva.

Por esto vamos ahora a bendecir sus rosarios, para que puedan sentir la bendición también en su corazón y su alma. ¡No se dejen engañar fácilmente!
Señor Nuestro, bendice el rosario para nosotros, y bendice nuestros corazones con el don de la oración. Bendice nuestros corazones con el don del amor para que podamos tomar el rosario con fe y comenzar a orar con fe; que podamos comenzar a orar con amor, con el corazón. ¡Oh! ¡Bendice éstos rosarios! Y bendice nuestros corazones con el don de la oración. Derrama éste don dentro de nuestros corazones, para que siempre que meditemos sobre la vida de Jesús podamos llegar a amar a Jesús, podamos seguirlo, podamos amarlo. Por esto te pedimos que bendigas éste rosario para nosotros. En el nombre del Padre y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Ustedes están, con el rosario en sus manos, signo de Nuestra Señora, signo de Jesús, signo de la Iglesia. Contemple a la persona en quién creen. Contemple a la persona quien se sostiene en Dios. Aquí está la persona que viene antes del Dios Viviente, que tiene la experiencia de un Dios Viviente, al cuál ha visto, ha encontrado y ama.Fr Jozo, Siroki Brijeg, Septiembre 2005

El artículo abajo citado apreció primeramente en el Mensaje de Junio de 2005.¡Sin Sentido!

Últimamente, están circulando historias sobre cuentas de rosarios de la nueva era para la venta. Hasta he oído usarse la palabra satánico. El tipo particular de cuenta mencionada es la versión simple de plástico blanca que a cualquier peregrino que haya estado con Fr Jozo, le resultará familiar.

Supuestamente, símbolos satánicos son incorporados en el diseño. ¡Por favor quédense tranquilos: esto es absurdo y es el trabajo extra de la fértil imaginación de alguien! Hay hasta incluso informes de personas desechando las cuentas totalmente. ¡Esto debe estar haciendo muy feliz a alguien!
Las cuentas también incorporan un medallón que muestra el Sagrado Corazón de Jesús de un lado, y Nuestra Señora Reina del Cielo sosteniendo al Niño Jesús en el otro. Nada de nueva era o satánico en esto.

Miren la imagen de Vicka durante una aparición con Nuestra Señora. ¿Notan las cuentas plásticas blancas enrolladas alrededor de su muñeca mientras reza con Nuestra Señora?

Del mismo tipo al que mucha gente hace referencia como de la nueva era.
Esto no parece causar ninguna molestia a Vicka o a Nuestra Señora, simplemente porque no hay verdad en el disturbio provocado para causar confusión. ¿Han oído alguna vez algo como esto? Ni Dios ni Nuestra Señora intentarían confundir a sus hijos.

Hay solo un padre de mentiras y fuente de engaño. ¡Y ahora descubrimos que él ha encontrado una nueva y solapada manera de pedirnos que desechemos nuestras cuentas!
BG June 2005



COMENTARIO DEL PADRE JOZO SOBRE EL MENSAJE DEL 25 DE NOVIEMBRE DE 2006

“Queridos hijos! También hoy los invito: oren, oren, oren hasta que la oración se convierta en vida. Hijitos, en este tiempo, de manera especial, yo oro ante Dios para que les dé el don de la fe. Sólo en la fe descubrirán el gozo del don de la vida que Dios les ha regalado; su corazón estará gozoso pensando en la eternidad. Yo estoy con ustedes y los amo con tierno amor. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!” ¿Cómo puede la oración convertirse en vida?
¿Cómo puede la vida sumergirse en oración?
¿Cómo puede la oración hacer una vida fructífera y convertirla en un regalo que de frutos Divinos? Como el alimento que ingerimos para el sustento de nuestra vida física, así es también de manera especial, con la oración. Con la oración nutrimos nuestra alma, nuestra vida espiritual y mental.

Cuando rezamos nutrimos nuestro corazón, nuestra fe y nuestro amor con un regalo Divino. Este regalo nos cambia. Cambia nuestros pensamientos y los purifica. Los ubica de acuerdo con la voluntad de Dios. La oración, esencialmente, influye en nuestra vida moral. A través de la oración, nosotros que somos frágiles y estamos heridos, recibimos la fuerza para vencer al mal dentro de nosotros y recibimos la unción que sana nuestras heridas.

La oración nos hace optimistas y coloca a todas las personas como un regalo de Dios ante nosotros. Esto nos ilumina de modo que, como Jesús, podamos hacer el bien a todos. Por medio de la oración el amor nos inspira al bien y a los buenos trabajos. De ésta manera una persona de oración revela su nueva relación con Dios, con los Misterios de la Fe, la Revelación, la Iglesia, su compañero y toda la creación. La persona que reza siente su alma respirar en Dios, con Dios y por Dios. De manera similar, nuestros pulmones eliminan toxinas venenosas y dañinas de nuestro cuerpo mientras inhalan aire fresco de modo de poder continuar viviendo. Cuando rezamos respiramos una gracia nueva que nos llena. Todo lo que es malo se distancia y saca fuera de nuestros corazones nuestros malos hábitos y nuestros pensamientos, de modo de sentirnos bendecidos con paz y todo bien.

En la oración buscamos la frescura que llamamos el camino de la purificación.

Sí, mi objetivo final es que la oración se convierta en mi vida, para imbuir y formar mi vida haciéndola fructífera y beneficiosa para otros. De ésta manera, debo glorificar a Dios con mi vida como un constructor sabio que construye sobre rocas, y como una virgen sabia que conserva su linterna y aceite listos, para que el novio entre al banquete nupcial.

“Ruego a Dios les otorgue el regalo de la fe” Sin el regalo de la fe, una persona no puede mirarse, mirar a su familia, a Dios o a la creación de la manera correcta. Tal tipo de persona es como un hombre ciego que no ve. Un hombre sin fe paralizado. No se mueve, no oye ni siente. Por ésta razón, tampoco puede sentir o valorar correctamente el regalo de la vida. Muchos de ellos que se encuentran decepcionados o encarcelados por el mal, caminan por nuestras calles sin fe, sin alegría y sin optimismo. Caminan y viven como si Dios no existiera totalmente desalentados.
En éste tiempo santo del Adviento, rogamos para que el regalo esté vigilante, y por un corazón abierto a la Madre que está golpeando y buscando dar a luz a su Hijo.

Nuestra misión es ayudar a nuestro prójimo a abrirse al Señor a través de los Sacramentos de la Confesión y de la Eucaristía. Nuestro trabajo es ser, y difundir el optimismo del Advenimiento y preparar a los otros en la alegría de la Navidad para un encuentro con Jesús. Esta alegría solo puede ser descubierta en fe y con fe.

En éstos días purifiquemos nuestros corazones con un amor cristiano puro y tierno hacia todos, especialmente hacia el pobre y el enfermo.Este mes rezaremos por las siguientes intenciones:1- Por una Feliz Navidad para todos, por el regalo de buenas y fructíferas Comuniones y Confesiones de todos. Por el regalo de un corazón y de una familia vigilantes, despiertos y abiertos a Nuestra Señora y a Jesús.

2-Por nuestra familia de oración, en especial por los nuevos grupos de oración para que el Señor los bendiga y les dé a cada miembro la paz y la perseverancia de vivir los mensajes de la Reina de la Paz.3- Por la paz y la unidad de la Iglesia y de todos los Cristianos. Por la paz en el mundo.Mis queridos, así como yo les escribo esto, los ángeles de la alegría del Advenimiento nos despiertan para dar vuelta hacia Medjugorje, que es nuestro Belén. Veinticuatro años y cinco meses han pasado desde que Nuestra Señora, la Reina de la Paz, se ha estado apareciendo.

Ella llama y pide que cada uno de nosotros esté abierto y despierto, y preparado para el alegre regalo de aceptar y vivir los mensajes.Agradezco al Señor por cada uno de ustedes y le ruego por el regalo de la perseverancia para ustedes.
Con todo mi corazón les deseo una Navidad y un Año Nuevo 2006 con alegría y bendición.
Con saludos sinceros, me encomiendo en vuestras oraciones,
Suyo,
Fr. Jozo Zovko, OFM,
Siroki Brijeg, 1 de Diciembre 2005.

 



COMENTARIO DEL PADRE JOZO SOBRE EL MENSAJE DEL 25 DE JULIO DE 2005


Mis Estimados Hermanos y Hermanas, cada uno de los mensajes de Nuestra Señora es un regalo especial para mí y una profunda celebración en el corazón y el alma. La Madre habla. Sí, la Madre de mi Dios detiene el silencio de Su corazón y habla con Sus hijos; enseñando y animando a Sus hijos; educando e inspirándolos con gracia. Estoy siempre sinceramente agradecido por cada mensaje, por cada palabra y por cada peregrino que honra a la Reina de la Paz, por cada Apóstol de sus mensajes.

¿Que siente mi alma al escuchar éste mensaje de la Santísima Virgen?

Nada es tan importante como un corazón que reza. Yo no he hecho nada beneficioso en un día dado como cuando lo consagré y lo llené de oración y de buenas obras. Mi día tiene 24 horas. El ritmo de nuestro tiempo en la vida nos presiona a vivir deprisa, en una lucha esmerada por la vida y siempre tener el sentimiento de llegar tarde. El tiempo me lleva como un río y parece que no soy libre. Este sentimiento se crea por programas impuestos en el trabajo, en la familia y en la televisión. Como si yo no tuviera tiempo para nada ni para nadie. Todo está lleno y al mismo tiempo vacío, todo es una carrera incansable sin fruto. En tal estado la palabra y el pensamiento es oído: “No tengo tiempo para rezar”. Esto es impropio para con Dios que me ha dado 24 horas en un día. Encuentro tiempo para todo pero no para la oración y es aquí donde mi alejamiento comienza.

La Reina de la Paz me llama a llenar mi día con breves y ardientes oraciones. De este modo, por ejemplo, cuando conduzco al trabajo, si no logro rezar el rosario, puedo no obstante rezar breves y ardientes oraciones. Mientras limpio mi cuarto, preparando el almuerzo en la cocina debo aprender a mirar la cruz o a la imagen de la Santísima Virgen y con breves oraciones e invocaciones entregarme con completo abandono a Dios. Incluso si mi oración es corta es capaz de abrir el corazón para que pueda recibir gracias especiales del Señor. Recordemos las breves oraciones sinceras de nuestros Santos que utilizaban para mantenerse en contacto con Dios. San Francisco de Asís fue sumergido en un solo pensamiento y oración, ”Mi Dios y mi todo”. De éste modo, él pasaba días y noches en cercanía con Dios. Breves y fervientes oraciones de corazón abren y elevan nuestros corazones a Dios que nos da la fuerza y la gracia necesarias para nuestra vida diaria. Recuerda las enfermedades, las cruces, las pruebas y los desiertos cuando no somos capaces de perseverar en la oración prolongada. Sin embargo, desde nuestro lecho de enfermo nuestra mirada sobre la Cruz, sobre la imagen de nuestra amada Madre o en los Santos despierta sinceras y breves oraciones y acción de gracias dentro de nosotros.

Este es un tiempo de gracia porque la Santísima Virgen, La Reina de la Paz, está con nosotros. Este es un tiempo de gracia porque Ella nos muestra el camino mas corto al Padre y a la conversión. En éste tiempo de gracia debemos dedicarnos mas que nunca al apostolado de la oración y a ayudar a nuestros hermanos. No es suficiente advertir la debilidad, la impotencia, la desgracia o el pecado de nuestro prójimo. Nosotros lo debemos ayudar. ¿Como? Con novenas de ayuno y renunciamiento de tal manera que Satanás pueda estar distante de nosotros. Llenar nuestros días con ardientes oraciones y perseverar en el ayuno y la oración es nuestro llamado y regalo. No puedo decir que no tengo tiempo porque con esto demuestro que no tengo amor. Demuestro que no creo que la oración me ayuda o que obra milagros.

Decir que no tengo tiempo de rezar es el egoísmo más evidente- una arrogancia que nos separa de Dios y de nuestro prójimo. Mientras el terrorismo y la violencia imparten el temor sobre aquellos que son muy poderosos y sus planes, el Papa nos habla acerca de Satanás y la Reina de la Paz nos habla sobre la cercanía de Satanás. Conocemos el modo en que podemos ayudar a distanciar los pensamientos malos de la violencia y el pecado, que es un signo de la presencia de Satanás.

Somos llamados a ser testigos del poder y la presencia de la gracia y de esta manera ayudar a todos aquellos que han sido vencidos por el mal.

Nosotros no podemos decir que no tenemos tiempo porque eso es decir que no amamos.
Nuestra Señora nos llama a distanciar y a derrotar el poder del mal entre nosotros.
Escuchémosla a Ella que es quien está con nosotros e intercede por cada uno de nosotros.

Este mes rezaremos por las siguientes intenciones:

1. Que el Señor pueda tocar el corazón de cada participante en el Festival de la Juventud en Medjugorje para que ellos se conviertan en apóstoles y testigos de un mundo mejor.

2. Por las vocaciones sacerdotales y religiosas.

3. Por un encuentro lleno de gracia del Santo Padre, el Papa, con la juventud en Colonia.Mis Queridos, perseveren en su llamado. Respondamos al llamado de la Reina de la Paz con amor. Rezo por cada uno de ustedes y los saludo a todos: "Paz y Bien”.

Sinceramente,
Fr. Jozo Zovko, OFM
04-08-2005


COMENTARIO DEL PADRE JOZO SOBRE EL MENSAJE DEL 25 DE MAYO DE 2005

Queridos Hermanos y Hermanas,

Tras 24 años, es aún necesario y sabio señalar la Maternal enseñanza sobre nuestra responsabilidad en los mensajes. Vivir los mensajes con humildad es una condición fundamental para dar frutos. Los mensajes son como una semilla. La semilla necesita ser sembrada. Para ser sembrada, debe primero prepararse el terreno la tierra nutrida y cultivada. La semilla que no sembremos, no brotará ni crecerá; no dará sus frutos.

Los mensajes de la Reina de la Paz no son una nueva teoría sobre la Iglesia, sobre la fe o Dios, son una llamada a la cuál necesitamos responder. Los mensajes tienen su meta y significado solamente en la vida de un creyente y de un peregrino. Si rechazamos vivirlos, ellos son pensamientos infructuosos y una llamada sin respuesta. Nuestra buena y santa Madre, la Reina de la Paz, desea para nosotros que finalmente entendamos que sus apariciones y sus mensajes tienen un solo objetivo: vivir los mensajes con humildad y dar testimonio de ellos.

Nuestro Apostolado hoy es vivir con humildad los mensajes. No compensaríamos la deuda a la Reina de la paz si solamente los difundiéramos. Eso sería solamente propaganda que podría ser comparada con tanta publicidad en el mundo del consumismo y de la política, incluso la manipulación con otras. Ella pone sus mensajes en nuestros corazones para ser transformados con humildad. La humildad es la condición y el clima para el crecimiento y para una producción abundante. La humildad es una virtud que adorna a la Virgen de Nazareth. Su humilde servicio al Señor y al prójimo es un llamado dirigido a cada persona- cada Cristiano. Los planes de Nuestra Señora rompen contra nuestra arrogancia como olas contra un acantilado. La humildad es la manera segura y única demostrada por Jesús y Su vida. Los santos la sostuvieron ante ellos como la meta mas alta. La Reina de la Paz no nos da los mensajes para que nosotros solo podamos conocerlos , sino para que nosotros podamos aceptarlos humildemente y vivirlos con perseverancia en nuestra vida diaria. Muchos se tornaron hacia el camino mas fácil y amplio aceptando los mensajes para hablar de ellos e incluso para juzgar a otros o atacarlos como Cristianos desobedientes. Nuestra Señora no permite que discutamos, para entrar en controversia con otros. Ella nos llama para vivir y dar testimonio ahora humildemente.

Antes del 24º aniversario de las apariciones, millones de personas ya se han puesto en camino hacia Medjugorje, y se están preparando para éste gran día con gratitud. Satanás también está activo junto con sus compañeros de trabajo. En éstos días habrá artículos y varias declaraciones que condenarán Medjugorje y lo rechazarán como si no fuera parte de la Iglesia o como perjudicial. Los seguidores y los que honran a la Reina de la paz se encontrarán en medio de una tormenta, como los discípulos en el Mar de Galilea. Jesús dormía. Ellos lo despertaron. Y una vez que la tormenta fue calmada, hizo la pregunta, “ Ustedes aún no tienen fe?”

Si mañana ustedes escucharan el grito del mal o al maligno mismo, no teman. Solo perseveren. Este mensaje es también un llamado a la puerta de nuestro amor, de nuestra vida y de nuestra fe. Como aquellos en Belén, no deberemos decir no hay lugar, tiempo o interés. Muchas serán las gracias derramadas dentro de la Iglesia a través de aquellos que humildemente vivan los mensajes.

Queridos Seguidores de la Reina de la Paz y a aquellos que la honran, decidamos sin miedo, vivir y dar testimonio de los mensajes con total humildad y obediencia. Los frutos de los mensajes son por lo que el árbol será evaluado. Para éste aniversario decidan hacer aún mas de lo pensado o planeado. Decídanse nuevamente por el ayuno y la oración, por los sacramentos y por la palabra de Dios. Con humildad decídanse aún mas, a trabajar en ustedes mismos y en sus familias. Con nuestra vida, seamos un signo para aquellos que están lejos de Dios y de Su amor. Cuando no hay ninguna señal en el camino, la persona comienza a dudar a tiempo de haber escogido la dirección correcta. Una señal en el camino, iluminada por la santidad y en un marco de humildad, es importante. Esta señal es siempre segura. El camino mas corto hacia Dios es la humildad de servicio. Cada uno los necesita. Cuando escuchan a la Madre ustedes son similares a Jesús en Nazareth que es obediente y sumiso a Su Madre. Así El creció en sabiduría, conocimiento y gracia ante Dios y el hombre. Escuchen a la Madre y decídanse a vivir humildemente todos los mensajes.

Nuestras intenciones para éste mes son las siguientes:

1- Rogaremos por las intenciones de Nuestra Señora en acción de gracias por los 24 años de las apariciones y por todas sus gracias. Rogaremos por los videntes, los feligreses, y por todos los peregrinos que han respondido al llamado de la Reina de la Paz.

2- Por todos los miembros de nuestra Comunidad de Oración que humildemente podemos responder viviendo los mensajes. Por el crecimiento y el desarrollo de nuestros Socios de Oración en el mundo entero.

3- Por todos los peregrinos que han sentido el llamado de responder con amor, por el 24º aniversario, para que puedan encontrar las gracias necesarias en Medjugorje.

Queridos Hermanos y Hermanas, éste tiempo es un tiempo de grandes gracias y de responsabilidad nuestra. Ruego fervientemente por cada uno de ustedes, para que podamos perseverar y responder humildemente al magnífico llamado que hemos reconocido. Los saludo con todo el corazón y ruego por todos ustedes.

Sinceramente,

Fr. Jozo Zovko, OFM